“Ese sacerdote me introdujo en el Amor Jesús; no un Jesús de la venganza y la flagelación. Perdonarme a mí mismo no era fácil y en la misión descubrí que si no podía amarme a mí mismo no podría amar a los demás. Si Dios no me ha juzgado, ¿quién soy yo para juzgar? Esto no significa que me olvido de mi pasado”
miércoles, 26 de octubre de 2016
Antonio Baccassino fue rescatado por el Amor de Jesús del abismo de la prisión y las drogas y es misionero laico en Baghdad
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