Miguel Durán, abogado, empresario y político: “No culpo a Dios de mi ceguera”
Fue a nacer en una familia pobre y muchos en el pueblo le imaginaron condenado a la mendicidad. Sin embargo, a base de esfuerzo -más del doble del normalmente exigido- logró salir adelante y triunfar. Hasta que un juez malaje y con mucho afán de protagonismo le condenó porque sí al infierno de los imputados (del que saldría diez años después, limpio de todo delito). Su encabezamiento de la lista de Libertas en las europeas fue interpretado por algunos como un reenganche a la vida pública, para la que Durán asegura tener vocación. Leer más...
miércoles, 29 de julio de 2009
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