«Le pregunté a Dios: ‘¿Qué tan fuerte crees que soy yo?’. Él me dijo: ‘Yo le doy mis más duras batallas a mis mejores soldados’. Yo perdí mi fe, y justo le recé a Dios para que me llevara. Yo siempre había sido muy fuerte, era una persona independiente, y luché hasta la muerte. Estaba enojada, estaba lista para rendirme, pero supe que había luchado demasiado como para ya darme por vencida. Seguí rezando y le hice una promesa a Dios. Le dije ‘tú me trajiste aquí y cada noche me pondré de rodillas y voy a rezar para agradecerte y cada mañana me levantaré y estaré muy agradecida y voy a hacer esto por dos años»
martes, 19 de diciembre de 2017
Laura Revan quedó ciega, ardió su casa, murieron su madre y su prometido, pero ella clamó y prometió vivir dando gracias a Dios: «Sentí su presencia. Siempre había estado ahí»
Etiquetas:
Amor,
conversión,
Dios,
Enfermedad,
Esperanza,
Espíritu Santo,
Eucaristía,
Evangelio,
familia,
fe,
Jesucristo,
jóvenes,
muerte,
Oración,
perdón,
Testimonio,
vida,
Virgen María
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario