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martes, 3 de septiembre de 2024

Padres de bebé enfermo recurren a la intercesión de la Virgen y piden al sacerdote Juan Luis Andrade que lo suba al camarín ante la imagen y ore por él y mejora su salud


A la izquierda, Virgen de San Juan de los Lagos, y, a la derecha, el P. Juan Luis Andrade con el bebé José de Jesús / Fotos: P. Juan  Luis Andrade, Facebook

* «Para quien duda de la acción de Dios por intercesión de la Virgen Santísima, yo puedo dar testimonio de que suceden cosas entre nosotros que simplemente no se pueden explicar… yo tuve a José de Jesús en mis brazos, yo vi su condición de salud… y lo he visto ahora con una sonrisa que me arrebata lágrimas al no poder explicar su recuperación más que a partir de aquel encuentro entre José de Jesús y Nuestra Madre Santísima de San Juan de los Lagos»

Camino Católico.-  A sus 9 meses de edad, el pequeño José de Jesús llevaba prácticamente toda su vida en el hospital debido a sus problemas de salud. Sus papás decidieron pedir la intercesión de la Virgen María, y un año después, el pequeño está mejor que nunca. El sacerdote de la parroquia Our Lady of the Snows en Chicago (Estados Unidos), P. Juan Luis Andrade, comparte en su perfil de Facebook  una experiencia única que vivió el año pasado al visitar la Catedral Basílica de San Juan de los Lagos en México, cuando subió en brazos al pequeño, al camarín de la Virgen, donde rezó por él y a las tres semanas ya había mejorado su salud. El 1 Marzo de 2023, durante mi visita a la Basílica de San Juan de los Lagos tuve la bendición de conocer a José de Jesús. Este es el testimonio del sacerdote:


El niño José de Jesús ha mejorado su salud por intercesión de la Virgen de San Juan de los Lagos / Foto: P. Juan  Luis Andrade, Facebook
  
El 1 Marzo de 2023, durante mi visita a la Basílica de San Juan de los Lagos tuve la bendición de conocer a José de Jesús.

José de Jesús tenía entonces apenas unos 9 meses de edad, había pasado toda su vida en un hospital debido a un problema de salud con el que había nacido. Prácticamente ya no había nada que hacer por él, así que sus papás lo habían llevado ese día a la Basílica para presentarlo a la Virgen. Al terminar la misa, el padrino de José de Jesús se enteró de que yo subiría al camarín de la Virgen para tocarla con el manto destinado para la réplica que tengo en mi parroquia. “Es la única esperanza que nos queda padre”-recuerdo que me dijo. Me rogaba para que le permitiera subir con el niño a tocar la Virgen. 

“Solo tengo permiso para dejar subir al padre”- indicó uno de los sacristanes tajantemente. Así que tras analizar la situación y preguntar cuánto tiempo el bebé podía permanecer desconectado al tanque de oxígeno terminé arrodillado a los pies de la imagen de la Santísima Virgen con un bebé en brazos… 

No pude decir nada, era tanta la emoción y la impresión de estar a los pies de tan milagrosa imagen unido a la adrenalina causada por el alegato con el sacristán que solo pude decirle a la Virgen: “aquí te mandan Madre mía” mientras ponía al bebé en el tapanco que sostiene la peana de la Virgen Santísima. Tras rezar unas cuantas Aves Marías y tocar la imagen con la manita del bebé, bajé de nuevo a la sacristía para regresar a José de Jesús a su familia.

Tres semanas después recibí noticias de la mejoría de José de Jesús, y así un año después, José de Jesús seguía cada vez mejor… y así la semana pasada durante mi última visita a la Catedral Basílica. José de Jesús, “está mejor que nunca” -me dijo su mamá en una llamada telefónica.

Para quien duda de la acción de Dios por intercesión de la Virgen Santísima, yo puedo dar testimonio de que suceden cosas entre nosotros que simplemente no se pueden explicar… yo tuve a José de Jesús en mis brazos, yo vi su condición de salud… y lo he visto ahora con una sonrisa que me arrebata lágrimas al no poder explicar su recuperación más que a partir de aquel encuentro entre José de Jesús y Nuestra Madre Santísima de San Juan de los Lagos.

Doy gracias a Dios por permitirme ser el burrito que llevara a José de Jesús a los pies de nuestra Madre Santísima, sea bendito por siempre su Santo Nombre, Él que es tres veces santo y que nos dio a María como nuestra tierna Madre. Que ella siga intercediendo por nosotros sus hijos. 

Gracias también a la familia de Jose De Jesus por permitirme compartir públicamente lo que ha sucedido.

P. Juan Luis Andrade

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