Elige tu idioma

Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

Página web de Escuchar la Voz del Señor

Página web de Escuchar la Voz del Señor
Haz clic sobre la imagen para verla

martes, 23 de marzo de 2021

Joe Eszterhas, guionista de «Instinto Básico»: «Repetia: «Por favor, Dios, ¡ayúdame!» Gemía de dolor, me calme y mi vida cambió desde que Dios entró en mi corazón. Fui salvado»

 


*  «Salí de casa y empecé a caminar. Caminaba tan rápido como podía. Era demasiado viejo para correr. Intentaba superar con esta marcha mis deseos y adicciones. Intentaba superar el pánico. Intentaba superar la autodestrucción. Intentaba superar la muerte. Comencé a llorar. Sabía que estaba hiperventilado. Me senté en un bordillo. Las lágrimas descendían por mi rostro. Observé cómo acababan en el suelo, salpicando. Mi corazón latía con tanta fuerza que bloqueaba todo a mi alrededor, excepto mis sollozos. Me parecía que ya no era humano. Escuché mis propios gemidos. Parecía un animal herido. Podía oír a mí mismo balbucear algo. Sentí que lo estaba diciendo. No podía creer lo que había dicho. No sabía por qué lo había dicho. Nunca antes lo había dicho. Me escuché repitiéndolo. Y una y otra vez: «”Por favor, Dios, ¡ayúdame!”»

Video de 2010 en el que Joe Estzterhas cuenta en ocho minutos su conversión  

 «Y pensaba para mí: «¿Yo? ¿Pidiendo a Dios? ¿Suplicando a Dios? ¿Rezando?» No había pensado en Dios desde que era un niño, pero me sentía pidiéndole ayuda todo el tiempo, mientras gemía de dolor. Y de repente mi corazón se calmó. Las terminaciones nerviosas dejaron de torturarme. Dejé de temblar y de tener espasmos. Mis manos dejaron de bailar… Me levanté de la acera. Abrí los ojos»

Leer más... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario