* «Al día de hoy mi Luz es una niña de 8 años por la gracia de Dios, es la maestra de la casa, es nuestra guía, es mi Señor Jesús haciéndose presente todos los días en su cuerpecito frágil. Mi Jesús la pensó de esa manera, la formó y tejió maravillosamente en mi seno. Yo le pedí al Dios un milagro: que reconstruyera el cerebro de Luz y Dios escuchó mis ruegos, me concedió un gran milagro, reconstruyó “mi cerebro”, mi corazón, nos reconstruyó como familia, comprendimos que nuestro Señor es muy bueno con nosotros… El mundo quiere ver personas perfectas que caminen, hablen y vean pero la verdadera perfección está en el amor, somos hijos de un Dios de amor y ese amor no tiene límite, es infinito»
domingo, 8 de abril de 2018
La hija de Montserrat Vázquez es ciega, muda, no camina ni mueve el cuello, padece Lisencefalia: «Es la hostia blanca y pura que Dios nos dio»
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