Lo hicieron acompañados de seis de sus ocho hijos -el pequeño está en camino, y otra, de 17 años, ingresó la semana pasada en la Orden de las Hijas de María Nuestra Señora-.
«Una familia como la nuestra puede parecer desproporcionada..., requiere trabajo, dedicación y no pocos sacrificios. Pero cada uno es un gran regalo para todos los demás, es un don mayor que cualquier dificultad», señaló José Luis.«Las dificultades, por muy grandes que parezcan, son efímeras. Pero los hijos permanecen y son la mayor fuente de satisfacciones y alegrías que pueden tener unos padres», añadió.
Este matrimonio reconoce que,«a veces, cuando los agobios del día son insalvables, uno está tentado de pensar que no es buen momento para tener un hijo. Pero, en ese momento, hay que entender que son almas de Dios y Él sabe elegir el momento. En nuestro caso, lo ha hecho muy bien: cuando nos regala un hijo lo acompaña de muchas otras bendiciones».
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