* «La afirmación de que el hombre fue hecho por Dios estaba confirmada bíblicamente, pero también explicaba por qué tantos eran desdichados con la vida puramente materialista y sensual de la ‘ciudad terrena’. Si realmente el hombre estaba hecho para Dios, todo lo que fuera menos que Dios sería en última instancia insatisfactorio. A medida que avanzaba, se me fue haciendo evidente que el catolicismo era el que más claramente representaba las enseñanzas de Cristo»