Sammy Basso, joven atrapado en un cuerpo anciano: “Para mi Dios es Dios, es indescriptible. La fe es lo más importante que tengo”

* «La fe es mi parte más íntima. Podría decir todo sobre mi mismo, pero si no dijera que tengo fe es como si no hubiera dicho nada. Creo mucho en el mensaje de Jesús, también como mensaje religioso.  Mi oración antes de nada es una acción de gracias”

Camino Católico.- Sammy Basso tiene casi 21 años y es el más longevo de los casi cien jóvenes en el mundo afectados por la Progeria, una enfermedad que le lleva a ser como un anciano en el cuerpo de un niño.

Sammy representa una gran esperanza para cuantos como él están afectados por esta enfermedad degenerativa, y un ejemplo de coraje para todos.

Su fe, la pasión por la vida y el querer ir más allá, con alegría, a pesar de todo, se trasparentan en cada una de sus expresiones.

Sammy lleva una Tau, una cruz franciscana en el cuello, y explica que “la fe, entre todas las cosas, es lo más importante que tengo, es mi parte más íntima. Podría decir todo sobre mi mismo, pero si no dijera que tengo fe es como si no hubiera dicho nada.”

“Para mi Dios es Dios, es indescriptible. Creo mucho en el mensaje de Jesús, también como mensaje religioso. Y creo que también los que no creen pueden tomar el mensaje de Jesús y hacerlo suyo” asevera Sammy en el vídeo en que es entrevistado por Aleteia.

“Mi oración antes de nada es una acción de gracias. Teniendo la Progeria, podría pedir que pueda estar bien. Pero la Progeria es sólo una pequeña parte de lo que es mi vida. Tengo muchísimas cosas, pero sólo vivir en esta tierra, tener las montañas, el mar, la familia, son todo cosas muchísimo más grandes que una enfermedad” dice este joven.