* “Empecé a llorar, porque vi que Cristo me amaba, que siempre había estado conmigo; experimenté el Amor gratuito, el perdón de mis pecados, que ya había confesado, y su misericordia. Reconocí que en la Iglesia estaba la verdad y que yo estaba aún lejos, por mi culpa, de donde debería estar”
* “Para mí, ser cristiano, como ser sacerdote, no es hacer yo, sino dejarme hacer. Es Él quien actúa en mí, y yo respondo como María: Hágase en mí según tu Palabra; y veo que la promesa que Dios me hace en mi vocación es la plenitud de vida”
22 de marzo de 2013.- (Manuel Capa de Toca / Alfa y Omega / Camino Católico) Cada llamada al sacerdocio es distinta, porque es diferente la historia de amor que Dios tiene con cada persona. Sin embargo, en todas las vocaciones hay rasgos comunes, como ejemplifica el testimonio de Manuel Capa, un sacerdote español ordenado en Roma el pasado mes de junio, cuya historia demuestra hasta qué punto el encuentro con Cristo y con la Iglesia puede cambiar la vida de un joven...Lo cuenta el mismo en primera persona. Leer más...
viernes, 22 de marzo de 2013
Manuel Capa de Toca, sacerdote: “Toqué fondo. En el borde del precipicio, Cristo me agarró. Volví a la Iglesia..., y se produjo mi encuentro con Él”
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