Camino Católico

Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír*: “Para dirigirse al Señor, sobran los megáfonos, Él nos escucha en el silencio”
"La oración y la acción son compatibles"
14 de mayo de 2009.-Nació en un hogar hondamente cristiano y se educó en El Pilar e ICADE, viveros de hombres públicos. La idea de Hazte Oír (HO), plataforma de participación ciudadana, se la trajo de EEUU. En pocos años han pasado de ser conocidos como”los de los e-mails” a ser una de las webs políticas más visitadas. Sus ‘alertas’ son una reformulación marchosa del ora et labora.

(Gonzalo Altozano / Alba) -La pregunta es tópica pero obligada: usted, ante Dios, ¿cómo se hace oír?
-Muy sencillo, rezando. Para dirigirse al Señor, sobran los megáfonos, Él nos escucha en el silencio.

-¿Qué le pide?
-Le pido por mi familia, por España, por la Iglesia, por las iniciativas en las que ando metido…

-¿Y Él a usted?
-Que instaure el Reino de Cristo en mi corazón y en mi familia.

-¿Qué más?
-Que luche por hacer lo mismo en el mundo en que me ha tocado vivir.

-Está empeñado en cambiar el mundo. ¿Por qué?
-Porque creo en Dios. Entiendo que en esa realidad que he tenido -y tengo la gracia de vivir es buena para todos los hombres, y la quiero compartir.

-¿Cómo?
-Participando en la sociedad.

-Mire que dicen que quien mucho actúa poco reza.
-Pienso que es al revés: cuánto más se reza, más se actúa; eso sí, se duerme menos.

-Así que no es partidario de que los laicos sólo recen.
-No, porque si sólo oramos, Dios normalmente no actúa en el mundo; no sé la razón, pero prefiere hacerse presente a través de nuestras manos.

-¿Y de que sólo actúen?
-Tampoco. La batalla en la que estamos es muy desigual, como la de David y Goliat. Cuando te metes, te das cuenta de que sin Dios nada puedes.

-Conclusión: se puede rezar y actuar.
-¡Es perfectamente compatible! La oración te lleva a la acción, y ésta es el desbordamiento de aquélla.

-¿Hablar de Dios ayuda a combatir el laicismo?
-Es que si no lo hiciéramos, más que laicos seríamos laicistas. El católico que no se atreve a hablar de Dios es un cobarde que se avergüenza de Cristo.

-¿Qué le lleva a salir a la calle, con lo bien que se está en casa?
-Las necesidades de la sociedad, las llamadas que hace el Papa, la crisis de la civilización occidental.

-¿Tan mal estamos?
-Hemos perdido tanto terreno en los dos últimos siglos que casi todo está por reconstruir.

-¿A qué se refiere?
-A la civilización del amor.

-¿Alguna idea sobre cómo empezar?
-Cristo.

-¿Es Él para usted una ideología?
-No, es un amigo que me ama y al que estoy obligado a responder.

-¿Cuándo se dio cuenta?
-Al terminar COU, durante una peregrinación que hice a Czestochowa.
-Cierta prensa les presenta como lo que no son: un movimiento de la Iglesia. ¿Pertenece a alguno?
-Formalmente no, aunque sí me siento cercano a los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey. También trato de beber de la espiritualidad de muchos de los movimientos y realidades eclesiales que contribuyen a la nueva evangelización.

-¿El carisma de los Cooperadores?
-Ignaciano, centrado en la dirección espiritual y la predicación de los Ejercicios Espirituales.

-¿Haría bien san Ignacio el papel de patrón del ciudadano comprometido?
-Sí. San Ignacio tenía la que para mí es la virtud del ciudadano activo: la magnanimidad. Quiso que la participación de Cristo a través de él dejara marca; por eso fundó la Compañía.

-¿Estamos los católicos llamados a montar iniciativas?
-Con toda la creatividad de que seamos capaces.

-¿Fundó HO a mayor gloria de Dios? -Si no tuviera a Cristo como centro, en mi vida no habría habido HO ni muchas otras cosas. Dios fue el motivo más profundo, aunque hubo otros.

-Se tiene por un ciudadano comprometido. ¿Cada cuánto renueva su compromiso?
-A diario, tenga en cuenta que lo incumplo en numerosas ocasiones.
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*Entrevista publicada en ALBA el 28 de septiembre de 2007.