“No sé cómo, pero comprendí todo el mensaje que había detrás de este gesto y se juntaron todas las piezas de mi puzle. Sentí también el fraterno amor de mis hermanos. En la noche cuando me fui a acostar en la habitación que dormía, estuve espiritualmente en el cielo, ¡me sentía en otro mundo!”
lunes, 30 de septiembre de 2013
Manuel Pizarro, profesor: “Era un ateo sediento de fe. La luz vino a mí durante la Eucaristía; cuando el sacerdote alzó la Biblia mi mente se abrió”
Etiquetas:
agnóstico,
ateísmo,
ateo,
confianza,
conversión,
Dios,
Evangelio,
fe,
gracia,
Jesucristo,
jóvenes,
mística,
Oración,
Testimonio,
verdad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario