Reflexión del sacerdote y profesor de pastoral Jesús Sastre García
MADRID,(ZENIT.org).- La parroquia no es un tema agotado y su vitalidad y renovación provocan ríos de tinta. Lo ha constatado un congreso del Instituto Superior de Pastoral de Madrid --recogido ahora en un libro-- que ha analizado qué es hoy la parroquia, cuál es su futuro y en que momento se remontan sus orígenes.
El tema fue tratado en la XVIII Semana de Teología y Pastoral del Instituto Superior de Pastoral de la Universidad Pontificia de Salamanca (www.upsa.es) en enero de 2007, cuyas aportaciones forman el volumen «A vueltas con la parroquia: balance y perspectivas», recién publicado este 2008 por Verbo Divino.
«Yo creo en la parroquia, la misión de la parroquia me parece insustituible y la parroquia del futuro necesariamente ha de hacer una renovación en profundidad», afirma como punto de partida Jesús Sastre García, profesor del Instituto Superior de Pastoral de la Universidad Pontificia de Salamanca.
«En la parroquia se dan los elementos fundamentales que constituyen la vida cristiana: Palabra de Dios, sacramentos, comunidad, ministerios y atención a los necesitados. Esto hace que la parroquia tenga vocación de globalidad», recuerda el profesor Sastre. El sacerdote constata después de su recorrido histórico cómo «en la práctica, la parroquia es la referencia más cercana y común para los creyentes».
Para renovar la vida parroquial, el autor sugiere «no dar por supuesto que existe la parroquia», sino «crearla, con comunidades que cultivan la vida de fe, el compromiso social y la labor evangelizadora».La labor «iniciática» de la parroquia es fundamental: «iniciar, y reiniciar en la fe es la tarea más urgente e importante en la totalidad de nuestras parroquias», recuerda el profesor Sastre García.«La parroquia comunidad debe sentirse en estado de misión» y debe ayudar a «superar el divorcio entre la Iglesia y la sociedad», anima
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