«Quería conocer la verdad, quería conocer a Dios. Empecé a leer a san Agustín. Hasta ese momento no sabía casi nada de la religión. Comencé a interesarme y a leer a distintos filósofos cristianos. Me di cuenta de que había recibido una gracia de Dios y me apetecía acogerla, me apetecía decirle que sí y creer… Cristo se ha convertido en alguien que me acompaña en mi día a día. Ha dejado de ser solo una idea. Esa idea que yo tenía se ha hecho carne y me acompaña en mi camino»
martes, 16 de mayo de 2017
Violeta Conde Borredo, de familia atea, se bautiza ahora tras una fulgurante conversión en una ambulancia: «Sentí una gran paz»
Etiquetas:
agnóstica,
Amor,
atea,
conversión,
evangelización,
familia,
Jesucristo,
jóvenes,
Oración,
perdón,
Testimonio,
verdad,
vida
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario