* «Hablé con un seminarista y le pregunté cómo podía confesarme. Yo no quería pero al final me convenció para que lo hiciera y no posponerlo más tiempo. Fue un momento difícil porque tenía secretos duros como mis adicciones, mi matrimonio… pero fue una gran descarga para mí. Llegué a llorar. Lo pasé fatal y el cura me decía que no me preocupara porque ahora era un hombre nuevo. El confesar, el no esconder cosas te permite ser una persona nueva»
Camino Católico.- Juan Carlos Rodríguez estuvo alejado de la Iglesia prácticamente toda su vida. En su desempeño profesional irrumpieron hace años las nuevas tecnologías. Lo que en principio sería tan solo parte de su trabajo acabó, poco a poco, arrastrándole hacia unos derroteros de consecuencias irreparables para su matrimonio y para su salud. Su adicción a Internet afectó a su matrimonio. Como él dice, la duda estaba sembrada y el adulterio, aunque no fuera de hecho sino de pensamiento, se instaló en su relación. La pareja se rompió y el divorcio desencadenó un gran sin sentido para él. Y sobrevino la depresión. Cuenta su testimonio de conversión en un vídeo de Mater Mundi TV.
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