* «Viendo lo que yo era, después de escuchar el relato de la Pasión y escuchando el canto de adoración eucarística Oh Jesús, amor mío, que dice: “Tú has recibido los insultos y los desprecios de mí, para que yo reciba la bendición de ti”. Yo le daba al Señor mi lujuria, mi soberbia, mis mentiras… En mi casa mentía constantemente, en la comunidad mentía constantemente, a los profesores les mentía constantemente y le mentía a Dios. Y veía cómo el Señor me respondía con amor, bendición y cariño; muriendo por mí. Eso fue lo que, mirando la cruz, me cambió. En definitiva, sentí un amor que nunca había sentido. Sé que el Señor me llama así, en mi debilidad»
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*COMENTARIO:* Padre, ¿no hay palabras de más consuelo para esa pregunta de
la tristeza?
*RESPUESTA MÍA:* La respuesta es que Dios es la alegría y la f...
Hace 3 meses