Seis testimonios de esperanza en el amor de Dios ante el dolor
Impactantes historias reales en la Universidad Francisco de Vitoria donde los participantes contaron cómo afrontan el sufrimiento sin perder la paz
3 de junio de 2009.- La principal objeción que ponen muchas personas a la fe es: ‘Si Dios es bueno, ¿Por qué permite el sufrimiento?’ Ese fue el tema de la jornada celebrada en la Universidad Francisco de Vitoria, en la que se puso de manifiesto que el dolor exige un salto de fe, porque plantea siempre un interrogante. No sabemos por qué Dios lo tolera en nuestro camino, pero ese salto de fe no es irracional, parte de una experiencia de amor, aunque esto no anula el misterio. El padre Florencio Sánchez, capellán de la Universidad, apuntó que no podemos buscar un Dios ‘apagafuegos’, porque así no vamos a entender su mensaje. Pero explicó que el dolor vivido cerca de Dios adquiere un nuevo sentido porque, con Alguien dentro de nosotros, lo vivimos y lo valoramos de otra forma: “Dios no lo quita, pero lo transforma, estando contigo. Su silencio nunca es indiferencia”. Además recordó el gran valor que tiene el dolor, unido al de Cristo, que cargó sobre sí nuestros sufrimientos. “‘Mi sufrimiento unido al de Cristo está cambiando y rescatando el mundo’, como dijo el profeta Isaías. Vale muchísimo sufrir con Cristo”, subrayó. Se refirió además a la importancia de hablar a Dios con confianza: “Hay que aprender a coger a Dios por las solapas, decirle lo que piensas y darle tiempo a que responda”.
En la fotografia Pablo y Jorge. Detrás: Mercedes, Mercedes, María P. de A. y María E.
(Sonsoles Calavera / Alba) En el acto participaron personas que no hablan de oídas ni de teorías porque han tenido que mirar al dolor de frente para seguir viviendo. Entre ellas, Ruth, hermana de Sara de Jesús (en la fotografia de la izquierda), que fue directora del instituto John Henry Newman, y falleció en un accidente de montaña el 15 de febrero. Contó que además su padre sufre una grave enfermedad: “En mi familia ahora nos preparamos para perder a mi padre. Pero Dios nos da la fuerza para todo lo que nos pide. Ver cómo llevamos la cruz es un milagro. Sara me enseñó a que jamás dudara del amor de Dios. Yo antes le decía: ‘Ni se te ocurra llevarte a una hermana mía’. Pero un día se llevó a la que estaba más unida, y con una muerte absurda. Desde entonces, sólo puedo decir: ‘Tú sabes más’. Me doy cuenta de que la Providencia lo abraza todo. Todo tiene sentido y todo tiene respuesta. Es como pasar por un túnel, pero saber que va a pasar y que la carretera nos lleva a Dios”. Explicó que la pérdida de su hermana ha supuesto para ella una conversión: “Es sentir la presencia de un Dios que me sostiene y me ama. La respuesta de Dios es que Él está. Los milagros están pasando porque Sara está con el Señor e intercede y cuida de nosotros. Igual que hacía cuando íbamos a la montaña, ahora me habla ‘por el walkie’, y aunque no la pueda abrazar sé que algún día gozaremos juntas de la felicidad eterna”.
Pablo Satrústegui es diabético desde los 21 años. Esta enfermedad ha ido dejando huella en su cuerpo: le han amputado las dos piernas y ha perdido la vista de un ojo. “Dios me ha mandado esto para probarme, pero yo he tenido una vida felicísima, que no me merezco. Cuando me cortaron las piernas lloré amargamente, pero vi que el único que podía comprender mi problema era Dios y le pedí que me ayudara a llevarlo con alegría y aquí estoy: sin las dos piernas, operado de todo y esperando que me operen de lo siguiente, pero no he vuelto a sufrir en la vida. Vivo con total alegría y no tengo ningunas ganas de morirme“. Su fe y el apoyo de su familia, que ha estado siempre muy unida, ha sido todo para él. Su mujer, Mercedes, apuntó que lo más duro ha sido ver sufrir a la persona que más quiere. “Pero Dios te compensa, no he dejado de pedirle ayuda ni un sólo día y Él te escucha. Además, Pablo nos lo hace más fácil con su paz y alegría. Como decía mi hija al ir a verle al hospital: ‘Mamá, cuando entras en este cuarto, papá irradia paz’. Para nosotros ha sido un verdadero ejemplo“.
Un hijo joven y enfermo
María Esteban es madre de Rafa Cattarini (en la fotografia de la derecha), un chico de 25 años que padece Esclerosis Lateral Amiotrófica, una enfermedad degenerativa de la que no se conoce cura, que lo ha dejado inmóvil y completamente dependiente en plena juventud. “Piensas que tiene que haber algo, una fuerza invisible que hace que no tires la toalla. El dolor no es transferible, pero en todo este camino nos sentimos acompañados. Y te das cuenta de que sigues día a día, y estás contento, y sonríes… porque Dios está detrás. Pero a veces nos lo pone un poco difícil y hay que luchar para no caer en el lado oscuro de la desesperanza. A veces en el Padrenuestro, digo: ‘No me dejes caer en la depresión’, en lugar de ‘en la tentación’. Es una batalla que se libra día a día”. Y cuenta que el ejemplo heroico de coraje de su hijo ha sido un impulso para todos: “Rafa nunca jamás ha manifestado pena, ni dolor, ni ha dicho: ‘¿Por qué yo?’. Por eso, nadie nos hemos permitido el lujo de preguntarlo. Nos ha traído más felicidad que disgustos. A pesar de su distante contacto con nosotros, al final él sonríe y tú también“.
Mercedes ha sufrido una ruptura matrimonial después de 19 años de matrimonio. Contó que para ella formar una familia era lo más importante, por lo que esta ha sido una prueba muy dura, “con el dolor añadido de que repercute en tus hijos, las personas que más quieres”. Pero abandonarse en Dios le dio la paz: “Cuando le das tu mano a Dios y le dices: ‘Hágase tu voluntad’, ves que todo tiene un sentido. Vi que Dios me decía: ‘Confía de verdad’ y recobré la esperanza, algo sin lo que el hombre no puede vivir”.
Jorge Pérez de Leza se quedó parapléjico tras sufrir una caída en los Sanfermines (en la fotografia de la izquierda). “Yo puedo decir que no he sufrido, porque con la familia y los amigos hay salida a ese sufrimiento”, apuntó. Recalcó que lo más importante es el amor de los que te rodean, para aprender “a bailar con lo que tienes”. Y dio una buena receta para superar el propio dolor: “Ayudar a los demás a alcanzar sus sueños”.
María leyó el testimonio de su hermana Sole Pérez de Ayala (en la fotografia de la izquierda), enferma de cáncer, que debido a su enfermedad no pudo asistir al acto. “Prefiero la vida sin cáncer, pero me han puesto en este camino y para hacerlo me han dado un botijo lleno de paz y alegría. Cuando peor me encuentro pienso que alguien necesita algo y que yo estoy ayudando. Si Cristo, mi maestro, ha hecho esto, yo debo ir detrás. Y en la cruz siempre he encontrado a María”, aseguró.
Como apuntó el moderador, José Antonio Verdejo, Secretario General de la UFV, en las conclusiones de la jornada, del dolor no se puede huir, hay que mirarlo de frente. Es un misterio y no se puede evitar, pero sí se puede encontrar en él luz y esperanza y “muchos encuentran respuesta con los pies en la tierra, mirando al cielo”.
miércoles, 3 de junio de 2009
Un nuevo grupo de oración nace y se adhiere en Perú a Familia, Evangelio y Vida
Se trata del recién creado Ministerio de la Familia de la Renovación Carismática del Distrito de Ventanilla - Callao en la Ciudad de Lima, Perú 3 de Junio de 2008.- A partir del sabádo día 4 del próximo mes de julio empezará a reunirse dos días al mes un nuevo grupo de oración, a las 8 pm., del Ministerio de la Familia de la Renovación Carismática del Distrito de Ventanilla-Callao en la Ciudad de Lima, Perú. El lugar de reuniòn serà en la casa de la Renovación Carismática Católica situada en la calle 14 s/n Parque Las Hortencias, Ventanilla, Callao, Lima, Perù. Este grupo de oración se ha adherido a los ya existentes de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida, editora de este blog y de la página web "Escuchar la Voz del Señor".
Se trata del recién creado Ministerio de la Familia de la Renovación Carismática del Distrito de Ventanilla - Callao en la Ciudad de Lima, Perú 3 de Junio de 2008.- A partir del sabádo día 4 del próximo mes de julio empezará a reunirse dos días al mes un nuevo grupo de oración, a las 8 pm., del Ministerio de la Familia de la Renovación Carismática del Distrito de Ventanilla-Callao en la Ciudad de Lima, Perú. El lugar de reuniòn serà en la casa de la Renovación Carismática Católica situada en la calle 14 s/n Parque Las Hortencias, Ventanilla, Callao, Lima, Perù. Este grupo de oración se ha adherido a los ya existentes de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida, editora de este blog y de la página web "Escuchar la Voz del Señor".
La espiritualidad de este nuevo grupo será de oración de alabanza, que es la que se realiza en los grupos de la renovación Carismática. Los responsables de este grupo y del Ministerio de la Familia del Distrito de Ventanilla-Callao son el matrimonio formado por Arturo Cabizza Gamarra y Marìa Lourdes de Cabizza. Para contactar con ellos pueden escribir al correo electrónico: arturoylourdes@hotmail.com
Arturo y Lourdes explican concisamente en su correo electrónico de adhesión a Familia, Evangelio y Vida, que la finalidad del grupo es "comprometer a la familia a estar màs unida en Dios. Que exista la verdadera conversiòn de sus integrantes."
Con el nacimiento de este nuevo grupo, la Comunidad Familia, Evangelio y Vida cuenta ya con reuniones de oración adheridas en 5 paises: Colombia, España, México, Paraguay y Perú. Cuando terminemos de resideñar nuestra página web para dar un mejor servicio publicaremos un directorio de los grupos adheridos.
Para saber como crear un grupo de oración adherido a la Comunidad Familia, Evangelio y Vida, pincha A Q U Í
Eduardo Verástegui: “Las leyes que permiten el aborto son injustas y mentirosas”
En 3 sábados ha salvado 13 bebés, a las puertas de un centro abortista
3 de junio de 2009.- La vida de Eduardo Verástegui, joven actor y productor mejicano afincado en Los Ángeles, cambió hace 6 años. Tras una determinante conversión personal, dejó atrás su pasado y siguió el camino que le marcaba Dios “para buscar la verdadera felicidad”. Ahora, a través de ‘Metanoia Films’, la productora que ha creado junto con dos socios, y ‘Manto de Guadalupe’, organización sin ánimo de lucro también fundada por él, el actor se dedica a defender al no nacido. ‘Bella’, dirigida por Alejandro Monteverde, es su ópera prima como productor y actor, enmarcada dentro de un tipo de cine que ensalza la dignidad humana. Desde su estreno, el año pasado, ha salvado muchas vidas.
En 3 sábados ha salvado 13 bebés, a las puertas de un centro abortista
3 de junio de 2009.- La vida de Eduardo Verástegui, joven actor y productor mejicano afincado en Los Ángeles, cambió hace 6 años. Tras una determinante conversión personal, dejó atrás su pasado y siguió el camino que le marcaba Dios “para buscar la verdadera felicidad”. Ahora, a través de ‘Metanoia Films’, la productora que ha creado junto con dos socios, y ‘Manto de Guadalupe’, organización sin ánimo de lucro también fundada por él, el actor se dedica a defender al no nacido. ‘Bella’, dirigida por Alejandro Monteverde, es su ópera prima como productor y actor, enmarcada dentro de un tipo de cine que ensalza la dignidad humana. Desde su estreno, el año pasado, ha salvado muchas vidas.
(Elisabeth Pérez Mateo / Delegación de Medios del Obispado Segorbe-Castellón) -¿Qué se puede esperar de un mundo en el que matar a un niño se considera un derecho?
-No quiero generalizar el hecho de que el mundo esté a favor del aborto porque yo creo que el mundo siempre se divide en dos partes…
-Pero parece que la mayoría sí está a favor
-Tal vez no. Quizá algunos grupos que tienen el poder de legalizar el aborto, que no son ni representan a la mayoría, manipulan a la gente. Quiero pensar que algunos, por ignorancia o por una malformación de su conciencia, piensan que abortar está bien porque es lo que les han hecho creer los medios de comunicación, por ejemplo. Te lo digo por experiencia porque he estado en clínicas abortistas ofreciendo información a jóvenes que quieren abortar y cuando se dan cuenta de lo que es, en ese momento, cambian su manera de pensar. Si realmente estuvieran a favor del aborto, les enseñaras lo que les enseñaras, no les harías cambiar.
Aparentemente, parece que es la mayor parte del mundo, que los católicos estamos perdiendo la guerra; pero sólo son batallas que se pierden. La guerra no se perdió. Estamos pasando por momentos difíciles, pero quiero ser optimista. Esto va a ser pasajero, nos vamos a levantar. Tanto México, España, E.E.U.U, como otros lugares del mundo donde ahora el aborto es legal, algún día, celebrarán la vida y se terminarán estas leyes injustas, mentirosas y manipuladoras.
-¿’Bella’ ha disuadido a muchas mujeres de abortar?
-Una película tan sutil como Bella ha llegado a cambiar la manera de pensar de muchas mujeres. Eso me da a entender que hay bastante ignorancia en el mundo y yo quiero estar del lado de la esperanza. Tengo voz y la estoy usando; y, al mismo tiempo, invito a la gente a defender la vida. No hay nada más bonito, bello y noble que ser la voz de aquellos que no tienen voz. Es necesario utilizar tu imaginación, tu creatividad, tus talentos…en el área donde tu te encuentres, para proteger la dignidad del ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural.
