* «Poco a poco llegué a sentir que ese era mi camino; probablemente el Señor hubiera querido darme una fuerte sacudida para ponerme de nuevo en el camino. (…) Era como si una vocecita me dijera: ‘Te he resucitado, pero ahora debes trabajar para mí a través de tus hermanos y hermanas más necesitados’»
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