* «Quería saber quién era Jesús, ese hombre a quien veía crucificado. Y quería pedir el bautismo en la Iglesia católica porque en ella estaba esa mujer, la Virgen María… ¡en aquella época yo era superfeminista! Salí de aquella iglesia con una alegría profunda… Paso mucho tiempo con Cristo y debo decir que es un buen compañero para la vida. No vivo mi fe solo los domingos, la vivo todos los días. Porque hay Alguien que está ahí, que me ama profundamente y, sobre todo, que me ayuda a amar mejor a los demás»
Camino Católico.- «Tengo la fortuna de formar parte de una familia numerosa. Éramos cinco hermanos. Una familia de artistas», cuenta Antoinette: «¡Y éramos lo que se suele considerar unos revolucionarios de izquierda verdaderamente comprometidos!»