“La celda secreta donde está preso parece la celda de un monje. Altar, reclinatorio, libro de oraciones, textos teológicos. Una vez mientras me hablaba, paró y dijo: ‘es la hora de los salmos, los recita conmigo’. Durante años ha vivido una vida ascética, físicamente no tiene nada que ver con el antiguo jefe Spatuzza. Dio toda su ropa a Cáritas y viste de negro haciendo luto por todos los muertos” explica Marcello Cozzi, sacerdote italiano, que ha publicado un libro en el que habla con Spatuzza y otros mafiosos
