* «El cristianismo y la Nueva Era no podían coexistir. En la Misa descubrí que Dios es Dios y yo no. Yo soy la criatura, y por invitación Suya puedo ser hijo de Dios y partícipe de la Trinidad. Dios no es una persona, son tres, que están toda la eternidad amándose. Y no solo `está ahí´ como presencia espiritual, sino que es una persona que se encarna. Ahí está Jesucristo, andando y viviendo como nosotros, como una guía verdadera y perfecta para ir aprendiendo de Jesús cómo ama Dios»
Javier Melfi cuenta su testimonio en este vídeo de la diócesis de Villarica
Camino Católico.- Javier Melfi fue bautizado cuando niño, sin embargo no tuvo ningún tipo de aproximación a la fe hasta 2019 cuando decidió acompañar a su compañero de piso a Misa de Domingo de Ramos, una decisión que le daría a su vida un giro de 180º grados. La familia de Javier no conocía a Dios y la práctica religiosa brillaba por su ausencia, pero sus padres le enseñaron desde joven el mundo de la espiritualidad oriental y la Nueva Era. Se dio cuenta que el yoga era su vocación: aprendió y fue un prolífico maestro de esta disciplina. Un día, justo antes de una clase, tuvo un encuentro «cara a cara» con la «propuesta de Satanás» que implicaba el yoga y dándose cuenta lobró un combate en el que «Cristo venció. Conquistó mi corazón”, cuenta Javier, residente en Chile desde hace tres años, en un vídeo de la diócesis de Villarica.
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