En su acercamiento al cristianismo tuvo un papel importante la música de Johann Sebastian Bach: “¿Cómo explicar una perfección tan alta si no con una experiencia más grande, como si cada nota fuese dictada por Dios?”
“Siempre he sentido a Cristo presente en mi vida. Una presencia que advertí aún más fuerte ese día. Desde entonces seguí esa voz y comprendí que no podía obviar mi respuesta a esta llamada”