-Cada sábado se va a una clínica abortista de Los Ángeles, donde vive, e intenta hablar con las jóvenes que van a entrar para que no aborten. ¿Qué les dice?
-Me ayuda mucho que me reconozcan. En estos barrios hay muchas latinas que conocen mi trabajo y puedo acercarme a ellas sin ser un extraño. Cada caso es diferente. Algunas mujeres llegan llorando, otras van buscando una señal, otras no quieren entrar; pero, al mismo tiempo, piensan que es su única salida. Otras muchas van programadas con una mentalidad de no hacerle caso a nadie, ya que las mismas enfermeras de los centros abortistas las preparan, les dicen que ignoren a unos “locos” que se acercarán a ellas para disuadirlas. Cuando esto ocurre, me pongo enfrente de la puerta, intento darles un poco de conversación, hacerlas sonreír para que se distraigan… Una vez he captado su atención y me escuchan, es más fácil. Les enseño “Dura realidad”, un vídeo denuncia sobre el aborto. En estos tres últimos sábados hemos evitado la muerte de 13 bebés que iban a ser abortados. Las futuras mamás ven que estoy hablándoles con el único deseo de ayudarlas y ofrecerles apoyo de todo tipo (económico, moral…), sin juzgar a nadie. Se dan cuenta de que no están solas. Mi organización ‘Manto de Guadalupe’ tiene la misión de protegerlas en todo momento.
-Dicen que México tiene tres amores: la Eucaristía, la Virgen y el Papa. Hace poco, en México D.F se suspendió la Eucaristía durante dos domingos consecutivos a raíz de la gripe porcina. ¿Cómo lo ha vivido?
-Para mí no hay nada más grande en la tierra que la Sagrada Eucaristía. Voy a Misa y comulgo todos los días y es, definitivamente, lo más importante para mí. En cuanto a lo que ocurrió en México, nuestro Señor ve las intenciones. Cerraron las iglesias, pero en este caso, puedes acogerte a la Comunión Espiritual. Al mismo tiempo, son momentos donde nacen los Santos, donde la gente empieza a valorar realmente lo que se está perdiendo. Como cuando de pronto, al pensar que está en riesgo tu vida, sientes la necesidad de recibir el Sacramento de la Penitencia. Si este tipo de acontecimientos nos acercan más a Dios, podrían ser bendiciones para muchos. Si eso va a ser el detonador para una conversión ¡qué bueno!
-No quiero generalizar el hecho de que el mundo esté a favor del aborto porque yo creo que el mundo siempre se divide en dos partes…
-Pero parece que la mayoría sí está a favor
-Tal vez no. Quizá algunos grupos que tienen el poder de legalizar el aborto, que no son ni representan a la mayoría, manipulan a la gente. Quiero pensar que algunos, por ignorancia o por una malformación de su conciencia, piensan que abortar está bien porque es lo que les han hecho creer los medios de comunicación, por ejemplo. Te lo digo por experiencia porque he estado en clínicas abortistas ofreciendo información a jóvenes que quieren abortar y cuando se dan cuenta de lo que es, en ese momento, cambian su manera de pensar. Si realmente estuvieran a favor del aborto, les enseñaras lo que les enseñaras, no les harías cambiar.
Aparentemente, parece que es la mayor parte del mundo, que los católicos estamos perdiendo la guerra; pero sólo son batallas que se pierden. La guerra no se perdió. Estamos pasando por momentos difíciles, pero quiero ser optimista. Esto va a ser pasajero, nos vamos a levantar. Tanto México, España, E.E.U.U, como otros lugares del mundo donde ahora el aborto es legal, algún día, celebrarán la vida y se terminarán estas leyes injustas, mentirosas y manipuladoras.
-¿’Bella’ ha disuadido a muchas mujeres de abortar?
-Una película tan sutil como Bella ha llegado a cambiar la manera de pensar de muchas mujeres. Eso me da a entender que hay bastante ignorancia en el mundo y yo quiero estar del lado de la esperanza. Tengo voz y la estoy usando; y, al mismo tiempo, invito a la gente a defender la vida. No hay nada más bonito, bello y noble que ser la voz de aquellos que no tienen voz. Es necesario utilizar tu imaginación, tu creatividad, tus talentos…en el área donde tu te encuentres, para proteger la dignidad del ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural.
-Cada sábado se va a una clínica abortista de Los Ángeles, donde vive, e intenta hablar con las jóvenes que van a entrar para que no aborten. ¿Qué les dice?
-Me ayuda mucho que me reconozcan. En estos barrios hay muchas latinas que conocen mi trabajo y puedo acercarme a ellas sin ser un extraño. Cada caso es diferente. Algunas mujeres llegan llorando, otras van buscando una señal, otras no quieren entrar; pero, al mismo tiempo, piensan que es su única salida. Otras muchas van programadas con una mentalidad de no hacerle caso a nadie, ya que las mismas enfermeras de los centros abortistas las preparan, les dicen que ignoren a unos “locos” que se acercarán a ellas para disuadirlas. Cuando esto ocurre, me pongo enfrente de la puerta, intento darles un poco de conversación, hacerlas sonreír para que se distraigan… Una vez he captado su atención y me escuchan, es más fácil. Les enseño “Dura realidad”, un vídeo denuncia sobre el aborto. En estos tres últimos sábados hemos evitado la muerte de 13 bebés que iban a ser abortados. Las futuras mamás ven que estoy hablándoles con el único deseo de ayudarlas y ofrecerles apoyo de todo tipo (económico, moral…), sin juzgar a nadie. Se dan cuenta de que no están solas. Mi organización ‘Manto de Guadalupe’ tiene la misión de protegerlas en todo momento.
-Dicen que México tiene tres amores: la Eucaristía, la Virgen y el Papa. Hace poco, en México D.F se suspendió la Eucaristía durante dos domingos consecutivos a raíz de la gripe porcina. ¿Cómo lo ha vivido?
-Para mí no hay nada más grande en la tierra que la Sagrada Eucaristía. Voy a Misa y comulgo todos los días y es, definitivamente, lo más importante para mí. En cuanto a lo que ocurrió en México, nuestro Señor ve las intenciones. Cerraron las iglesias, pero en este caso, puedes acogerte a la Comunión Espiritual. Al mismo tiempo, son momentos donde nacen los Santos, donde la gente empieza a valorar realmente lo que se está perdiendo. Como cuando de pronto, al pensar que está en riesgo tu vida, sientes la necesidad de recibir el Sacramento de la Penitencia. Si este tipo de acontecimientos nos acercan más a Dios, podrían ser bendiciones para muchos. Si eso va a ser el detonador para una conversión ¡qué bueno!
lunes, 1 de junio de 2009
José Luis Olaizola, escritor: "Lo verdaderamente importante es saber de dónde venimos y adónde vamos. Y eso, o lo haces de la mano de Dios o no lo sabrás nunca."
“La muerte es la única aventura que me queda por vivir”
1 de junio de 2009.- En 1993 publicó Un escritor en busca de Dios, la crónica de un alma: la suya. En el libro hablaba de sus recuerdos de niño de la guerra; de su paso por las pistas de atletismo de la universidad (iba poco a clase); de cómo su novia (luego su mujer) le puso firme; de su hermano Bibiano; de su entrada en el Opus Dei (ya va para cincuenta años); de cuando ganó el Planeta; de sus hijos… Si la editorial se animara a reeditar el libro, es seguro que Olaizola incluiría un nuevo capítulo: el de Somos Uno, la ONG que ha montado para luchar contra la prostitución infantil en Tailandia.
(Gonzalo Altozano / Foto de arriba a la derecha: Andrea Tarín / Alba) -¿Entiende la literatura como una actividad evangélica?
-Nunca me la he planteado así, aunque lleve treinta años escribiendo en la hoja parroquial de mi pueblo. Pero mis libros no son sobre los misterios esenciales de la fe: Gracia, Eucaristía, Salvación…
-En ocasiones, en cambio, sí ha escrito sobre personas con un sentido católico de la vida.
-¡Es que a veces me apetece hablar de la buena gente! ¿Es eso apostólico? Pues sí, pero no premeditadamente.
-La buena gente, ¿da para un best seller?
-Aunque se lleve más escribir de la mala gente, a mí me parecen más interesantes los otros, los buenos.
-Ponga un ejemplo.
-El padre Alfonso de Juan, cuarenta años en Tailandia luchando contra los poderosos que abusan de los más débiles. Su vida me parece apasionante.
-Volvamos a Dios y a los libros…
-Hay obras maestras en las que el protagonista es Él. Y a pesar de que hay grandes escritores que se las ingenian para prescindir de Dios en sus novelas, cuando Él no está presente, el relato es una parodia de la vida.
-Sin embargo, decía que no se plantea la literatura como instrumento para la evangelización.
-Aquí de lo que hablo es de unidad de vida, algo que descubrí en el Opus Dei. Es decir, tener presente a Dios no sólo en misa, o cuando hago oración, o en el rosario, sino durante todo el día, incluyendo, por supuesto, las horas que paso delante del ordenador, escribiendo.
-¿Recuerda alguna decisión difícil tomada en presencia de Dios?
-Hace años, yo era directivo en un importante grupo de prensa y desde el poder -en concreto, Fraga- se me pidió que hiciera algo que me pareció una ignominia. No ceder me costó el puesto. Y a pesar de tener ya nueve hijos, tomé aquella decisión con gran tranquilidad de conciencia.
-¿No se arrepiente?
-Aquello frustró mi carrera de ejecutivo. ¡Sabe Dios la de líos que me he ahorrado! Además, facilitó que me convirtiera en escritor, que es lo que siempre quise ser. O sea, que no me arrepiento.
-Diga algo de lo que se arrepienta, pero que no sea materia de confesión.
-De haber tardado tanto en pasarme de la máquina de escribir al ordenador. ¡Hubiera escrito el doble de mejor!
-Hablemos del Evangelio. ¿Le pone -literariamente hablando- alguna pega?
-Muchas veces, leyéndolo (con gran devoción, eso sí), me digo: “Pues yo esto no lo hubiera escrito así”. Lo cual es un problema…, un problema de orgullo.
-¿Y cómo lo resuelve?
-Diciéndome: “José Luis, cuidado, que el Evangelio está escrito como está escrito porque el Señor lo ha querido así. ¡No quieras enmendarle la plana ni hacer una pieza literaria con su Palabra!”.
-Algún pasaje le parecerá inmejorable.
-El de la mujer adúltera. Sólo por ese pasaje ya me creo el resto del Evangelio. Es tan perfecto… Otro que me atrae mucho es el del nacimiento de Cristo en Belén.
-¿Por qué?
-Porque, en sintonía con mi paisano Pío Baroja, al que tanto admiro, me conmueve profundamente una religión capaz de tener como Dios a un Niño.
-¿A pesar de la Navidad? Lo digo por las compras, los regalos, los grandes almacenes…
-Esos días los hemos convertido en un desastre, en una carrera de obstáculos. Aun así, llega la Navidad… y me sigo enterneciendo.
-¡A su edad! Por cierto, ¿tiene miedo a la muerte?
-Una vez entrevisté a un sacerdote, ya mayor, que me dijo: “Estoy en mi mejor momento porque cada vez estoy más cerca de Dios”. A mí, como a él, la muerte me hace cierta ilusión.
-¿Ilusión?
-Sí, porque es ya la única aventura que me queda por vivir. Eso lo aprendí de mi gran amigo Juan Antonio Vallejo Nágera. Otra cosa es que, llegado el momento, me entre la pataleta.
-Buscar a Dios, ¿es una aventura?
-De proporciones incalculables. Porque lo verdaderamente importante es saber de dónde venimos y adónde vamos. Y eso, o lo haces de la mano de Dios o ya puedes dar las vueltas que quieras que no lo sabrás nunca.
“La muerte es la única aventura que me queda por vivir”
1 de junio de 2009.- En 1993 publicó Un escritor en busca de Dios, la crónica de un alma: la suya. En el libro hablaba de sus recuerdos de niño de la guerra; de su paso por las pistas de atletismo de la universidad (iba poco a clase); de cómo su novia (luego su mujer) le puso firme; de su hermano Bibiano; de su entrada en el Opus Dei (ya va para cincuenta años); de cuando ganó el Planeta; de sus hijos… Si la editorial se animara a reeditar el libro, es seguro que Olaizola incluiría un nuevo capítulo: el de Somos Uno, la ONG que ha montado para luchar contra la prostitución infantil en Tailandia.
(Gonzalo Altozano / Foto de arriba a la derecha: Andrea Tarín / Alba) -¿Entiende la literatura como una actividad evangélica?
-Nunca me la he planteado así, aunque lleve treinta años escribiendo en la hoja parroquial de mi pueblo. Pero mis libros no son sobre los misterios esenciales de la fe: Gracia, Eucaristía, Salvación…
-En ocasiones, en cambio, sí ha escrito sobre personas con un sentido católico de la vida.
-¡Es que a veces me apetece hablar de la buena gente! ¿Es eso apostólico? Pues sí, pero no premeditadamente.
-La buena gente, ¿da para un best seller?
-Aunque se lleve más escribir de la mala gente, a mí me parecen más interesantes los otros, los buenos.
-Ponga un ejemplo.
-El padre Alfonso de Juan, cuarenta años en Tailandia luchando contra los poderosos que abusan de los más débiles. Su vida me parece apasionante.
-Volvamos a Dios y a los libros…
-Hay obras maestras en las que el protagonista es Él. Y a pesar de que hay grandes escritores que se las ingenian para prescindir de Dios en sus novelas, cuando Él no está presente, el relato es una parodia de la vida.
-Sin embargo, decía que no se plantea la literatura como instrumento para la evangelización.
-Aquí de lo que hablo es de unidad de vida, algo que descubrí en el Opus Dei. Es decir, tener presente a Dios no sólo en misa, o cuando hago oración, o en el rosario, sino durante todo el día, incluyendo, por supuesto, las horas que paso delante del ordenador, escribiendo.
-¿Recuerda alguna decisión difícil tomada en presencia de Dios?
-Hace años, yo era directivo en un importante grupo de prensa y desde el poder -en concreto, Fraga- se me pidió que hiciera algo que me pareció una ignominia. No ceder me costó el puesto. Y a pesar de tener ya nueve hijos, tomé aquella decisión con gran tranquilidad de conciencia.
-¿No se arrepiente?
-Aquello frustró mi carrera de ejecutivo. ¡Sabe Dios la de líos que me he ahorrado! Además, facilitó que me convirtiera en escritor, que es lo que siempre quise ser. O sea, que no me arrepiento.
-Diga algo de lo que se arrepienta, pero que no sea materia de confesión.
-De haber tardado tanto en pasarme de la máquina de escribir al ordenador. ¡Hubiera escrito el doble de mejor!
-Hablemos del Evangelio. ¿Le pone -literariamente hablando- alguna pega?
-Muchas veces, leyéndolo (con gran devoción, eso sí), me digo: “Pues yo esto no lo hubiera escrito así”. Lo cual es un problema…, un problema de orgullo.
-¿Y cómo lo resuelve?
-Diciéndome: “José Luis, cuidado, que el Evangelio está escrito como está escrito porque el Señor lo ha querido así. ¡No quieras enmendarle la plana ni hacer una pieza literaria con su Palabra!”.
-Algún pasaje le parecerá inmejorable.
-El de la mujer adúltera. Sólo por ese pasaje ya me creo el resto del Evangelio. Es tan perfecto… Otro que me atrae mucho es el del nacimiento de Cristo en Belén.
-¿Por qué?
-Porque, en sintonía con mi paisano Pío Baroja, al que tanto admiro, me conmueve profundamente una religión capaz de tener como Dios a un Niño.
-¿A pesar de la Navidad? Lo digo por las compras, los regalos, los grandes almacenes…
-Esos días los hemos convertido en un desastre, en una carrera de obstáculos. Aun así, llega la Navidad… y me sigo enterneciendo.
-¡A su edad! Por cierto, ¿tiene miedo a la muerte?
-Una vez entrevisté a un sacerdote, ya mayor, que me dijo: “Estoy en mi mejor momento porque cada vez estoy más cerca de Dios”. A mí, como a él, la muerte me hace cierta ilusión.
-¿Ilusión?
-Sí, porque es ya la única aventura que me queda por vivir. Eso lo aprendí de mi gran amigo Juan Antonio Vallejo Nágera. Otra cosa es que, llegado el momento, me entre la pataleta.
-Buscar a Dios, ¿es una aventura?
-De proporciones incalculables. Porque lo verdaderamente importante es saber de dónde venimos y adónde vamos. Y eso, o lo haces de la mano de Dios o ya puedes dar las vueltas que quieras que no lo sabrás nunca.
sábado, 30 de mayo de 2009
Testimonios que dan vida: Las manos amigas que ayudan a la mujer ante un embarazo inesperado para cada paso y cada problema
30 de mayo de 2009.- «Cuando una mujer embarazada se ve apoyada, vence al mundo». Lo sabe bien Conrado Jiménez, Presidente de la Fundación Madrina, una de tantas entidades que ayudan a la mujer que se enfrenta a un embarazo inesperado. La filosofía de todas ellas es que la mujer no se encuentre sola, o desamparada, ante ningún problema. Ni siquiera -aunque no es el objeto de este reportaje- si abortan. Algunas simplemente necesitan un empujoncito; para otras, toda ayuda será poca. A su disposición hay pocos medios, pero sí todo el cariño de profesionales y voluntarios. La diferencia con los centros abortistas, que cobran y se desentienden, se marca por sí sola.
«Estoy embarazada y no sé qué hacer»
(María Martínez López / Alfa y Omega) «Están pensando en abortar, e incluso nos preguntan si sabemos los precios». Gema Rosales, psicóloga, es una de la decena de profesionales psicosanitarios y sociales que se turnan de día y de noche para que funcione la única línea gratuita 24 horas de atención a la mujer embarazada que hay en España. La gestiona la Línea de Atención a la Mujer, una asociación que forma parte del programa Red de Madres, de la Comunidad de Madrid, aunque atienden llamadas de toda España.
Tras el primer contacto, es esencial que la mujer acuda a una cita para, cara a cara, analizar su situación y detectar problemas como el maltrato -que, últimamente, padecen la mitad de las mujeres que les piden ayuda-. En esas primeras citas, psicólogos y asistentes sociales -incluido un especialista en menores- elaboran un plan personalizado para cada mujer, pero «sin manipularlas. Queremos que sea ella la que decida», insiste Gema. Otro momento clave de este primer contacto es presentarle a su hijo, a través de una ecografía gratuita.
30 de mayo de 2009.- «Cuando una mujer embarazada se ve apoyada, vence al mundo». Lo sabe bien Conrado Jiménez, Presidente de la Fundación Madrina, una de tantas entidades que ayudan a la mujer que se enfrenta a un embarazo inesperado. La filosofía de todas ellas es que la mujer no se encuentre sola, o desamparada, ante ningún problema. Ni siquiera -aunque no es el objeto de este reportaje- si abortan. Algunas simplemente necesitan un empujoncito; para otras, toda ayuda será poca. A su disposición hay pocos medios, pero sí todo el cariño de profesionales y voluntarios. La diferencia con los centros abortistas, que cobran y se desentienden, se marca por sí sola.
«Estoy embarazada y no sé qué hacer»
(María Martínez López / Alfa y Omega) «Están pensando en abortar, e incluso nos preguntan si sabemos los precios». Gema Rosales, psicóloga, es una de la decena de profesionales psicosanitarios y sociales que se turnan de día y de noche para que funcione la única línea gratuita 24 horas de atención a la mujer embarazada que hay en España. La gestiona la Línea de Atención a la Mujer, una asociación que forma parte del programa Red de Madres, de la Comunidad de Madrid, aunque atienden llamadas de toda España.
La atención telefónica fue el primer encargo de Gema, y se tuvo que curtir enseguida: «Es una labor muy complicada, hay que conseguir retener la llamada» para explicarle que tiene otras opciones. Lo más importante es «actuar rápido y ser empático, no acaparar la conversación, escuchar, y buscar siempre la frase adecuada para que sigan hablando» y cuenten sus problemas. Conrado Jiménez, Presidente de la Fundación Madrina, añade que es importante «no añadir a la situación de la mujer tu miedo a que aborte. Es importante que sepa que vas a ayudarla, aunque aborte».
Tras el primer contacto, es esencial que la mujer acuda a una cita para, cara a cara, analizar su situación y detectar problemas como el maltrato -que, últimamente, padecen la mitad de las mujeres que les piden ayuda-. En esas primeras citas, psicólogos y asistentes sociales -incluido un especialista en menores- elaboran un plan personalizado para cada mujer, pero «sin manipularlas. Queremos que sea ella la que decida», insiste Gema. Otro momento clave de este primer contacto es presentarle a su hijo, a través de una ecografía gratuita.
La experiencia general de las entidades de ayuda a la embarazada es que la gran mayoría de las mujeres a las que se escucha y se les ofrece ayuda deciden seguir adelante con su embarazo. La Fundación Red Madre habla del 80%, la Fundación Madrina de tres cuartas partes, «si es la chica la que busca ayuda, y el 50%, cuando somos nosotros los que nos acercamos a ella porque alguien nos ha avisado», explica el señor Jiménez.
«Me echarán de casa si no aborto»
Una de las principales consecuencias de no abortar suele ser el abandono de la pareja. Si compartían vivienda, quizá no pueda pagarla sola. En la Fundación Madrina están acostumbrados a casos aún más sangrantes: «Atendemos a menores a las que sus familias dejan en la calle, y el SAMUR social sólo las anima a abortar», denuncia Conrado. La Fundación cuenta con un piso por el que, cada año, pasan unas diez mujeres. Además de los pisos de acogida o las residencias, que otras entidades también ofrecen, la Fundación Madrina ha desarrollado un proyecto innovador: los hogares madrina. Ya son varias decenas las familias que han abierto su casa a alguna de estas mujeres, las que presentan menos problemas, durante un período de tiempo flexible y pactado.
«No tengo trabajo»
Muchas mujeres embarazadas necesitan un empleo, y no es fácil conseguirlo en su estado, sobre todo si son jóvenes o inmigrantes. La inserción laboral es uno de los ejes de actuación de Madrina, y para ello es fundamental la formación. Las primeras orientaciones las reciben en la misma Fundación, y luego se forman en una decena de empresas y PYMES con las que la Fundación tiene convenios. No es raro, además, que estas mismas empresas termine contratando a alguna de las mujeres.
«Me echarán de casa si no aborto»
Una de las principales consecuencias de no abortar suele ser el abandono de la pareja. Si compartían vivienda, quizá no pueda pagarla sola. En la Fundación Madrina están acostumbrados a casos aún más sangrantes: «Atendemos a menores a las que sus familias dejan en la calle, y el SAMUR social sólo las anima a abortar», denuncia Conrado. La Fundación cuenta con un piso por el que, cada año, pasan unas diez mujeres. Además de los pisos de acogida o las residencias, que otras entidades también ofrecen, la Fundación Madrina ha desarrollado un proyecto innovador: los hogares madrina. Ya son varias decenas las familias que han abierto su casa a alguna de estas mujeres, las que presentan menos problemas, durante un período de tiempo flexible y pactado.
«No tengo trabajo»
Muchas mujeres embarazadas necesitan un empleo, y no es fácil conseguirlo en su estado, sobre todo si son jóvenes o inmigrantes. La inserción laboral es uno de los ejes de actuación de Madrina, y para ello es fundamental la formación. Las primeras orientaciones las reciben en la misma Fundación, y luego se forman en una decena de empresas y PYMES con las que la Fundación tiene convenios. No es raro, además, que estas mismas empresas termine contratando a alguna de las mujeres.
La última actividad de este tipo ha sido con la empresa informática Sun Microsystems, experta en conciliación y en proyectos de responsabilidad social corporativa. Eduardo González coordina el equipo de voluntarios de la empresa y fue uno de los encargados del taller intensivo -dos días- que se dio a las mujeres sobre informática y comunicación a través de Internet: «Algunas tenían dificultades serias con la informática, pero fueron muy receptivas. No han tenido muchas oportunidades así, y les hemos donado algunos ordenadores para que pongan en práctica lo aprendido». Durante esos dos días, a los bebés los atendieron, en la sede de la empresa, voluntarios de la empresa y de Madrina, lo que convirtió la cafetería en el centro de atención: «La gente bajaba a tomar un café, los veía y se ofrecía para echar una mano al día siguiente».
Un grupo de chicas, en el taller de formación impartido, para la Fundación Madrina, por la empresa Sun Microsystems
«¡Es un chico, qué monada!»
Una niña irrumpe entusiasmada en el despacho de Gema en la LAM. Es hija de una de las mujeres a las que la psicóloga ha atendido, y viene a anunciarle que su hermanito es un niño. Lo acaban de descubrir en una ecografía de seguimiento, en la consulta de al lado. La Línea de Atención a la Mujer ofrece a las mujeres embarazadas un seguimiento médico básico durante el embarazo, con la ayuda de médicos voluntarios. Gema explica que, aunque podrían recibir esa atención en la Seguridad Social, «aquí tiene un componente distinto: la cercanía. Lo hacemos para que la mujer no se sienta sola». Por este mismo motivo, una matrona las prepara para el parto, a la vez que les enseña lo básico sobre el cuidado del bebé.
«Te ha quedado muy bien»
Han aceptado a su hijo, y cuentan con ayuda para luchar por él. Y, sin embargo, el problema de un embarazo inesperado no ha acabado. «Necesitan mucho tiempo para asumir» que toda su vida ha cambiado de golpe, apunta la señora Rosales, psicóloga de la Línea de Atención a la Mujer. Muchas de ellas necesitan un seguimiento, no sólo social, sino también psicológico, para superar el shock y otros problemas preexistentes, como la exclusión o el maltrato.
«¡Es un chico, qué monada!»
Una niña irrumpe entusiasmada en el despacho de Gema en la LAM. Es hija de una de las mujeres a las que la psicóloga ha atendido, y viene a anunciarle que su hermanito es un niño. Lo acaban de descubrir en una ecografía de seguimiento, en la consulta de al lado. La Línea de Atención a la Mujer ofrece a las mujeres embarazadas un seguimiento médico básico durante el embarazo, con la ayuda de médicos voluntarios. Gema explica que, aunque podrían recibir esa atención en la Seguridad Social, «aquí tiene un componente distinto: la cercanía. Lo hacemos para que la mujer no se sienta sola». Por este mismo motivo, una matrona las prepara para el parto, a la vez que les enseña lo básico sobre el cuidado del bebé.
«Te ha quedado muy bien»
Han aceptado a su hijo, y cuentan con ayuda para luchar por él. Y, sin embargo, el problema de un embarazo inesperado no ha acabado. «Necesitan mucho tiempo para asumir» que toda su vida ha cambiado de golpe, apunta la señora Rosales, psicóloga de la Línea de Atención a la Mujer. Muchas de ellas necesitan un seguimiento, no sólo social, sino también psicológico, para superar el shock y otros problemas preexistentes, como la exclusión o el maltrato.
La Línea de Atención a la Mujer también les ofrece un taller de bisutería, aunque la bisutería «casi es lo secundario», explica Tatiana, su responsable. "El objetivo principal -continúa- es, por un lado, fomentar la relación entre mujeres que comparten un problema y que muchas veces se encuentran solas. Así también «van relativizando su problema", al ver situaciones parecidas o incluso peores. Por otro lado, el taller pretende fomentar su autoestima, que suele estar muy baja. Para Tatiana, «es importante que sientan que están participando en algo bueno, creativo, e ir sacando y valorando todo lo positivo que va saliendo de ellas». Además, la bisutería se vende, y ese dinero es una pequeña ayuda extra para las mujeres.
