* «La Palabra de Dios despliega la potencia del Espíritu Santo, nos atrae hacia Dios y nos envía hacia los demás, dilata el corazón, hace cambiar de ruta, trastoca los hábitos, abre escenarios nuevos y desvela horizontes insospechados. La Palabra de Dios libera de las ataduras del pasado, cura la memoria herida implantando el recuerdo de Dios y de las obras que ha hecho por nosotros, nos radica en el bien, nos recuerda quienes somos: hijos de Dios salvados y amados. La Palabra de Dios mientras libera de los obstáculos del pasado y del presente, hace madurar en la verdad y en la caridad, reaviva el corazón, lo sacude, lo purifica de las hipocresías y lo llena de esperanza»
Video completo de la transmisión en directo de Vatican News con la homilía del Papa traducida al español
* «Abrumados por miles de palabras, no damos importancia a la Palabra de Dios, la oímos, pero no la escuchamos; la escuchamos, pero no la custodiamos; la custodiamos, pero no nos dejamos provocar por ella para cambiar; la leemos, pero no la hacemos oración, en cambio ‘debe acompañar la oración a la lectura de la Sagrada Escritura para que se entable diálogo entre Dios y el hombre’ (Dei Verbum, 25). No olvidemos las dos dimensiones constitutivas de la oración cristiana: la escucha de la Palabra y la adoración del Señor»