* “Era el que seguía en la lista y tenía que hacer el sacrificio. Llegó el 31 de octubre, Halloween, todo está listo y los integrantes debíamos jurar ante el libro del Macho Cabrío (texto insigne del satanismo y de invocación a demonios); así se comienza el año satánico, se invoca a los espíritus inferiores y se baña a todos los satanistas con agua de alcantarilla”
* “Llegó una muchacha nueva a mi barrio y tanto me fasciné con ella que quise hechizarla. Probé con todos los rituales que sabía, pero a ella no le entraba nada… Empecé a acompañarla en las cosas que a ella le gustaban. ¡Y ahí se produjo todo! Rezaba el Rosario por las mañanas y las tardes, además de ir a misa todos los días ¡No sabía en lo que me estaba metiendo!. Nos fuimos conociendo y un día me pidió acompañarla a la iglesia… y que me arrodillara en frente del Santísimo. Para pasar desapercibido la seguí a en todo. Esta mujer me decía en reiteradas ocasiones que oraba por la salvación de mi alma. Al mismo tiempo que Satanás me llamaba cobrando la cuenta. Porque, recordemos, le debía el sacrificio humano de Halloween”
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