«¿Nos tomamos un café?»
Paloma de la Huerta es madre de familia, y acude cada día al piso de acogida de la Fundación Madrina. Es una de esas figuras que dan nombre a la fundación. Su labor es un acompañamiento distinto al de los profesionales. Su tarea es ser «como una madre con ellas, darles el amor que no tienen». Esto incluye «desde acompañarlas al ginecólogo hasta enseñarles a cocinar». La señora De la Huerta es una de las madrinas más implicadas, pero hay más que, dentro de sus posibilidades, ejercen este papel. Y las mujeres también cuentan con voluntarios para, por ejemplo, cuidar a los niños cuando ellas salen a buscar trabajo. Lo mismo ocurre en la Línea de Atención a la Mujer, que cuenta con una cincuentena de voluntarios también para cosas tan sencillas -y tan importantes- como ir de compras, al cine, o a tomarse un café.«¿Nos tomamos un café?»
Preparando la canastilla
La ayuda material más básica -ropa, leche, pañales, cochecitos-, ligada en el imaginario popular a las asociaciones provida, sigue siendo tan necesaria como siempre, y no se benefician de ella sólo los bebés, sino también sus hermanos, si son pequeños. Es asimismo una de las formas de ayuda en las que cualquier persona puede colaborar con más facilidad, aunque también es bienvenida la ayuda de empresas del sector. O que no sean del sector, como Sun Microsystems, que, antes de colaborar con la Fundación Madrina con el taller de formación, recogió material entre sus empleados para donárselo.
La ayuda material más básica -ropa, leche, pañales, cochecitos-, ligada en el imaginario popular a las asociaciones provida, sigue siendo tan necesaria como siempre, y no se benefician de ella sólo los bebés, sino también sus hermanos, si son pequeños. Es asimismo una de las formas de ayuda en las que cualquier persona puede colaborar con más facilidad, aunque también es bienvenida la ayuda de empresas del sector. O que no sean del sector, como Sun Microsystems, que, antes de colaborar con la Fundación Madrina con el taller de formación, recogió material entre sus empleados para donárselo.
«¿Con quién dejo al niño?»
La Fundación Madrina está intentando poner en marcha, para verano, un nuevo proyecto: los hogares guardería, para que las mujeres puedan dejar a sus hijos mientras trabajan, hasta que consigan plaza en una guardería. Su necesidad pone de manifiesto que el resto de ayuda que se les ha prestado ha tenido éxito: tienen trabajo y son autónomas. Puede ser el último paso, pero las mujeres saben que, en el caso de que les siga haciendo falta, siempre podrán contar con esa mano amiga que una vez les tendieron.
La Fundación Madrina está intentando poner en marcha, para verano, un nuevo proyecto: los hogares guardería, para que las mujeres puedan dejar a sus hijos mientras trabajan, hasta que consigan plaza en una guardería. Su necesidad pone de manifiesto que el resto de ayuda que se les ha prestado ha tenido éxito: tienen trabajo y son autónomas. Puede ser el último paso, pero las mujeres saben que, en el caso de que les siga haciendo falta, siempre podrán contar con esa mano amiga que una vez les tendieron.
viernes, 29 de mayo de 2009
De misiones por Barcelona en la noche con los Jóvenes de San José que atienden a indigentes
29 de mayo de 2009.- Eran niños bien. O mejor dicho: niñatos mal. Vecinos del acomodado barrio Sant Gervasi, en Barcelona, a Oriol, Ricard y Juan José no les gustaban los mendigos. Su pasatiempo los fines de semana era jugar al pim-pam-pum con ellos. Las palizas, acompañadas de burlas, las grababan en sus móviles y luego las enseñaban a sus amigotes, que se partían de risa. La noche del 16 de diciembre de 2005, sin embargo, ninguno de los tres activó el dispositivo de cámara de su teléfono. No hizo falta.
(Gonzalo Altozano / Alba) La cámara de seguridad de la sucursal de La Caixa, en la calle Guillermo Tell, lo grabó todo: Oriol y Ricard mofándose de Rosario, la mendiga que esa noche, envuelta en cartones, hacía del cajero su refugio contra el frío. Le lanzaron naranjas, botellas de plástico y hasta conos para señalar el tráfico. Tras un forcejeo con los jóvenes, Rosario logra sacarlos a la calle y echar el pestillo. Al cabo de unas horas, aparece en escena Juan José, que engaña a la indigente para que le abra la puerta. Fue su perdición: con él entraron Oriol y Ricard. Más burlas, nuevos golpes y el contenido de un bidón de veinticinco litros con el que rocían a Rosario. Resultó ser disolvente que, al contacto con una colilla, convirtió el cajero en un horno crematorio.
Oriol, Ricard y Juan José -que hoy cumplen condena por el asesinato de la mendiga- no son los únicos jóvenes de Barcelona que salen los fines de semana en busca de indigentes. Esta noche ALBA acompaña a un grupo de ellos. Son una veintena, de entre 13 y 28 años, distribuidos en tres coches y una furgoneta. Saben dónde encontrar a los más indefensos vagabundos, a los más pobres de los pobres. La caravana se detiene en una explanada del Poble Nou, donde hace noche un matrimonio venido de Europa del Este. Los chicos bajan de los vehículos y, avanzando en semicírculo, se acercan a la pareja. Al verlos venir, en vez de salir por pies, el matrimonio sonríe a los visitantes: son los Jóvenes de San José.
Estos chicos en nada se parecen a los del arranque del reportaje. En vez de bidones de gasolina, portan termos de café. Su cuartel general no es un cíber, son los salones de la parroquia San Félix Africano, donde, además de repartir las tareas de la noche, rezan, llenando así de contenido la idea ignaciana de que la oración ha de preceder a la acción. En los males de los desfavorecidos no ven un divertimento, sino una reedición del sufrimiento de Cristo en la cruz. Los Jóvenes de San José están por la caridad, no por el odio.
Del Poble Nou la caravana pone rumbo a Las Ramblas. Hubiera tocado La Merced, pero hoy la zona la trabajan las Misioneras de la Madre Teresa, y en este ‘negocio’ no se da la competencia desleal. Porque los Jóvenes de San José no son los únicos que dedican la noche del sábado a evangelizar por la vía de los hechos. Lo que pasa es que historias como la que protagonizan rara vez se leen en los periódicos, se ven en televisión. Para ser portada, para salir en telediario, los de San José tendrían que hacer algo escandaloso, como aquellos neonazis franceses que repartían caldo de cerdo entre los homeless musulmanes, con abierto ánimo de ofender.
Pero los Jóvenes no caerán en eso: los bocadillos que preparan son de fiambre o atún, a elegir, pues quieren llegar a cuantos más pobres mejor, sin faltar a las creencias religiosas de ninguno. No es alianza de civilizaciones a escala local, es caridad cristiana pura y dura. Para aprender a moverse así por la vida los de San José no tuvieron que cursar EpC, simplemente pasar por las aulas del Corazón Inmaculado de María, en Sentmenat, Barcelona. Este colegio es la obra educativa de la Unión Seglar; uno de sus fundadores fue el jesuita José María Alba, cuyo ideal de vida fue: “Por Cristo, por María y por España, más, más y más”.
Que la mayoría de los Jóvenes de San José se conozcan de Sentmenat no significa que ésa sea conditio sine qua non para militar en sus filas. Esta noche, por ejemplo, se ha unido a ellos un chico de origen peruano que va a la misma parroquia que uno del grupo. Lo han encontrado cerca de la catedral, dándole conversación a un mendigo. El domingo pasado, en misa, el cura dijo que con los pobres no sólo se cumplía a base de limosnas. Y el chaval se lo tomó al pie de la letra. Si quisiera ingresar en los Jóvenes de San José, tendría que reunir una serie de requisitos, que pueden resumirse en uno: manifestar en todo momento una conducta irreprochable.
Porque los Jóvenes de San José se han constituido en asociación benéfica, con estatutos y todo. En el artículo 2 de los mismos, que hace referencia a los fines, se habla de ayudar a los pobres, de incorporarlos al mundo laboral, de promover su formación integral… Ésta es la letra de los estatutos; el espíritu que aletea detrás son las enseñanzas de la Iglesia Católica; enseñanzas que ellos tratan de transmitir con el ejemplo, pero también con la palabra.
Eso sí, buscando siempre la oportunidad. Por ejemplo, cuando un indigente les da las gracias, le dicen que se las dé a Dios, que ellos son sólo instrumentos; o si alguien les pregunta de dónde salen, les hablan de su colegio, de lo que allí les enseñaron; cuando se despiden, lo hacen con un “adiós”, nunca un “hasta luego”. Al principio, además de comida, repartían escapularios. Si han dejado de hacerlo, no es por respetos humanos, sino porque ya es raro encontrar a un vagabundo en Barcelona que no lleve uno al cuello. Está claro: los Jóvenes de San José se han metido en esto a mayor gloria de Dios, no para apuntarse al pilla-pilla presupuestario.
La última parada de la noche, el puerto de Barcelona. De ahí, la caravana pondrá rumbo de vuelta a San Félix Africano. La noche ha tenido sus durezas. A diferencia de otras, en ésta no han sido testigos de ninguna muerte violenta, pero sí han conocido a un hombre, biólogo de profesión, al que la crisis llevó a dormir en la calle. Le puede pasar a cualquiera, piensan los chicos.
Pero también ha habido lugar para las risas. Como las provocadas por el recuerdo de las primeras salidas, cuando los jóvenes se dividían para repartirse las calles, y cada grupo se llamaba según una virtud del Padre Putativo. “¡A ver, los Castísimos de San José…! ¿Dónde se han metido los Castísimos de San José?”. Y, claro, la cara de los adictos a la juerga que pasaban por allí era un poema. O la vez que se les acercó un yonqui preguntándoles si repartían chocolate. “Pero chocolate, chocolate, ¿eh?”. La tableta no la quería ni Cadbury ni Nestlé, sino con denominación de origen El Magreb. O cuando la Policía les dijo que no podían aparcar donde lo habían hecho. “Somos los Jóvenes de San José”. “¡Ah, bueno! En ese caso…”. Aquella noche descubrieron hasta qué medida eran, a ojos de los demás, un contrapunto sano en la noche canalla de Barcelona.
Ya en los salones de la parroquia de San Félix Africano -son las tres de la madrugada-, tiempo para dar buena cuenta del excedente de bocadillos y echar un cigarrito. Tiempo también para una última meditación. La dirige Marcos Vera, uno de los impulsores del grupo, que cita unas palabras del padre Castellani a propósito del buen samaritano, viejo precursor de los Jóvenes de San José.
Se busca ayuda
Cada salida nocturna de los Jóvenes -un sábado de cada dos- cuesta alrededor de 200 euros: caldo, pasta, bocadillos, galletas, natillas, arroz con leche, fruta… Todo en cantidades suficientes para abastecer a cuantos encontraran. Y más: mantas, sacos de dormir, ropa, y cualquier cosa que pudieran mendigarles, desde pilas para un transistor a un diccionario español-polaco/polaco-español. A estos gastos hay que sumar los ya desembolsados: termos, cortadoras de fiambre, neveras… Y los que habrán de desembolsar, porque los de San José quieren extender su ayuda a orfanatos, asilos, centros de desintoxicación, familias necesitadas… Además de con las cuotas de los socios, la asociación se financia con donaciones voluntarias. Saben que Dios proveerá, pero también que hay que allanarle los caminos, conque ahí va un número de cuenta:
29 de mayo de 2009.- Eran niños bien. O mejor dicho: niñatos mal. Vecinos del acomodado barrio Sant Gervasi, en Barcelona, a Oriol, Ricard y Juan José no les gustaban los mendigos. Su pasatiempo los fines de semana era jugar al pim-pam-pum con ellos. Las palizas, acompañadas de burlas, las grababan en sus móviles y luego las enseñaban a sus amigotes, que se partían de risa. La noche del 16 de diciembre de 2005, sin embargo, ninguno de los tres activó el dispositivo de cámara de su teléfono. No hizo falta.
(Gonzalo Altozano / Alba) La cámara de seguridad de la sucursal de La Caixa, en la calle Guillermo Tell, lo grabó todo: Oriol y Ricard mofándose de Rosario, la mendiga que esa noche, envuelta en cartones, hacía del cajero su refugio contra el frío. Le lanzaron naranjas, botellas de plástico y hasta conos para señalar el tráfico. Tras un forcejeo con los jóvenes, Rosario logra sacarlos a la calle y echar el pestillo. Al cabo de unas horas, aparece en escena Juan José, que engaña a la indigente para que le abra la puerta. Fue su perdición: con él entraron Oriol y Ricard. Más burlas, nuevos golpes y el contenido de un bidón de veinticinco litros con el que rocían a Rosario. Resultó ser disolvente que, al contacto con una colilla, convirtió el cajero en un horno crematorio.
Oriol, Ricard y Juan José -que hoy cumplen condena por el asesinato de la mendiga- no son los únicos jóvenes de Barcelona que salen los fines de semana en busca de indigentes. Esta noche ALBA acompaña a un grupo de ellos. Son una veintena, de entre 13 y 28 años, distribuidos en tres coches y una furgoneta. Saben dónde encontrar a los más indefensos vagabundos, a los más pobres de los pobres. La caravana se detiene en una explanada del Poble Nou, donde hace noche un matrimonio venido de Europa del Este. Los chicos bajan de los vehículos y, avanzando en semicírculo, se acercan a la pareja. Al verlos venir, en vez de salir por pies, el matrimonio sonríe a los visitantes: son los Jóvenes de San José.
Estos chicos en nada se parecen a los del arranque del reportaje. En vez de bidones de gasolina, portan termos de café. Su cuartel general no es un cíber, son los salones de la parroquia San Félix Africano, donde, además de repartir las tareas de la noche, rezan, llenando así de contenido la idea ignaciana de que la oración ha de preceder a la acción. En los males de los desfavorecidos no ven un divertimento, sino una reedición del sufrimiento de Cristo en la cruz. Los Jóvenes de San José están por la caridad, no por el odio.
