* «Al llegar a casa escribí el mejor WhatsApp de toda mi vida: `Quiero ser lo que siempre he deseado, entregar mi vida a Dios en la vida contemplativa’. Os aseguro que mi corazón comenzó a descansar y volví a sentir esa alegría que hacía mucho tiempo que no tenía. ¿Por qué Dios me eligió a mí? No lo sé, solo sé que me siento inmensamente amada por él y estoy eternamente agradecida. Solo puedo decir lo dichosa que me siento, porque no quiero ser únicamente charco de agua transparente, sino lago sin ondas en el que Dios se refleje todo entero»