* «Así que gracias Señor, por cada día, cada perdón… Gracias por darme casas por todo el mundo. Gracias por darme unos amigos que me aman como a sí mismos, o más. Por la gente con y por la que rezar, y que también reza por mí. Por darme el mejor director espiritual, un montón de Hermanas… Quiero darte las gracias también por esta paz, que me hace caminar tranquila, segura de que este pilar no se va a romper. Gracias a ti hoy sé que mi vida es un perfume caro. Y no se me ocurre mejor manera de darte las gracias hoy que derramar esa vida a tus pies, y tratar de limpiarlos un poco con mi perfume. Tu inagotable amor vale más que la vida misma. Así que gracias Jesús. Tú camina, que ahora yo te sigo»
martes, 19 de diciembre de 2017
Leticia Deza Lanoix, 25 años, ingresa como monja clarisa: “Jesús, me quitaste los disfraces, los piercings, las caretas y las modas y me dijiste: «conmigo no te hace falta nada más»”
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