* «Esta es una afirmación del Concilio Vaticano II: un diácono sirve para manifestar el testimonio del amor del Señor hacia los demás, ya que tenemos que ser reflejo de Cristo servidor. Este servicio específico surge desde la fe y el amor al prójimo y se expresa en el diaconado, para colaborar en la construcción del Reino de Dios aquí en la Tierra. Me gustaría servir al Señor con alegría, como nos dice el salmo 100. Luego como el Sr. Arzobispo de mi diócesis Joan Planellas i Barnosell lo disponga, siempre según mis posibilidades y capacidades. Y por último, quiero servir con pobreza y humildad, que es el carisma propio de los diáconos y con la misma entrega con la que vivieron los diáconos mártires de Tarragona Augurio y Eulogio»