“Cuando descubrí que yo era un hijo de Dios, que Dios era mi padre y Jesús mi hermano, se cayeron las escamas de mis ojos. Me sentí liberado. Comprendí que estaba hecho para el cielo"
4 de marzo de 2013.- (C.L. / Religión en Libertad / Camino Católico)"Comprendí que estaba hecho para el cielo": así sintetiza Jesse Romero las razones por las que su vida dio un salto hacia el compromiso como laico católico cuando dejó la Policía.
Tiene ahora 49 años y nació en San Bernardo, un barrio de Los Ángeles marcado por los asesinatos. En su familia se lo tomaban con humor negro: "Nos sentábamos en casa y comentábamos a quién matarían ese fin de semana. Es lo que conocimos. Pensábamos que eso era normal".
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