“Nunca había experimentado nada así. ¡Cuánto decía la misa de la naturaleza tremenda del Cielo y de Dios! Cuando al final de la vigilia vi a unas cuantas personas que recibían sus primeros sacramentos, supe que Dios me llamaba a hacer lo mismo. No podía resistirme al amor de la Madre Iglesia. Miembros de mi familia me rechazarían, mis profesores lo lamentarían… mi futuro sería incierto, y mis amigos se reirían, pero ya no me importaba. La siguiente Pascua, recibí a mi Jesús, que tanto había esperado, en la Santa Comunión, como católica, y mi alma por fin descansó. Había llegado a casa”
Comentarios de mi blog en Youtube
-
*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 3 meses