* «Me levanté, me acerqué, me puse de rodillas y mirando la Hostia, mirando a Jesús, tuve la impresión de que Jesús me miraba en lo profundo de todo mi ser. Era como si tuviese una máscara que se caía delante de mí, como si tuviese una máscara que yo llevaba frente al mundo y en mi vida siendo cristiano. Dios me miraba en verdad, en lo más profundo de mi ser, me conocía totalmente, y le dije: ‘Señor, no sé qué es lo que quieres para mi vida, pero no consigo tener confianza, no llego a amarme, no confío en los demás. Deposito todo esto a los pies de la Cruz’… Esta experiencia ha cambiado muchas cosas en mi vida»
Camino Católico.- A Damien le sucedió como a muchas personas hoy en día. Decepcionado del ser humano, de sus amigos, de las chicas, de todo lo que le rodeaba «veía que comenzaba a forjar un caparazón para protegerme, me endurecía y no podía confiar en nadie». Buscó formas de llenar el vacío, pero todo seguía igual hasta que le invitaron a un encuentro de jóvenes en Paray-le-Monial donde «experimenté que Dios me amaba y creo que Él siempre está conmigo», explica a Découvrir Dieu en el video traducido por Mater Mundi TV.
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