Del Poble Nou la caravana pone rumbo a Las Ramblas. Hubiera tocado La Merced, pero hoy la zona la trabajan las Misioneras de la Madre Teresa, y en este ‘negocio’ no se da la competencia desleal. Porque los Jóvenes de San José no son los únicos que dedican la noche del sábado a evangelizar por la vía de los hechos. Lo que pasa es que historias como la que protagonizan rara vez se leen en los periódicos, se ven en televisión. Para ser portada, para salir en telediario, los de San José tendrían que hacer algo escandaloso, como aquellos neonazis franceses que repartían caldo de cerdo entre los homeless musulmanes, con abierto ánimo de ofender.
Pero los Jóvenes no caerán en eso: los bocadillos que preparan son de fiambre o atún, a elegir, pues quieren llegar a cuantos más pobres mejor, sin faltar a las creencias religiosas de ninguno. No es alianza de civilizaciones a escala local, es caridad cristiana pura y dura. Para aprender a moverse así por la vida los de San José no tuvieron que cursar EpC, simplemente pasar por las aulas del Corazón Inmaculado de María, en Sentmenat, Barcelona. Este colegio es la obra educativa de la Unión Seglar; uno de sus fundadores fue el jesuita José María Alba, cuyo ideal de vida fue: “Por Cristo, por María y por España, más, más y más”.
Que la mayoría de los Jóvenes de San José se conozcan de Sentmenat no significa que ésa sea conditio sine qua non para militar en sus filas. Esta noche, por ejemplo, se ha unido a ellos un chico de origen peruano que va a la misma parroquia que uno del grupo. Lo han encontrado cerca de la catedral, dándole conversación a un mendigo. El domingo pasado, en misa, el cura dijo que con los pobres no sólo se cumplía a base de limosnas. Y el chaval se lo tomó al pie de la letra. Si quisiera ingresar en los Jóvenes de San José, tendría que reunir una serie de requisitos, que pueden resumirse en uno: manifestar en todo momento una conducta irreprochable.
Porque los Jóvenes de San José se han constituido en asociación benéfica, con estatutos y todo. En el artículo 2 de los mismos, que hace referencia a los fines, se habla de ayudar a los pobres, de incorporarlos al mundo laboral, de promover su formación integral… Ésta es la letra de los estatutos; el espíritu que aletea detrás son las enseñanzas de la Iglesia Católica; enseñanzas que ellos tratan de transmitir con el ejemplo, pero también con la palabra.
Eso sí, buscando siempre la oportunidad. Por ejemplo, cuando un indigente les da las gracias, le dicen que se las dé a Dios, que ellos son sólo instrumentos; o si alguien les pregunta de dónde salen, les hablan de su colegio, de lo que allí les enseñaron; cuando se despiden, lo hacen con un “adiós”, nunca un “hasta luego”. Al principio, además de comida, repartían escapularios. Si han dejado de hacerlo, no es por respetos humanos, sino porque ya es raro encontrar a un vagabundo en Barcelona que no lleve uno al cuello. Está claro: los Jóvenes de San José se han metido en esto a mayor gloria de Dios, no para apuntarse al pilla-pilla presupuestario.
La última parada de la noche, el puerto de Barcelona. De ahí, la caravana pondrá rumbo de vuelta a San Félix Africano. La noche ha tenido sus durezas. A diferencia de otras, en ésta no han sido testigos de ninguna muerte violenta, pero sí han conocido a un hombre, biólogo de profesión, al que la crisis llevó a dormir en la calle. Le puede pasar a cualquiera, piensan los chicos.
Pero también ha habido lugar para las risas. Como las provocadas por el recuerdo de las primeras salidas, cuando los jóvenes se dividían para repartirse las calles, y cada grupo se llamaba según una virtud del Padre Putativo. “¡A ver, los Castísimos de San José…! ¿Dónde se han metido los Castísimos de San José?”. Y, claro, la cara de los adictos a la juerga que pasaban por allí era un poema. O la vez que se les acercó un yonqui preguntándoles si repartían chocolate. “Pero chocolate, chocolate, ¿eh?”. La tableta no la quería ni Cadbury ni Nestlé, sino con denominación de origen El Magreb. O cuando la Policía les dijo que no podían aparcar donde lo habían hecho. “Somos los Jóvenes de San José”. “¡Ah, bueno! En ese caso…”. Aquella noche descubrieron hasta qué medida eran, a ojos de los demás, un contrapunto sano en la noche canalla de Barcelona.
Ya en los salones de la parroquia de San Félix Africano -son las tres de la madrugada-, tiempo para dar buena cuenta del excedente de bocadillos y echar un cigarrito. Tiempo también para una última meditación. La dirige Marcos Vera, uno de los impulsores del grupo, que cita unas palabras del padre Castellani a propósito del buen samaritano, viejo precursor de los Jóvenes de San José.
Se busca ayuda
Cada salida nocturna de los Jóvenes -un sábado de cada dos- cuesta alrededor de 200 euros: caldo, pasta, bocadillos, galletas, natillas, arroz con leche, fruta… Todo en cantidades suficientes para abastecer a cuantos encontraran. Y más: mantas, sacos de dormir, ropa, y cualquier cosa que pudieran mendigarles, desde pilas para un transistor a un diccionario español-polaco/polaco-español. A estos gastos hay que sumar los ya desembolsados: termos, cortadoras de fiambre, neveras… Y los que habrán de desembolsar, porque los de San José quieren extender su ayuda a orfanatos, asilos, centros de desintoxicación, familias necesitadas… Además de con las cuotas de los socios, la asociación se financia con donaciones voluntarias. Saben que Dios proveerá, pero también que hay que allanarle los caminos, conque ahí va un número de cuenta:
2100-0153-16-0101743861.
Bill Gates, Oprah Winfrey y David Rockefeller, con otros multimillonarios planean estrategias contra la natalidad
Vuelve a surgir el fantasma de la superpoblación
29 de mayo de 2009.- “Es más rentable gastar un dólar en control de natalidad que en desarrollo”. Esta frase atribuida a Robert Mc. Namara, secretario de Defensa de Kennedy y presidente del Banco Mundial, vuelve a ser actual 30 años después. La idea renació en la última reunión del “Good Club” el grupo de multimillonarios que han donado más de 60 mil millones de euros para obras benéficas en los últimos 13 años.
En la fotografia de izquierda a derecha Bill Gates, Oprah Winfrey y David Rockefeller.
(Daniel Pérez del Castillo / Alba)El encuentro, convocado por Bill Gates, reunió en Manhattan, entre otros, a David Rockefeller, Warren Buffett, George Soros, Michael Bloomberg y a los empresarios de la prensa Ted Turner y Oprah Winfrey. Pero esta vez los debates quisieron mantenerse en el más absoluto secreto y solo trascendieron por casualidad o por la confidencia de un participante indiscreto. Y el periódico inglés The Times se extrañó ya que “normalmente estos magnates siempre están dispuestos a revelar sus programas benéficos”.
La explicación hay que encontrarla sin duda en que todos acordaron que el tema de la superpoblación era prioritario pero que había mantenerlo en secreto debido a que “algunos políticos del tercer mundo consideran que la contracepción y la educación de las mujeres debilita los valores tradicionales”.
Gates, principal impulsor de estas políticas antinatalistas, apuntó en una intervención anterior: “Con intervenciones caritativas tales como mejores cuidados de salud reproductiva -que como se sabe son a menudo proabortistas- podríamos invertir las proyecciones de crecimiento demográfico en el mundo“.
El participante ‘indiscreto’ añadió que en esta reunión de Manhattan se había decidido “establecer una estrategia para afrontar el aumento de la población ya que se estima que es una amenaza potencialmente desastrosa desde el punto de visto social y del medio ambiente“. Se convino además “que estos planes se lleven a cabo con independencia de los Gobiernos ya que son incapaces de enfrentar el desastre que se avecina”.
Vuelve a surgir el fantasma de la superpoblación
29 de mayo de 2009.- “Es más rentable gastar un dólar en control de natalidad que en desarrollo”. Esta frase atribuida a Robert Mc. Namara, secretario de Defensa de Kennedy y presidente del Banco Mundial, vuelve a ser actual 30 años después. La idea renació en la última reunión del “Good Club” el grupo de multimillonarios que han donado más de 60 mil millones de euros para obras benéficas en los últimos 13 años.
En la fotografia de izquierda a derecha Bill Gates, Oprah Winfrey y David Rockefeller.
(Daniel Pérez del Castillo / Alba)El encuentro, convocado por Bill Gates, reunió en Manhattan, entre otros, a David Rockefeller, Warren Buffett, George Soros, Michael Bloomberg y a los empresarios de la prensa Ted Turner y Oprah Winfrey. Pero esta vez los debates quisieron mantenerse en el más absoluto secreto y solo trascendieron por casualidad o por la confidencia de un participante indiscreto. Y el periódico inglés The Times se extrañó ya que “normalmente estos magnates siempre están dispuestos a revelar sus programas benéficos”.
La explicación hay que encontrarla sin duda en que todos acordaron que el tema de la superpoblación era prioritario pero que había mantenerlo en secreto debido a que “algunos políticos del tercer mundo consideran que la contracepción y la educación de las mujeres debilita los valores tradicionales”.
Gates, principal impulsor de estas políticas antinatalistas, apuntó en una intervención anterior: “Con intervenciones caritativas tales como mejores cuidados de salud reproductiva -que como se sabe son a menudo proabortistas- podríamos invertir las proyecciones de crecimiento demográfico en el mundo“.
El participante ‘indiscreto’ añadió que en esta reunión de Manhattan se había decidido “establecer una estrategia para afrontar el aumento de la población ya que se estima que es una amenaza potencialmente desastrosa desde el punto de visto social y del medio ambiente“. Se convino además “que estos planes se lleven a cabo con independencia de los Gobiernos ya que son incapaces de enfrentar el desastre que se avecina”.
jueves, 28 de mayo de 2009
Ángel de Fana, ex-preso político cubano*: “En la cárcel los comunistas no lograron quitarnos la fe”
-"La Iglesia tiene que ser mártir"
28 de mayo de 2009.- Pasó veinte años en las cárceles de Castro, y durante ese tiempo hizo huelgas de hambre, se negó a ponerse uniforme (buena parte de la condena la cumplió en calzoncillos) y a sus carceleros nunca los llamó “combatientes”, sino “guardias”. Era un preso plantado. En su tarjeta de visita explica qué es ese término: “Plantado es todo aquel que luche por la libertad y la democracia de Cuba en forma digna”.
(Gonzalo Altozano / Alba) -Después de veinte años en las cárceles de Castro se hará una idea de cómo es el infierno, ¿no?
-La cárcel no es el infierno porque en ella también está Dios. Además, en el infierno uno no tiene amigos y allá dentro sí. Y luego están las pequeñas satisfacciones que no hay en el infierno.
-¿Por ejemplo?
-La visita de los familiares, cuando te llega una carta, las risas con los compañeros…
-¿Lograron arrancarles la fe?
-Eso es algo que nunca consiguieron los comunistas. Siempre nos mantuvimos como Iglesia. Ya le digo que Dios estaba con nosotros.
-¿Lo estaba también el clero?
-A pesar de que al principio de la revolución la Iglesia Católica fue la institución que más militó contra Castro, pronto llegaron las persecuciones y, con ellas, el apaciguamiento de los obispos.
-¿Les provocaba eso resentimiento?
-Aunque hubiera presos a los que les costase hacerlo, siempre se rezó por los obispos. Siempre.
-¿Qué modelo les hubiera gustado que hubiese seguido la jerarquía?
-El de la Iglesia polaca bajo los comunistas o el de la nicaragüense cuando los sandinistas.
-Hubiera sido una Iglesia mártir.
-Es lo que tiene que ser la Iglesia; mejor eso que acomodarse para sobrevivir.
-¿Conoció mártires en la cárcel?
-Si tuviera que decir un nombre, diría el de Julio Tang, militante de la Juventud Obrera Católica, al que asesinaron de un bayonetazo. Julio fue un ejemplo de mártir político y religioso.
-¿Todo el clero les dio la espalda?
-Hubo sacerdotes que siempre estuvieron de nuestro lado, como el franciscano Miguel Ángel Loredo, diez años injustamente preso.
-¿Cómo mantenían viva la fe?
-A través de actividades como la celebraciónde la misa.
-¿Les dejaban celebrar misa?
-No, lo hacíamos clandestinamente.
-¿De dónde conseguían el vino y el pan de la consagración?
-El vino nos lo entraban las visitas, sin que se dieran cuenta los guardias; el pan lo guardábamos de las comidas.
-¿Qué hacían cuando no había sacerdotes presos?
-Como no podíamos consagrar, bendecíamos el pan. Era lo que llamábamos la oración dominical.
-¿Rezaban?
-El rosario, todas las noches.
-Supongo que les llegaban de fuera.
-Algunos sí, pero muchos los hacíamos nosotros.
-¿Cómo?
-Con hilo, con pedacitos de madera, con los alambres de las camas, con cualquier cosa. Los había preciosos. Rosa, mi mujer, todavía guarda algunos.
-¿Por qué pedían?
-Por la salud de nosotros y de nuestras familias, por la Iglesia, por una Cuba libre.
-¿Y por sus enemigos?
-Rezábamos por todos los cubanos, nunca por el régimen. Eso sí, todos los veinticuatro de diciembre elegíamos a uno de nosotros que tuviera buena voz para que leyese un mensaje a los militares.
-¿Era un mensaje político?
-Era un mensaje de Navidad, profundamente religioso. Les hablábamos del nacimiento del Niño Jesús como salvación para todos. Era un mensaje de amor.
-Usted sufrió persecución por sus ideas políticas. ¿También por sus convicciones religiosas?
-En una ocasión, el director de un penal me dijo: “Tienes que darle gracias a la revolución por estar vivo”. Yo le respondí: “Gracias a la revolución no; gracias a Dios”. Para qué fue aquello, muchacho. Los guardias me llevaban por la prisión dándome golpes.
-Se ríe mientras lo cuenta. ¿No les guarda odio?
-No, de verdad que no, se lo digo sinceramente. Se hace más daño el que odia que al que se odia. Nada bueno puede salir del odio.
-¿Y el abandono de Dios? ¿Sintió alguna vez el abandono de Dios?
-Tampoco. Aún recuerdo lo que me dijo mi madre cuando salí de la cárcel: “La prueba de que Dios te protegió es que estás hoy, aquí, con nosotros, vivo”.
-----------------------------------
*Esta entrevista se publicó en ALBA el 26 de octubre de 2007.
-"La Iglesia tiene que ser mártir"
28 de mayo de 2009.- Pasó veinte años en las cárceles de Castro, y durante ese tiempo hizo huelgas de hambre, se negó a ponerse uniforme (buena parte de la condena la cumplió en calzoncillos) y a sus carceleros nunca los llamó “combatientes”, sino “guardias”. Era un preso plantado. En su tarjeta de visita explica qué es ese término: “Plantado es todo aquel que luche por la libertad y la democracia de Cuba en forma digna”.
(Gonzalo Altozano / Alba) -Después de veinte años en las cárceles de Castro se hará una idea de cómo es el infierno, ¿no?
-La cárcel no es el infierno porque en ella también está Dios. Además, en el infierno uno no tiene amigos y allá dentro sí. Y luego están las pequeñas satisfacciones que no hay en el infierno.
-¿Por ejemplo?
-La visita de los familiares, cuando te llega una carta, las risas con los compañeros…
-¿Lograron arrancarles la fe?
-Eso es algo que nunca consiguieron los comunistas. Siempre nos mantuvimos como Iglesia. Ya le digo que Dios estaba con nosotros.
-¿Lo estaba también el clero?
-A pesar de que al principio de la revolución la Iglesia Católica fue la institución que más militó contra Castro, pronto llegaron las persecuciones y, con ellas, el apaciguamiento de los obispos.
-¿Les provocaba eso resentimiento?
-Aunque hubiera presos a los que les costase hacerlo, siempre se rezó por los obispos. Siempre.
-¿Qué modelo les hubiera gustado que hubiese seguido la jerarquía?
-El de la Iglesia polaca bajo los comunistas o el de la nicaragüense cuando los sandinistas.
-Hubiera sido una Iglesia mártir.
-Es lo que tiene que ser la Iglesia; mejor eso que acomodarse para sobrevivir.
-¿Conoció mártires en la cárcel?
-Si tuviera que decir un nombre, diría el de Julio Tang, militante de la Juventud Obrera Católica, al que asesinaron de un bayonetazo. Julio fue un ejemplo de mártir político y religioso.
-¿Todo el clero les dio la espalda?
-Hubo sacerdotes que siempre estuvieron de nuestro lado, como el franciscano Miguel Ángel Loredo, diez años injustamente preso.
-¿Cómo mantenían viva la fe?
-A través de actividades como la celebraciónde la misa.
-¿Les dejaban celebrar misa?
-No, lo hacíamos clandestinamente.
-¿De dónde conseguían el vino y el pan de la consagración?
-El vino nos lo entraban las visitas, sin que se dieran cuenta los guardias; el pan lo guardábamos de las comidas.
-¿Qué hacían cuando no había sacerdotes presos?
-Como no podíamos consagrar, bendecíamos el pan. Era lo que llamábamos la oración dominical.
-¿Rezaban?
-El rosario, todas las noches.
-Supongo que les llegaban de fuera.
-Algunos sí, pero muchos los hacíamos nosotros.
-¿Cómo?
-Con hilo, con pedacitos de madera, con los alambres de las camas, con cualquier cosa. Los había preciosos. Rosa, mi mujer, todavía guarda algunos.
-¿Por qué pedían?
-Por la salud de nosotros y de nuestras familias, por la Iglesia, por una Cuba libre.
-¿Y por sus enemigos?
-Rezábamos por todos los cubanos, nunca por el régimen. Eso sí, todos los veinticuatro de diciembre elegíamos a uno de nosotros que tuviera buena voz para que leyese un mensaje a los militares.
-¿Era un mensaje político?
-Era un mensaje de Navidad, profundamente religioso. Les hablábamos del nacimiento del Niño Jesús como salvación para todos. Era un mensaje de amor.
-Usted sufrió persecución por sus ideas políticas. ¿También por sus convicciones religiosas?
-En una ocasión, el director de un penal me dijo: “Tienes que darle gracias a la revolución por estar vivo”. Yo le respondí: “Gracias a la revolución no; gracias a Dios”. Para qué fue aquello, muchacho. Los guardias me llevaban por la prisión dándome golpes.
-Se ríe mientras lo cuenta. ¿No les guarda odio?
-No, de verdad que no, se lo digo sinceramente. Se hace más daño el que odia que al que se odia. Nada bueno puede salir del odio.
-¿Y el abandono de Dios? ¿Sintió alguna vez el abandono de Dios?
-Tampoco. Aún recuerdo lo que me dijo mi madre cuando salí de la cárcel: “La prueba de que Dios te protegió es que estás hoy, aquí, con nosotros, vivo”.
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*Esta entrevista se publicó en ALBA el 26 de octubre de 2007.
Camerún: Nuevo paso en la ayuda a la reinserción de mujeres de la calle que se prostituyen
Bendecido el local de una cooperativa de mujeres
28 de mayo de 2009 .- El Grupo Rahab que en Yaundé (algunos de sus miembros en la foto de la izquierda), Camerún, trata de abrir caminos de reinserción social a mujeres de la calle, vive una nueva etapa con la creación de una cooperativa, un sueño acariciado durante largo tiempo. Ahora, se ha hecho realidad con el alquiler de un amplio local. El Grupo Rahab se creó hace doce años. "La idea era --explica a Annie Jose, coordinadora del grupo y miembro de la Institución Teresiana--, en primer lugar ayudarlas a recuperar su dignidad de mujeres, a darse cuenta de que valen muchísimo más de lo que hacen y, a partir de ese descubrimiento, pensar en otras cosas para ganarse la vida porque son de un nivel social bastante bajo".
(Nieves San Martín / Zenit) "No han tenido posibilidad de estudiar, vienen de familias modestas y casi todas están en la calle porque tuvieron hijos muy jóvenes, adolescentes, y al no tener medios para alimentarlos no vieron otra salida que la prostitución -añade la coordinadora--. En cuanto ven otra actividad que les pueda sacar de aquello, desean cambiar de vida. La mayoría tiene una conciencia grande de que es una actividad que les avergüenza".
El Proyecto de Cooperativa (GIC), informa Annie Jose, está pensado para aquellas mujeres "que no encuentran empleo al final de la formación profesional. Se piensa también en un aprendizaje del trabajo conjunto y de la gestión compartida de una actividad".
"Como han estudiado oficios diversos --explica Annie Jose--, vamos a empezar por la parte de restauración, queremos poner una casa de comidas. También un local de corte y confección. Hemos alquilado una casa, con varias habitaciones, para que se puedan compaginar varias actividades, ayudándose unas a otras. Lo que tenemos muy claro es que no se trata de que cada una haga su oficio y gane su dinero, sino buscamos que todas, en la medida de lo posible, se ayuden. La que es costurera, si en ese momento no tiene nada que hacer puede ayudar a las que están haciendo la comida. Y las demás, cuando la costurera tiene mucho que hacer, pueden planchar la ropa, por ejemplo".
"Pretendemos lograr que trabajen de modo cooperativo y no individualista --añade--. Algo muy difícil de conseguir porque, por su experiencia, no suelen ser amigas entre ellas. En la calle, están en competencia por buscar clientes y hay celos entre ellas".
Durante casi un año, explica Annie Jose, "hemos buscado un local que convenga a nuestras expectativas: grande, en buen estado, que de la posibilidad de combinar varias actividades, al borde de una vía, no demasiado caro. ¡Tantas exigencias no facilitaban las cosas! Hemos buscado en varios barrios, para finalmente encontrarlo en el barrio de Oyom Abang (el nuestro) una casa que responde a todos nuestros criterios de selección. Salvo quizá el alejamiento del centro de la ciudad--en la fotografia de la izquierda el corazón de Yaundé- con los desplazamientos que esto implicará, ¡pero nuestros medios no nos permitían pensar en el centro!".
"La casa está compuesta por un gran salón, tres habitaciones, una cocina, ¡y un gran patio que contamos con aprovechar bien! Las reformas están en curso antes de poder empezar las actividades pero hemos querido marcar simbólicamente una etapa con la bendición de la casa el pasado 29 de abril", añade.
En momentos anteriores a la bendición, las mujeres empezaron a colaborar en la preparación de la casa y la instalación del material lo que, afirma Annie Jose, "ha permitido al grupo empezar a apropiarse del espacio, y pensar en las actividades imaginando cómo utilizar las diferentes estancias y el jardín".
Durante este tiempo continuaron las arduas gestiones para el registro del GIC que finalmente fue reconocido oficialmente el pasado 21 de abril.
Durante la fiesta de bendición del local, el celebrante comenzó explicando el sentido de la bendición de una casa, diciendo que no se bendicen sólo las paredes sino a las personas que las van a habitar, y que la bendición es una invitación a expulsar el miedo. Para concluir este día de fiesta, los invitados compartieron una comida.
Bendecido el local de una cooperativa de mujeres
28 de mayo de 2009 .- El Grupo Rahab que en Yaundé (algunos de sus miembros en la foto de la izquierda), Camerún, trata de abrir caminos de reinserción social a mujeres de la calle, vive una nueva etapa con la creación de una cooperativa, un sueño acariciado durante largo tiempo. Ahora, se ha hecho realidad con el alquiler de un amplio local. El Grupo Rahab se creó hace doce años. "La idea era --explica a Annie Jose, coordinadora del grupo y miembro de la Institución Teresiana--, en primer lugar ayudarlas a recuperar su dignidad de mujeres, a darse cuenta de que valen muchísimo más de lo que hacen y, a partir de ese descubrimiento, pensar en otras cosas para ganarse la vida porque son de un nivel social bastante bajo".
(Nieves San Martín / Zenit) "No han tenido posibilidad de estudiar, vienen de familias modestas y casi todas están en la calle porque tuvieron hijos muy jóvenes, adolescentes, y al no tener medios para alimentarlos no vieron otra salida que la prostitución -añade la coordinadora--. En cuanto ven otra actividad que les pueda sacar de aquello, desean cambiar de vida. La mayoría tiene una conciencia grande de que es una actividad que les avergüenza".
El Proyecto de Cooperativa (GIC), informa Annie Jose, está pensado para aquellas mujeres "que no encuentran empleo al final de la formación profesional. Se piensa también en un aprendizaje del trabajo conjunto y de la gestión compartida de una actividad".
"Como han estudiado oficios diversos --explica Annie Jose--, vamos a empezar por la parte de restauración, queremos poner una casa de comidas. También un local de corte y confección. Hemos alquilado una casa, con varias habitaciones, para que se puedan compaginar varias actividades, ayudándose unas a otras. Lo que tenemos muy claro es que no se trata de que cada una haga su oficio y gane su dinero, sino buscamos que todas, en la medida de lo posible, se ayuden. La que es costurera, si en ese momento no tiene nada que hacer puede ayudar a las que están haciendo la comida. Y las demás, cuando la costurera tiene mucho que hacer, pueden planchar la ropa, por ejemplo".
"Pretendemos lograr que trabajen de modo cooperativo y no individualista --añade--. Algo muy difícil de conseguir porque, por su experiencia, no suelen ser amigas entre ellas. En la calle, están en competencia por buscar clientes y hay celos entre ellas".
Durante casi un año, explica Annie Jose, "hemos buscado un local que convenga a nuestras expectativas: grande, en buen estado, que de la posibilidad de combinar varias actividades, al borde de una vía, no demasiado caro. ¡Tantas exigencias no facilitaban las cosas! Hemos buscado en varios barrios, para finalmente encontrarlo en el barrio de Oyom Abang (el nuestro) una casa que responde a todos nuestros criterios de selección. Salvo quizá el alejamiento del centro de la ciudad--en la fotografia de la izquierda el corazón de Yaundé- con los desplazamientos que esto implicará, ¡pero nuestros medios no nos permitían pensar en el centro!".
"La casa está compuesta por un gran salón, tres habitaciones, una cocina, ¡y un gran patio que contamos con aprovechar bien! Las reformas están en curso antes de poder empezar las actividades pero hemos querido marcar simbólicamente una etapa con la bendición de la casa el pasado 29 de abril", añade.
En momentos anteriores a la bendición, las mujeres empezaron a colaborar en la preparación de la casa y la instalación del material lo que, afirma Annie Jose, "ha permitido al grupo empezar a apropiarse del espacio, y pensar en las actividades imaginando cómo utilizar las diferentes estancias y el jardín".
Durante este tiempo continuaron las arduas gestiones para el registro del GIC que finalmente fue reconocido oficialmente el pasado 21 de abril.
Durante la fiesta de bendición del local, el celebrante comenzó explicando el sentido de la bendición de una casa, diciendo que no se bendicen sólo las paredes sino a las personas que las van a habitar, y que la bendición es una invitación a expulsar el miedo. Para concluir este día de fiesta, los invitados compartieron una comida.
ENTREVISTA AL ESCRITOR CANADIENSE MICHAEL O'BRIEN QUE DENUNCIA LA IMPOSICIÓN DE UNA NUEVA INGENIERÍA SOCIAL EN SU NUEVA NOVELA
«Los enemigos de Dios no saben a quién están sirviendo, y debemos plantarles cara»
28 de mayo de 2009.- El autor del best seller «El padre Elías» vuelve con otra novela electrizante, un «thriller» sobre la lucha de un hombre contra los planes de ingeniería social de su gobierno. Las similitudes con la España de Zapatero, con la España del aborto libre a los 16 años y la Educación para la Ciudadanía, resultan inquietantes.
«Los enemigos de Dios no saben a quién están sirviendo, y debemos plantarles cara»
28 de mayo de 2009.- El autor del best seller «El padre Elías» vuelve con otra novela electrizante, un «thriller» sobre la lucha de un hombre contra los planes de ingeniería social de su gobierno. Las similitudes con la España de Zapatero, con la España del aborto libre a los 16 años y la Educación para la Ciudadanía, resultan inquietantes.
(E.R. Saavedra/Zenit) Hace tres años Michael O’Brien entró en España con «El padre Elías» y logró un éxito fulgurante. Una legión de lectores fieles descubrieron un autor capaz de manejar con maestría la técnica del thriller al tiempo que plantea profundos interrogantes sobre el tiempo que vivimos. Tras «El padre Elías» vino «El librero de Varsovia», su precuela, y ahora llega, también publicada por LibrosLibres, «La última escapada», una novela de ritmo trepidante cuyo argumento resulta sorprendentemente próximo a la realidad sociopolítica cotidiana de nuestro país.
- Un gobierno democrático que se llena la boca hablando de «paz» y de «tolerancia» impone en las escuelas una asignatura para educar a los niños en el relativismo y la ideología de género. Y sus padres son perseguidos si se oponen. ¿Estoy hablando de su última novela, «La última escapada»?
- (Viéndonos venir.) ¡Supongo que sí!
- ¡Respuesta equivocada!
- Ja, ja.
- Estaba hablando de España, del año 2009, del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y de su asignatura Educación para la Ciudadanía, que ha provocado una masiva reacción de los padres españoles.
- Sí, he estado siguiendo con interés la situación en España, similar a la de mi país, Canadá.
- No es un caso único, entonces.
- En ambas naciones crece el acoso a las familias tradicionales y a la libertad religiosa de la Iglesia, como parte de un intento deliberado de redefinir la naturaleza de la sociedad mediante programas de ingeniería social impuestos por nuevas leyes invasivas e injustas.
- ¿Nos encaminamos a un futuro de tiranía disfrazada de libertad?
- Vamos en esa dirección, pero el resultado aún no es seguro. En buena parte depende del coraje de las Iglesias locales en cada nación, y de la capacidad de la familia y de las asociaciones religiosas para crear un frente unido contra las fuerzas que reducen la libertad en nombre de la Libertad y destruyen vidas humanas en nombre del Humanismo.
- Usted ya denunció a esas fuerzas en «El padre Elías». ¿No está en cierto modo anunciando el Apocalipsis?
- Bueno, no es mi misión como escritor católico anunciar una crisis de la humanidad de tal magnitud. Pero sí es mi misión plantear cuestiones esenciales que toda generación debe plantearse. ¿Estamos despiertos, alerta y vigilantes, como Cristo nos pide en los Evangelios? ¿Leemos correctamente los signos de los tiempos? ¿Advertimos con claridad la naturaleza del nuevo orden mundial? ¿O nos estamos convirtiendo en criaturas clónicas fabricadas por los medios de comunicación y por la desinformación masiva, que buscan transformar nuestra percepción de las cosas y nuestro pensamiento? ¿Vivimos como un pueblo que pertenece tanto al cielo como a la tierra, o más bien como hombres unidimensionales, ciudadanos de una tierra baldía donde somos adoctrinados sin cesar por instancias ideológicas, y donde nuestra adicción al placer y al entretenimiento nos distrae de la realidad, haciéndonos ignorar el combate real en el que estamos envueltos?
- ¿No le asusta ese papel de «profeta»?
- Sí. Sí me asusta. No me asustan los hombres ni las fuerzas del mal. Ni la persecución. Ni la muerte. Lo único que temo es equivocarme y decir una sola palabra que no sea querida por Dios. Quien proclama proféticamente las verdades eternas de la Divina Revelación (la verdad completa sobre la humanidad y sobre la historia de la salvación) se enfrenta al problema de su propia subjetividad, al riesgo de interpretar su tiempo a partir de opiniones personales.
- Es un riesgo de graves consecuencias.
- Hablando desde un punto de vista espiritual, la vocación profética es muy peligrosa, y por tanto debe hundir sus raíces en una absoluta humildad y docilidad al Espíritu Santo. Debe contrastar constantemente sus intuiciones y percepciones con los Evangelios y con la orientación objetiva de la Iglesia universal gobernada por el Santo Padre. E, idealmente, con un buen director espiritual. Pero yo no creo ser un profeta de forma distinta a como lo son todos los verdaderos cristianos, llamados a un cierto tipo de testimonio profético en nuestras vidas, según el deber de estado y la vocación de cada uno.
- ¿Cuáles son esos posibles signos premonitorios de un tiempo «apocalíptico»?
- Responder a eso exigiría un libro. Quizá fuesen más útiles mis ocho novelas y mis ensayos que una respuesta breve. A modo de resumen, destacaría entre muchos otros signos el que estemos viviendo la mayor apostasía de la Fe desde el nacimiento de la Iglesia. Y para mayor vergüenza, está ocurriendo en las naciones de la antigua Cristiandad.
- Apostasía, ¿en qué sentido?
- Las naciones más poderosas de la tierra llaman mal al bien y bien al mal. Fomentan la matanza de los inocentes como si se tratase de una política razonable y sensata. El inmenso poder de la tecnología y la psicología modernas se emplean a todos los niveles para redefinir el significado y el valor de la vida humana. El asesinato institucionalizado (aborto y eutanasia) se ha convertido en un fenómeno masivo y global. Es el reino del crimen y de la mentira.
- ¿Del Anticristo?
- El espíritu del Anticristo ha estado entre nosotros desde el principio, pero parece haber dado un salto cualitativo en su guerra contra la raza humana. Utiliza a las personas y a los gobiernos en una reconfiguración de la vida sin precedentes, mediante leyes que violan principios morales absolutos basados en la Ley Natural y en la Revelación sobrenatural.
- ¿Cómo podemos explicar la ceguera de tanta gente?
- Los enemigos de Dios no saben a quién están sirviendo, y se justifican ante sí mismos con una suerte de “humanismo”. Un humanismo terriblemente mutante, que niega la humanidad a una buena parte de la humanidad. No debemos odiarles, pero ciertamente debemos plantarles cara.
- Aunque usted no es en absoluto optimista, obras como «La última escapada» muestran que la resistencia al mal todavía es posible, y de hecho los lectores pasan la última página con un cierto sentimiento de victoria.
- Me alegra esto que me dice. Ésa es mi esperanza. La verdad es que Dios ya derrotó al antiguo enemigo de la humanidad con la muerte de Cristo en la Cruz y su posterior Resurrección. Los frutos de su victoria sobre el mal aún no se han completado, y Él nos dijo que ello no sucedería hasta la consumación de los tiempos. Así que a nosotros nos queda la batalla final, una “Pascua” final que la Iglesia debe pasar antes de la restauración de todas las cosas en Cristo. Sugiero a los lectores que estudien devotamente los epígrafes 675 y 677 del Catecismo de la Iglesia Católica.
- Uno de los puntos fuertes de La última escapada es la descripción de caracteres: mujeres y hombres normales sometidos a una enorme presión, que deben tomar decisiones que les sobrepasan y que marcarán el resto de sus vidas. ¿Esa tensión es inherente a la naturaleza humana, o constituye un lastre específico del hombre moderno?
- Es propia de todos los hombres en todos los momentos de la historia. Siempre es un desafío para el hombre integrar amor y responsabilidad. Y en un tiempo de máxima tensión, eso se hace extremadamente difícil.
- Porque interfiere ese poder ideológico e invasivo que citaba antes...
- Claro. El Estado no puede atribuirse los derechos de las familias sin dañar gravemente los verdaderos fundamentos de la sociedad. La familia no puede abandonar sus responsabilidades sin causar un grave daño a los hijos. Una democracia auténticamente humana no puede sobrevivir mucho tiempo si no respeta la conciencia y los derechos de la familia, y el derecho de todo ser humano a la vida desde la concepción a su muerte natural. Si viola estos derechos, el Estado se convierte en un instrumento de destrucción para su propio pueblo.
- Pero ¿por qué esos nuevos tiranos tienen tan buena fama?
- Ha habido muchos tiranos a lo largo de la historia, que han puesto en marcha muy diversos planes ideológicos. Pero a esos tiranos casi siempre se les reconocía como tales. La forma más peligrosa de totalitarismo es, sin embargo, aquella que se presenta a sí misma como benéfica y salvadora. Es la más difícil de derrocar, porque nunca se revela completamente como es. En ese entorno psicológico-espiritual, la persona «normal» tiene grandes dificultades para comprender la realidad del mundo que le rodea. En tiempos complejos y de máxima tensión, es más cómodo vivir negando los hechos. Es más cómodo no luchar. Es entonces cuando se nos programa para ceder cada vez más ante el espíritu del mal.
- Nathaniel Delaney, el protagonista de La última escapada, eligió luchar.
- En mi novela cuento la historia de un hombre «normal», herido y debilitado por la vida pero que gradualmente comienza a despertar. Y al despertar, aprende a sacrificarse y a sufrir por los demás. Es así como descubre su propia humanidad. Encuentra la alegría en un lugar donde no hay alegría. Lo pierde todo, pero gana mucho más.
- ¿A qué modelo responde Nathaniel? ¿Es un héroe? ¿Un mártir? ¿Un fanático? ¿Un hombre normal que afronta sus responsabilidades?
- Nathaniel es un hombre como cualquier otro. Héroe a su pesar, pecador, desencantado, busca el amor en medio de una ecología social donde reina el miedo. Sólo el amor y la fe le sostienen, porque a su alrededor la sociedad ha fracasado, y él también ha fracasado personalmente en muchos sentidos. Es un hombre que en el pasado hizo muchas concesiones, un católico tibio, que tomó decisiones equivocadas en su vida. Es orgulloso, y también débil. Pero en lo más íntimo de su corazón busca el bien y la verdad. Cuando se ve ante una terrible elección, ante la que será la mayor prueba de su vida, comprende que él es más de lo que pensaba ser. Encuentra la verdad sobre sí mismo.
- Y ¿cuál es la verdad sobre Michael O’Brien? Porque es usted un hombre polifacético: novelista, autor de ensayos y obras de pensamiento, periodista, pintor... ¿Cuál es su vocación genuina y original?
- Mi vocación genuina y original es la de ser un hombre casado, marido y padre de seis hijos, y ahora abuelo. En cuanto a mi trabajo, soy, en primer lugar y sobre todo, pintor de arte religioso. Con ese oficio alimenté a mi familia durante treinta años. Escribir vino después, a partir de mis primeros ensayos sobre la fe y la cultura. Luego edité durante siete años una revista familiar católica, y en ese tiempo escribí mi primera novela («El padre Elías»), a la que siguieron otras.
- ¿Qué ha descubierto trabajando en áreas tan distintas?
- Viviendo todas esas vocaciones aprendí que lo fundamental es combinar la oración con un intenso trabajo para mejorar mi técnica como artista y escritor. Alterno mi tiempo entre pintar y escribir novelas. En los últimos años he ido abandonando el ensayo y el periodismo. Cuando estoy escribiendo un libro, no pinto. Cuando pinto, no escribo. Mi obra escrita me ha ayudado en mi trabajo visual como pintor. Y mi pintura me ayuda a ver con nuevos ojos mi escritura.
- Es curioso que incluya la oración como parte de su trabajo.
- La vocación al arte cristiano es algo sagrado. Es una vocación, no una profesión. Es una misteriosa relación de co-creación, y por eso la pintura y la escritura católicas, todas las artes, deberían empezar así: con nosotros, los artistas, de rodillas, implorando la gracia. Ése es el fundamento que permite dar buenos frutos en este mundo. Ése es el único principio para un auténtico renacimiento.
- Un gobierno democrático que se llena la boca hablando de «paz» y de «tolerancia» impone en las escuelas una asignatura para educar a los niños en el relativismo y la ideología de género. Y sus padres son perseguidos si se oponen. ¿Estoy hablando de su última novela, «La última escapada»?
- (Viéndonos venir.) ¡Supongo que sí!
- ¡Respuesta equivocada!
- Ja, ja.
- Estaba hablando de España, del año 2009, del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y de su asignatura Educación para la Ciudadanía, que ha provocado una masiva reacción de los padres españoles.
- Sí, he estado siguiendo con interés la situación en España, similar a la de mi país, Canadá.
- No es un caso único, entonces.
- En ambas naciones crece el acoso a las familias tradicionales y a la libertad religiosa de la Iglesia, como parte de un intento deliberado de redefinir la naturaleza de la sociedad mediante programas de ingeniería social impuestos por nuevas leyes invasivas e injustas.
- ¿Nos encaminamos a un futuro de tiranía disfrazada de libertad?
- Vamos en esa dirección, pero el resultado aún no es seguro. En buena parte depende del coraje de las Iglesias locales en cada nación, y de la capacidad de la familia y de las asociaciones religiosas para crear un frente unido contra las fuerzas que reducen la libertad en nombre de la Libertad y destruyen vidas humanas en nombre del Humanismo.
- Usted ya denunció a esas fuerzas en «El padre Elías». ¿No está en cierto modo anunciando el Apocalipsis?
- Bueno, no es mi misión como escritor católico anunciar una crisis de la humanidad de tal magnitud. Pero sí es mi misión plantear cuestiones esenciales que toda generación debe plantearse. ¿Estamos despiertos, alerta y vigilantes, como Cristo nos pide en los Evangelios? ¿Leemos correctamente los signos de los tiempos? ¿Advertimos con claridad la naturaleza del nuevo orden mundial? ¿O nos estamos convirtiendo en criaturas clónicas fabricadas por los medios de comunicación y por la desinformación masiva, que buscan transformar nuestra percepción de las cosas y nuestro pensamiento? ¿Vivimos como un pueblo que pertenece tanto al cielo como a la tierra, o más bien como hombres unidimensionales, ciudadanos de una tierra baldía donde somos adoctrinados sin cesar por instancias ideológicas, y donde nuestra adicción al placer y al entretenimiento nos distrae de la realidad, haciéndonos ignorar el combate real en el que estamos envueltos?
- ¿No le asusta ese papel de «profeta»?
- Sí. Sí me asusta. No me asustan los hombres ni las fuerzas del mal. Ni la persecución. Ni la muerte. Lo único que temo es equivocarme y decir una sola palabra que no sea querida por Dios. Quien proclama proféticamente las verdades eternas de la Divina Revelación (la verdad completa sobre la humanidad y sobre la historia de la salvación) se enfrenta al problema de su propia subjetividad, al riesgo de interpretar su tiempo a partir de opiniones personales.
- Es un riesgo de graves consecuencias.
- Hablando desde un punto de vista espiritual, la vocación profética es muy peligrosa, y por tanto debe hundir sus raíces en una absoluta humildad y docilidad al Espíritu Santo. Debe contrastar constantemente sus intuiciones y percepciones con los Evangelios y con la orientación objetiva de la Iglesia universal gobernada por el Santo Padre. E, idealmente, con un buen director espiritual. Pero yo no creo ser un profeta de forma distinta a como lo son todos los verdaderos cristianos, llamados a un cierto tipo de testimonio profético en nuestras vidas, según el deber de estado y la vocación de cada uno.
- ¿Cuáles son esos posibles signos premonitorios de un tiempo «apocalíptico»?
- Responder a eso exigiría un libro. Quizá fuesen más útiles mis ocho novelas y mis ensayos que una respuesta breve. A modo de resumen, destacaría entre muchos otros signos el que estemos viviendo la mayor apostasía de la Fe desde el nacimiento de la Iglesia. Y para mayor vergüenza, está ocurriendo en las naciones de la antigua Cristiandad.
- Apostasía, ¿en qué sentido?
- Las naciones más poderosas de la tierra llaman mal al bien y bien al mal. Fomentan la matanza de los inocentes como si se tratase de una política razonable y sensata. El inmenso poder de la tecnología y la psicología modernas se emplean a todos los niveles para redefinir el significado y el valor de la vida humana. El asesinato institucionalizado (aborto y eutanasia) se ha convertido en un fenómeno masivo y global. Es el reino del crimen y de la mentira.
- ¿Del Anticristo?
- El espíritu del Anticristo ha estado entre nosotros desde el principio, pero parece haber dado un salto cualitativo en su guerra contra la raza humana. Utiliza a las personas y a los gobiernos en una reconfiguración de la vida sin precedentes, mediante leyes que violan principios morales absolutos basados en la Ley Natural y en la Revelación sobrenatural.
- ¿Cómo podemos explicar la ceguera de tanta gente?
- Los enemigos de Dios no saben a quién están sirviendo, y se justifican ante sí mismos con una suerte de “humanismo”. Un humanismo terriblemente mutante, que niega la humanidad a una buena parte de la humanidad. No debemos odiarles, pero ciertamente debemos plantarles cara.
- Aunque usted no es en absoluto optimista, obras como «La última escapada» muestran que la resistencia al mal todavía es posible, y de hecho los lectores pasan la última página con un cierto sentimiento de victoria.
- Me alegra esto que me dice. Ésa es mi esperanza. La verdad es que Dios ya derrotó al antiguo enemigo de la humanidad con la muerte de Cristo en la Cruz y su posterior Resurrección. Los frutos de su victoria sobre el mal aún no se han completado, y Él nos dijo que ello no sucedería hasta la consumación de los tiempos. Así que a nosotros nos queda la batalla final, una “Pascua” final que la Iglesia debe pasar antes de la restauración de todas las cosas en Cristo. Sugiero a los lectores que estudien devotamente los epígrafes 675 y 677 del Catecismo de la Iglesia Católica.
- Uno de los puntos fuertes de La última escapada es la descripción de caracteres: mujeres y hombres normales sometidos a una enorme presión, que deben tomar decisiones que les sobrepasan y que marcarán el resto de sus vidas. ¿Esa tensión es inherente a la naturaleza humana, o constituye un lastre específico del hombre moderno?
- Es propia de todos los hombres en todos los momentos de la historia. Siempre es un desafío para el hombre integrar amor y responsabilidad. Y en un tiempo de máxima tensión, eso se hace extremadamente difícil.
- Porque interfiere ese poder ideológico e invasivo que citaba antes...
- Claro. El Estado no puede atribuirse los derechos de las familias sin dañar gravemente los verdaderos fundamentos de la sociedad. La familia no puede abandonar sus responsabilidades sin causar un grave daño a los hijos. Una democracia auténticamente humana no puede sobrevivir mucho tiempo si no respeta la conciencia y los derechos de la familia, y el derecho de todo ser humano a la vida desde la concepción a su muerte natural. Si viola estos derechos, el Estado se convierte en un instrumento de destrucción para su propio pueblo.
- Pero ¿por qué esos nuevos tiranos tienen tan buena fama?
- Ha habido muchos tiranos a lo largo de la historia, que han puesto en marcha muy diversos planes ideológicos. Pero a esos tiranos casi siempre se les reconocía como tales. La forma más peligrosa de totalitarismo es, sin embargo, aquella que se presenta a sí misma como benéfica y salvadora. Es la más difícil de derrocar, porque nunca se revela completamente como es. En ese entorno psicológico-espiritual, la persona «normal» tiene grandes dificultades para comprender la realidad del mundo que le rodea. En tiempos complejos y de máxima tensión, es más cómodo vivir negando los hechos. Es más cómodo no luchar. Es entonces cuando se nos programa para ceder cada vez más ante el espíritu del mal.
- Nathaniel Delaney, el protagonista de La última escapada, eligió luchar.
- En mi novela cuento la historia de un hombre «normal», herido y debilitado por la vida pero que gradualmente comienza a despertar. Y al despertar, aprende a sacrificarse y a sufrir por los demás. Es así como descubre su propia humanidad. Encuentra la alegría en un lugar donde no hay alegría. Lo pierde todo, pero gana mucho más.
- ¿A qué modelo responde Nathaniel? ¿Es un héroe? ¿Un mártir? ¿Un fanático? ¿Un hombre normal que afronta sus responsabilidades?
- Nathaniel es un hombre como cualquier otro. Héroe a su pesar, pecador, desencantado, busca el amor en medio de una ecología social donde reina el miedo. Sólo el amor y la fe le sostienen, porque a su alrededor la sociedad ha fracasado, y él también ha fracasado personalmente en muchos sentidos. Es un hombre que en el pasado hizo muchas concesiones, un católico tibio, que tomó decisiones equivocadas en su vida. Es orgulloso, y también débil. Pero en lo más íntimo de su corazón busca el bien y la verdad. Cuando se ve ante una terrible elección, ante la que será la mayor prueba de su vida, comprende que él es más de lo que pensaba ser. Encuentra la verdad sobre sí mismo.
- Y ¿cuál es la verdad sobre Michael O’Brien? Porque es usted un hombre polifacético: novelista, autor de ensayos y obras de pensamiento, periodista, pintor... ¿Cuál es su vocación genuina y original?
- Mi vocación genuina y original es la de ser un hombre casado, marido y padre de seis hijos, y ahora abuelo. En cuanto a mi trabajo, soy, en primer lugar y sobre todo, pintor de arte religioso. Con ese oficio alimenté a mi familia durante treinta años. Escribir vino después, a partir de mis primeros ensayos sobre la fe y la cultura. Luego edité durante siete años una revista familiar católica, y en ese tiempo escribí mi primera novela («El padre Elías»), a la que siguieron otras.
- ¿Qué ha descubierto trabajando en áreas tan distintas?
- Viviendo todas esas vocaciones aprendí que lo fundamental es combinar la oración con un intenso trabajo para mejorar mi técnica como artista y escritor. Alterno mi tiempo entre pintar y escribir novelas. En los últimos años he ido abandonando el ensayo y el periodismo. Cuando estoy escribiendo un libro, no pinto. Cuando pinto, no escribo. Mi obra escrita me ha ayudado en mi trabajo visual como pintor. Y mi pintura me ayuda a ver con nuevos ojos mi escritura.
- Es curioso que incluya la oración como parte de su trabajo.
- La vocación al arte cristiano es algo sagrado. Es una vocación, no una profesión. Es una misteriosa relación de co-creación, y por eso la pintura y la escritura católicas, todas las artes, deberían empezar así: con nosotros, los artistas, de rodillas, implorando la gracia. Ése es el fundamento que permite dar buenos frutos en este mundo. Ése es el único principio para un auténtico renacimiento.
Bautizado a los 90 años el escolar más viejo del mundo después de haber leido la Biblia
Kimani Ng'ang'a Maruge, de Kenia, es bisabuelo y explica que "dedico mi vida a Dios, desde ahora hasta el final"
28 de mayo de 2009.- El hombre declarado como el escolar más viejo del mundo, Kimani Ng'ang'a Maruge, recibió el bautismo, cinco años después de que empezara a estudiar en la escuela primaria, a la edad de 85 años, y aprendiera a leer la Biblia. "Dedico mi vida a Dios, desde ahora hasta el final", dijo el bisabuelo de 90 años que recibió el nombre cristiano de Stephen en la iglesia de la Santísima Trinidad de Kariobangi, al este de Nairobi, según informa la agencia Ecumenical News International. Con el aplauso de una abarrotada asamblea, el escolar más viejo del mundo fue bautizado, sentado en una silla de ruedas, que ahora tiene que usar tras el inicio de un cáncer de estómago.
(Nieves San Martín / Zenit) "Decidí bautizarme tras leer la Biblia", dijo Maruge. Se describió a sí mismo como siempre temeroso de Dios, pero anteriormente no ligado a ninguna religión organizada. Dijo a los informadores: "Leí la Biblia y encontré el nombre de Stephen. Es un nombre para aquellos que han resistido a las adversidades, como yo".
El padre Paulino Mondo, párroco de la parroquia de Kariobangui, dijo que fue Maruge el que manifestó el deseo de ser bautizado. "La escuela ayudó a Maruge a leer y comprender la Biblia. Aprobó todos los exámenes de catecismo", aclaró Mondo.
En 2004, Maruge entró en el Libro Guinnes de los Records como el alumno más viejo del mundo, tras inscribirse en la Escuela Primaria Kapkenduiywa, en Eldoret, Kenia occidental, a la edad de 84 años. Dijo que su asistencia a la escuela fue posible por la introducción entonces de la educación primaria gratuita.
Fue a la escuela al mismo tiempo que dos de sus treinta nietos para poder leer la Biblia y contar dinero.
Durante la violencia postelectoral de 2007-2008 en Kenia, la propiedad de Maruge le fue arrebatada obligándole a ir a un campo de refugiados. Fue rescatado por la Cruz Roja y llevado a una casa para ancianos en el Centro de Día de San José, dirigido por las religiosas misioneras franciscanas, en Koriobangi, Nairobi.
Maruge subrayó: "He perdonado a quienes mataron a gente inocente pero no volveré a Eldoret".
A pesar de su delicada salud, Maruge dijo que espera realizar sus exámenes finales en la escuela primaria dentro de un año.
Kimani Ng'ang'a Maruge, de Kenia, es bisabuelo y explica que "dedico mi vida a Dios, desde ahora hasta el final"
28 de mayo de 2009.- El hombre declarado como el escolar más viejo del mundo, Kimani Ng'ang'a Maruge, recibió el bautismo, cinco años después de que empezara a estudiar en la escuela primaria, a la edad de 85 años, y aprendiera a leer la Biblia. "Dedico mi vida a Dios, desde ahora hasta el final", dijo el bisabuelo de 90 años que recibió el nombre cristiano de Stephen en la iglesia de la Santísima Trinidad de Kariobangi, al este de Nairobi, según informa la agencia Ecumenical News International. Con el aplauso de una abarrotada asamblea, el escolar más viejo del mundo fue bautizado, sentado en una silla de ruedas, que ahora tiene que usar tras el inicio de un cáncer de estómago.
(Nieves San Martín / Zenit) "Decidí bautizarme tras leer la Biblia", dijo Maruge. Se describió a sí mismo como siempre temeroso de Dios, pero anteriormente no ligado a ninguna religión organizada. Dijo a los informadores: "Leí la Biblia y encontré el nombre de Stephen. Es un nombre para aquellos que han resistido a las adversidades, como yo".
El padre Paulino Mondo, párroco de la parroquia de Kariobangui, dijo que fue Maruge el que manifestó el deseo de ser bautizado. "La escuela ayudó a Maruge a leer y comprender la Biblia. Aprobó todos los exámenes de catecismo", aclaró Mondo.
En 2004, Maruge entró en el Libro Guinnes de los Records como el alumno más viejo del mundo, tras inscribirse en la Escuela Primaria Kapkenduiywa, en Eldoret, Kenia occidental, a la edad de 84 años. Dijo que su asistencia a la escuela fue posible por la introducción entonces de la educación primaria gratuita.
Fue a la escuela al mismo tiempo que dos de sus treinta nietos para poder leer la Biblia y contar dinero.
Durante la violencia postelectoral de 2007-2008 en Kenia, la propiedad de Maruge le fue arrebatada obligándole a ir a un campo de refugiados. Fue rescatado por la Cruz Roja y llevado a una casa para ancianos en el Centro de Día de San José, dirigido por las religiosas misioneras franciscanas, en Koriobangi, Nairobi.
Maruge subrayó: "He perdonado a quienes mataron a gente inocente pero no volveré a Eldoret".
A pesar de su delicada salud, Maruge dijo que espera realizar sus exámenes finales en la escuela primaria dentro de un año.
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