* «Veía los viernes por la noche a jóvenes rezando, ¿de qué van?, yo veía en sus ojos algo que yo no tenía. Tengo poder, dinero, mujeres, pero estos… ¿qué tienen? Además había una chica en silla de ruedas con una sonrisa impresionante, y yo me decía, ¿de qué te ríes?… De repente – empecé a sentir un gran calor que me iba de la cabeza a los pies, comencé a llorar y no pude parar. Me moría de la vergüenza. Y escuché en mi interior: ‘perdona a tu padre porque yo también te he perdonado’. Mi vida es una mierda, pero te la doy. El Señor me arrancó en el último segundo»
Camino Católico.- Una infancia complicada llevó a Mirko a una vida en la que Dios no existía, que acabó desembocando en el tráfico de drogas a gran escala y a ir en todo momento con una pistola. Pero yendo a amenazar a una iglesia a aquellos que se atrevieran a hacer algo a su madre fue el propio Dios el que lo acabó desarmando. Ahora su vida es otra y pudiendo dejar su peligrosa vida atrás ahora es profesor de Religión y un incansable evangelizador.