* «Primero que nada debemos orar con amor y devoción a nuestro Dios del universo y a la Virgen María, porque con fe todo se puede y ese sueño tan hermoso de ser madres se hará realidad el día menos pensado. Luego, hay que comprometerse a cuidar y velar por el bienestar de esa nueva vida que se teje en el vientre»