* «Cada vez que comulgamos Jesús nos dice en cada palpitar del corazón “soy Yo, Yo soy”. Escuchen esas palabras en su corazón y lo escucharan en sus oídos. Déjense invadir por Él. No hay nada que nos haga palpitar el corazón como el amor de Jesús. Cada Eucaristía es un ‘te amo’ de Jesús. Le doy gracias a Dios que me trajo nuevamente a casa»
domingo, 17 de diciembre de 2017
María Graciela Molina dejó a los mormones cuando conoció a Dios en la Eucaristía, y con ella, sus padres y hermanos también se convirtieron a la Iglesia Católica
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