* «Pensé de nuevo en aquel encuentro repentino en el avión y terminé por enviar un SMS a Léon, el que quería predicar la palabra de Dios: “Dime, ¿cómo lo hacéis los cristianos cuando todo va mal?”. Me respondió con un versículo de la Biblia: “Todo el que invoque el nombre del Señor será salvo” (Romanos 10:13)… En unas pocas semanas, había leído el Nuevo Testamento y quedé impresionada: ¡estaba completamente fascinada! Desde entones fui a misa todos los domingos. Tenía la sensación de saber que por fin estaba de verdad en el lugar que buscaba. Sentí la presencia de Dios como un Padre, y a Jesús que me decía “en el corazón de tu debilidad te muestro mi fuerza y te cargo sobre mis hombros»
domingo, 27 de noviembre de 2016
Janine Abenroth, atea convencida, conoció en un avión a un joven cristiano a quien acudió cuando todo le iba mal y encontró a Dios
Etiquetas:
Amor,
atea,
conversión,
cristiano,
Dios,
Esperanza,
Evangelio,
familia,
fe,
jóvenes,
Oración,
perdón Jesucristo,
religión,
Testimonio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario