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miércoles, 25 de septiembre de 2024

Oración a San Carlos de Sezze para pedir la humildad / Por P. Carlos García Malo




Camino Católico.- Cada 25 de septiembre la Iglesia celebra a San Carlos de Sezze, fraile franciscano nacido en Italia, uno de los más grandes exponentes de la poesía y la mística del siglo XVII. Fray Carlos llevó en carne propia signos físicos del amor de Dios: su corazón fue traspasado por un rayo de luz proveniente de la Eucaristía que le dejó una herida abierta en el pecho hasta el final de su vida.

Juan Carlos Marchioni -nombre de pila del santo- nació en 1620, en el pequeño pueblo de Sezze, en la región de Lacio (Italia). De origen humilde, logró acceder a la escuela gracias al encomiable esfuerzo de sus padres.

“Un fracaso escolar” y el consiguiente milagro

Un día, en la escuela, Juan Carlos recibió un fuerte castigo físico -a la usanza de la época-. a manos de su maestro por no haber aprendido adecuadamente una lección. Sus padres, decepcionados, pensaron que el muchacho carecía de aptitudes para el progreso en los estudios. Así que decidieron sacarlo del colegio y enviarlo a trabajar al campo, donde -pensaban ellos- el jovencito podría ser de mayor provecho.

Carlos pensó, por su parte, que su fortuna no había sido del todo mala y que podría vivir en el campo por el resto de su vida, lejos del compromiso de tener que estudiar.

Sin embargo, las circunstancias dieron un giro inesperado. Un día cualquiera, de esos que Carlos se la pasaba en el campo sin hacer mucho, una bandada de aves espantó a los bueyes que conducía mientras araba la tierra. Estos, nerviosos, se pusieron violentos y arremetieron contra él. Preso del terror, en un instante, se le pasó por la cabeza que moriría allí mismo, de manera irremediable. Las bestias no se calmaban, entonces, su mente, en “acto reflejo” espiritual, invocó a Dios para que lo libere de la muerte: “¡Me meto al convento, pero sálvame, Señor!”.

Un segundo después, se encontró tirado en el suelo, abrió paulatinamente los ojos, tomó aire y miró alrededor. Los bueyes ya no estaban junto a él; solo pudo divisar sus siluetas a cierta distancia. Se revisó por todas partes. Estaba completamente ileso.

Perseverar hasta el fin

Unos días después del susto, Carlos vio pasar a unos franciscanos por el campo donde trabajaba. Raudo, se acercó a ellos a preguntar qué debía hacer para ser como ellos. Los frailes le dijeron que se dirigiera a Roma y buscase hablar con el padre superior de la Orden.

De inmediato, el jovencito se juntó con tres amigos con quienes unos días después iniciaría el periplo hacia la Ciudad Eterna.

Los cuatro llegaron a la casa de los franciscanos en Roma y fueron recibidos por el padre superior. Este, queriendo poner a prueba sus intenciones, los recibió ásperamente y los trató como haraganes -otros más de todos los que tocaban la puerta del convento para asegurarse alimento gratis y un techo-. Acto seguido, el superior los echó fuera.

Los jóvenes insistieron en ser recibidos alegando que sus intenciones eran rectas, pero no consiguieron que el fraile cambie de opinión, así que tuvieron que apartarse. No obstante, al rato, decidieron volver y tocar otra de las puertas del convento, a ver si su suerte cambiaba. Cuando les abrieron, suplicaron al superior -esta vez con gritos- que los recibiera. El fraile, haciéndose el difícil, les dijo que esa noche les permitiría dormir en calidad de limosneros, pero que al día siguiente tendrían que irse definitivamente.

Los cuatro aceptaron la propuesta, pero, al día siguiente, en vez de ser echados, recibieron un mensaje inesperado del superior. El fraile les mandaba decir que habían pasado “la prueba inicial” y que serían admitidos como aspirantes.

“Todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará” (Mt 16, 25)

Carlos fue nombrado portero del convento. Su costumbre era admitir a todo caminante que pidiera hospedaje por las noches, generalmente muy frías, así como repartir entre los huéspedes la limosna que la gente con más recursos le dejaba. Al principio el superior se lo aceptaba, pero después lo mandó llamar para decirle: "De hoy en adelante no admitiremos a hospedarse sino a unas poquísimas personas, y no repartiremos sino unas pocas limosnas, porque estamos dando demasiado".

Él obedeció como correspondía, pero sucedió entonces que ya nadie les daba las cuantiosas ayudas de antes y el número de benefactores habituales de la Orden se redujo. Entonces, el superior lo llamó para preguntarle cuál podría ser la causa de tal disminución.

"La causa es muy sencilla –respondió el hermano Carlos-, es que dejamos de dar a los necesitados y Dios dejó de darnos a nosotros. Porque con la medida con la que repartamos los demás, con esa medida nos dará Dios a nosotros".

Esa misma noche Fray Carlos recobró el permiso para recibir a cuanto huésped pobre llegara y para repartir las limosnas generosamente. Dios volvería a enviar a los frailes las habituales y copiosas donaciones, suficientes para vivir y ayudar.

Las puertas del cielo están abiertas para los que practican la humildad

No pocos, entre quienes reconocían en Carlos una vida espiritual profunda, le solicitaron que redactara ciertas pautas que ayudaran a otros a orar mejor y crecer en santidad. El fraile aceptó el pedido y dio su consentimiento para que se difundieran sus textos. Esto, lamentablemente, no fue del agrado de todos. Lo que para él era un acto de obediencia y desprendimiento, se convirtió a los ojos de algunos en un gesto de petulancia y vanidad. Después llegaron las reprimendas y la amenaza de excluirlo de la comunidad.

El buen fraile no tenía ni idea de que para estos menesteres son necesarias las censuras y revisiones de los “doctos”. Humillado, se arrodilló ante el crucifijo para desahogar su dolor, cuando, de pronto, oyó una voz que le decía: "Ánimo, que estas cosas no te van a impedir entrar en el paraíso". Esa voz era la de Cristo, que desde la cruz le estaba hablando.

Un corazón traspasado, Tú no lo desprecias (Sal 51, 17)

Había una breve y sencilla oración que el hermano Carlos repetía con frecuencia: "Señor, enciéndeme en amor a Ti". El pedido se convirtió en jaculatoria porque siempre estaba en sus labios o en sus pensamientos. Estas sencillas palabras le ayudaban a expresar cuánto Cristo había transformado su vida y cuán unida a Él se hallaba su alma.

Un día de octubre de 1648, durante la elevación del Santísimo Sacramento, San Carlos vio cómo un rayo de luz brotaba de la hostia consagrada en dirección a su pecho. En ese instante, mientras clamaba a Dios angustiado, sintió que esa luz le traspasaba el corazón.

Después, se encontró anonadado. Sobre su pecho había quedado una herida abierta; una que no cerraría jamás.

La virtud y el arte

San Carlos de Sezze escribió varios poemas de carácter místico, en la tradición de la poesía del amor divino, característica del medioevo italiano. Destacan Las tres vías, El sagrado septenario, y Los discursos sobre la vida de Jesús.

Además redactó, por orden de su confesor, una Autobiografía, la que se considera hoy como decisiva para comprender su alma mística.

En el cielo y en la tierra

San Carlos de Sezze fue beatificado en 1882 por el Papa León XIII, más de dos siglos después de su muerte; y fue canonizado por el Papa San Juan XXIII, el 12 de abril de 1959. Pidamos la gracia de la humildad por intercesión de San Carlos de Sezze con esta oración:


San Carlos de Sezze, que siguiendo los pasos del humilde peregrino de Asís, te entregaste en cuerpo y alma a la orden de los hermanos menores; y reconociendo en ti tus limitaciones y pobrezas sólo quisiste ser un pobre hermano lego a la vez que limosnero paseando por las aldeas, mendigando alimentos y unas cuantas monedas. Mientras que algunos se reían de tu simplicidad, Dios se fijó en ti…


San Carlos de Sezze, quisiera ser humilde y dejarme hacer; estar escondido y que brille sólo Él: 

Cristo. Bendice a través de mí a quienes se acerquen, pero que no me vean a mí, que yo pasé desapercibido, invisible; y que la gloria de Dios resplandezca siempre iluminando de alegría, bondad y amor los corazones que tú has creado

Amén

P. Carlos García Malo

A San José le pido que interceda para que se cumpla en mí la voluntad de Dios / Por P. Carlos García Malo

 


martes, 24 de septiembre de 2024

Padre Pio, película en dibujos animados sobre la vida del santo de Pietrelcina


Camino Católico.-  Este film animado, dirigido por Orlando Corradi y estrenado en 2006, narra en 90 min la biografía de San Pío de Pietrelcina, desde el compromiso que hizo con Dios en su niñez, hasta el momento de su retorno a la Casa del Padre.

La película destaca cómo el santo tuvo, a ejemplo de Cristo, una amistad y amor preferencial hacia los niños y los más necesitados de ayuda. Una excelente opción para ver en familia y evangelizar a los más chicos.

Padre Pio, película en español del año 2000 sobre la vida del santo de Pietrelcina


 Camino Católico.-  ‘Padre Pio’ está basada en la biografía escrita por Renzo Allegri. Francesco Forgione, desde niño ha tenido visiones de la Virgen María, de Jesús y también del Diablo. Todo ello forja en él el deseo de llegar a ser sacerdote. Tras entrar en la orden de los Capuchinos con el nombre de Pío de Pietrelcina, se evidencian en él unos poderes para los que no hay explicación científica: sana a enfermos, conoce el nombre y los problemas de desconocidos a quienes predice el futuro…

Cuando en 1918 le aparecen estigmas en manos y pies, sus devotos seguidores se multiplican, provoca que el Vaticano lo acuse de embaucador. Aunque no se le permite ejercer como sacerdote, la gente sigue creyendo en sus milagros.

Poco antes de su muerte en 1968, la Iglesia reconoce una obra que lo llevará a ser santificado en 2002 por Juan Pablo II, el mismo a quien décadas atrás, cuando sólo era Karol Wojtyla, el Padre Pío le predijo que llegaría a ser Papa.

FICHA TÉCNICA

Título Original: Padre Pío
Duración: 200 minutos
Año: 2000
Clasificación por edades:
No recomendada para menores de 7 años.
Director: Carlo Carlei  Reparto: Andrea Buscemi, Pietro Biondi, Sergio Castellito  Premios de la película: • Premio del Público en el Festival de Cine Italiano de Los Ángeles.

Dios es un Dios de presente / Por Conchi Vaquero

 


Camino Católico.-  La enseñanza la realiza Conchi Vaquero Callejas, laica casada y madre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida, quien reflexiona en esta enseñanza sobre la acción de Dios en nuestra vida. Dios es un Dios de presente y en nuestra oración y en cada situación debemos experimentar que somos amados profundamente por Él. Pensar en el futuro nos trae ansiedad y depresión porque nos centramos en unas preocupaciones y problemas que no existen.

Conchi Vaquero pertenece también al grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta charla, el lunes 28 de marzo de 2011.

Homilía del P. José Blanco y lecturas de la Misa de hoy, martes, la Virgen de la Merced, 24-9-2024


24 de septiembre de 2024.- (Camino Católico) Homilía del P. José Blanco y lecturas de la Santa Misa de hoy, martes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario, la Virgen de la Merced, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Santa Misa de hoy, martes, la Virgen de la Merced, 24-9-2024

24 de septiembre de 2024.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, martes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario, la Virgen de la Merced, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Palabra de Vida 24/9/2024: «Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen» / Por P. Jesús Higueras


Camino Católico
.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 24 de septiembre de 2024, martes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 8, 19-21:

En aquel tiempo, vinieron a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.

Entonces le avisaron:

«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte».

Él respondió diciéndoles:

«Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».


Adoración Eucarística con el P. José Aurelio Martín en la Basílica de la Concepción de Madrid, 24-9-2024


24 de septiembre de 2024.- (Camino Católico) Adoración al Santísimo Sacramento con el P. José Aurelio Martín Jiménez, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Oración a la Virgen de la Merced para ser liberados de las cárceles espirituales y materiales que nos impiden vivir en la libertad de los hijos de Dios / Por P. Carlos García Malo

* «Santísima Virgen de la Merced, misericordia, perdón, dadiva... significa tu dulce nombre. Tú, que inspiraste a San Pedro Nolasco la Fundación de los Mercedarios para redimir y liberar a los cristianos presos en países sarracenos. Míranos hoy a los cristianos de este siglo presos de la idolatría, de la falsa fama, del dinero; rindiéndole culto al príncipe de la mentira buscando respuestas en sortilegios, augurios y otras supersticiones. Sólo tu Hijo es el camino, la verdad y la vida. Ayúdanos con tu intercesión a salir del engaño y de esas cárceles que nos hemos construido y que vivamos junto a ti y junto a Cristo en la libertad de los hijos de Dios que trae paz, amor, dicha y felicidad a las almas»

P. Carlos García Malo / Camino Católico.-  Cada 24 de septiembre la Iglesia celebra a la Virgen de la Merced que significa “misericordia”, advocación que se remonta al siglo XIII cuando la Virgen se le aparece a San Pedro Nolasco y lo anima a seguir liberando a los cristianos esclavos. En esa época los moros saqueaban las costas y se llevaban a los cristianos como esclavos a África. En esa horrenda condición, muchos perdían la fe al pensar que Dios los había abandonado.

Pedro Nolasco, al ver esta situación, vendió hasta su propio patrimonio para liberar a los cautivos. De igual modo, formó un grupo para organizar expediciones y negociar redenciones. Cuando se les acabó el dinero, entonces pidieron limosnas. Sin embargo, las ayudas también se terminaron. Es aquí que Nolasco pide a Dios que le ayude.

En respuesta, la Virgen se le aparece y le solicita que funde una congregación para redimir cautivos. Nolasco le preguntó: “¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer que tú me mandas?”

Y María respondió diciendo: “No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en honor mío; será una orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel es decir, entre los cristianos y serán signo de contradicción para muchos”.

Ante este deseo, se funda la orden de los Mercedarios el 10 de agosto de 1218 en Barcelona, España, -ciudad de la que es patrona la Virgen de la Merced- y San Pedro Nolasco fue nombrado por el Papa Gregorio IX como Superior General.

Los integrantes, aparte de los votos de pobreza, castidad y obediencia, hacían un cuarto voto en el que se comprometían a dedicar su vida a liberar esclavos y que se quedarían en lugar de un cautivo que estuviese en peligro de perder la fe, cuando el dinero no alcanzara para lograr su liberación.

Más adelante, en el año 1696, el Papa Inocencio XII fijó el 24 de septiembre como la Fiesta de la Virgen de la Merced en toda la Iglesia.

Cuando los frailes mercedarios llegan a América, llevan también la devoción a la Virgen de la Merced. La cual se propagó en República Dominicana, Perú, Ecuador, Argentina y muchos otros países, donde es conocida y amada.

Pidamos a la Virgen de la Merced ser liberados de las cárceles espirituales y materiales que nos impiden vivir en la libertad de los hijos de Dios:


Santísima Virgen de la Merced, misericordia, perdón, dadiva… significa tu dulce nombre.

Tú, que inspiraste a San Pedro Nolasco la Fundación de los Mercedarios para redimir y liberar a los cristianos presos en países sarracenos.

Míranos hoy a los cristianos de este siglo presos de la idolatría, de la falsa fama, del dinero; rindiéndole culto al príncipe de la mentira buscando respuestas en sortilegios, augurios y otras supersticiones.

Madre del Cielo, ten la merced de enviarnos verdaderos creyentes que nos libren de estas falsas prisiones del espíritu y alivien así la desazón que la mentira deja en el alma.

Sólo tu Hijo es el camino, la verdad y la vida.

Tú nos lo muestras en tus brazos y nos lo ofreces como única tabla de verdadera salvación.

Ayúdanos con tu intercesión a salir del engaño y de esas cárceles que nos hemos construido y que vivamos junto a ti y junto a Cristo en la libertad de los hijos de Dios que trae paz, amor, dicha y felicidad a las almas.

Amén.

Virgen de la Merced, ruega por nosotros.

P. Carlos García Malo


Sacas todos los días tiempo para la oración, te sabes en el tiempo de Dios y en su Providencia y te abandonas / P. Carlos García Malo

 


lunes, 23 de septiembre de 2024

El Padre Pio y el sacramento de la confesión – Dibujos animados


Camino Católico.- El Padre Pio y el sacramento de la confesión, película de dibujos animados para niños de la serie “Mi familia católica” de  EWTN .


Homilía del P. Carlos Martínez y lecturas de la Misa de hoy, lunes, San Pío de Pietrelcina, presbítero, 23-9-2024

23 de septiembre de 2024.- (Camino Católico) Homilía del P. Carlos Martínez Oliveras y lecturas de la Santa Misa de hoy, lunes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario, San Pío de Pietrelcina, presbítero, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Santa Misa de hoy, lunes, San Pío de Pietrelcina, presbítero, 23-9-2024

23 de septiembre de 2024.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, lunes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario, San Pío de Pietrelcina, presbítero, presidida por el P. Carlos Martínez Oliveras, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Palabra de Vida 23/9/2024: «La lámpara se pone en el candelero para que los que entren vean la luz» / Por P. Jesús Higueras


Camino Católico
.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 23 de septiembre de 2024, lunes de la 25ª semana de Tiempo Ordinario, San Pío de Pietrelcina, presbítero, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 8, 16-18:

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

«Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o la mete debajo de la cama, sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz.

Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público.

Mirad, pues, cómo oís, pues al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener».

Adoración Eucarística con el P. José Aurelio Martín en la Basílica de la Concepción de Madrid, 23-9-2024


23 de septiembre de 2024.- (
Camino Católico) Adoración al Santísimo Sacramento con el P. José Aurelio Martín Jiménez, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Oración a San Pío de Pietrelcina para obtener las gracias vitales que necesitamos / Por P. Carlos García Malo

* «Santo padre Pío, que crucificado en vida, te inmolaste en la cruz del controvertido siglo XX con las llagas sangrantes como otro Cristo sufriente…. Mírame humillado y afligido en tu presencia… Yo sé que desde el cielo sabes cuánto necesito y desde ahora me abandono a la providencia de Dios que traspasada por tu intercesión alcanzará para mi vida todas las bendiciones que necesito»

P. Carlos García Malo / Camino Católico.- “Oh Jesús, mi suspiro y mi vida, te pido que hagas de mí un sacerdote santo y una víctima perfecta”, escribió una vez San Pío de Pietrelcina, cuya fiesta se celebra cada 23 de septiembre. Su oración fue escuchada y se le concedió el don de los estigmas.

Durante su vida, Dios lo dotó de muchos dones, como el discernimiento extraordinario que le permitió leer los corazones y las conciencias. Por ello muchos fieles acudían a confesarse con él.

El Padre Pío nació en Pietrelcina (Italia) el 25 de mayo de 1887. Su nombre era Francisco Forgione y tomó el nombre de Fray Pío de Pietrelcina en honor a San Pío V, cuando recibió el hábito de Franciscano capuchino.


A los cinco años se le apareció el Sagrado Corazón de Jesús, quien posó su mano sobre la cabeza del niño. El pequeño, a su vez, prometió a San Francisco que sería un fiel seguidor suyo. Desde entonces su vida quedó marcada y empezó a tener apariciones de la Santísima Virgen.


A los 15 años decide ingresar a la Orden Franciscana de Morcone y tuvo visiones del Señor en la que se le mostró las luchas que tendría que pasar contra el demonio.

El 10 de agosto de 1910 es ordenado sacerdote. Poco tiempo después le volvieron las fiebres y los dolores que lo aquejaban, entonces fue enviado a Pietrelcina para que restablezca su salud.

En 1916 visita el Monasterio de San Giovanni Rotondo. El Padre Provincial, al ver que su salud había mejorado, le manda que retorne a ese convento en donde recibió la gracia de los estigmas.

“Era la mañana del 20 de septiembre de 1918. Yo estaba en el coro haciendo la oración de acción de gracias de la Misa… se me apareció Cristo que sangraba por todas partes. De su cuerpo llagado salían rayos de luz que más bien parecían flechas que me herían los pies, las manos y el costado”,describió San Pío a su director.

“Cuando volví en mí, me encontré en el suelo y llagado. Las manos, los pies y el costado me sangraban y me dolían hasta hacerme perder todas las fuerzas para levantarme. Me sentía morir, y hubiera muerto si el Señor no hubiera venido a sostenerme el corazón que sentía palpitar fuertemente en mi pecho. A gatas me arrastré hasta la celda. Me recosté y recé, miré otra vez mis llagas y lloré, elevando himnos de agradecimiento a Dios”, añadió.

El 9 de enero de 1940 animó a sus grandes amigos espirituales a fundar un hospital que se llamaría “Casa Alivio del Sufrimiento”. La cual se inauguró el 5 de mayo de 1956 con la finalidad de curar al enfermo en lo físico y espiritual.

El Padre Pío partió a la Casa del Padre un 23 de septiembre de 1968 después de murmurar por largas horas “¡Jesús, María!”.

San Juan Pablo II, durante su canonización el 16 de junio del 2002, dijo de él: “Oración y caridad, esta es una síntesis sumamente concreta de la enseñanza del padre Pío, que hoy vuelve a proponerse a todos”. Oremos al Padre Pio para que interceda ante el Señor y se nos concedan las gracias que nuestras almas necesitan para progresar espiritualmente:


Santo padre Pío, que crucificado en vida, te inmolaste en la cruz del controvertido siglo XX con las llagas sangrantes como otro Cristo sufriente.

Tú, que aceptaste vivir la pasión durante tu paso terrenal por la conversión de los pecadores y, así, arrancarle al buen Dios innumerables gracias y milagros en beneficio de todos cuantos se acercaban a ti.

Mírame humillado y afligido en tu presencia suplicándote un favor más para este alma que tanto espera y confía en ti.

Yo sé que desde el cielo sabes cuánto necesito y desde ahora me abandono a la providencia de Dios que traspasada por tu intercesión alcanzará para mi vida todas las bendiciones que necesito.

Amén.

San Pío de Pietrelcina. Ruega por nosotros.

P. Carlos García Malo


Dentro de nosotros llevamos el reino de Dios y hay que dedicarle tiempo: Ora, adora, reza y confía / Por P. Carlos García Malo