Subieron al altar con sus hijos y sus nietos: tres generaciones juntas para dar gracias a Dios «por tanto valor», expresión que, según contaron, utilizan en familia para agradecer los dones recibidos.Tras 53 años casados, 7 hijos y 16 nietos, recalcaron que «la fe es nuestro mayor tesoro», y así se lo han transmitido a su descendencia. «Lo hacemos con la ayuda del colegio, de la parroquia, de nuestro movimiento..., con mucha oración y con la ayuda fundamental de la Virgen», explicó Lorenzo. Su esposa añadió que«la experiencia de la fe, se pega con el roce», y, por eso, su casa «siempre ha estado abierta».
Otra de las claves de este matrimonio, a la hora de transmitir la fe a sus hijos, ha sido«hablar abiertamente con ellos, aunque el diálogo a veces puede ser difícil, especialmente a ciertas edades. Pero siempre procuramos que se sientan queridos, y aceptados tal como son, respetando siempre su dignidad y libertad».
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