“Sentí que Dios me estaba llamando para ser sacerdote. Fue un proceso de discernimiento gradual… Lo único que pasa por mi mente es que soy tan indigno, con una falta de habilidades. Pero sentí una paz de que Dios me iba a hacer capaz de poder cumplir con esta tarea… Ser sacerdote es dar toda su vida a Cristo, y entregarse a la iglesia. Para mí no es un sacrificio demasiado grande. Para mí, el celibato es una hermosa tradición que espero que continúe, como un todo de dedicación total de tu vida a Dios”
jueves, 6 de julio de 2017
Josh Altonji dejó la computación y la psicología para ser sacerdote: “lo estaba rezando en la secundaria”
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