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sábado, 13 de junio de 2009

“Olga Bejano ha dado sentido a la vida de muchas personas”
13 de junio de 2009.-“Quiero que sea Dios quien decida cuándo ha llegado mi día y mi hora”,
decía a ALBA en marzo de 2007. Y lo decidió. Una parada cardiorrespiratoria en la madrugada del 5 de diciembre puso fin a más de 20 años de una enfermedad neuromuscular que paralizó el cuerpo de Olga. Pero la fuerza de su alma ha hecho Historia.

(Sonsoles Calavera / Alba) Llevaba 22 años de inmóvil actividad. Metida en la cama, o sentada en la silla, sin salir de su habitación, removió el alma de todos los que la conocimos. Durante más de dos décadas no pudo hablar, ni ver, respiraba artificialmente y se alimentaba a través de una sonda. Ha sido la persona del mundo que más tiempo ha pasado alimentándose y respirando de manera artificial.

Padeció casi 200 neumonías y varias decenas de intervenciones quirúrgicas. Y aunque, sin ayuda, no podía ni levantar un párpado, desde su ‘arresto domiciliario’, como ella lo llamaba con heroico sentido del humor, en este tiempo de sufrimiento sacó fuerza y ánimo para ayudar a muchas personas. Entre tratamiento y tratamiento, escribió cuatro libros. ‘Voz de papel’, ‘Alma de color salmón’ y ‘Los garabatos de Dios’ son los tres primeros.

Moviendo ligeramente la cadera, con un cuaderno en las piernas y un rotulador entre los dedos, escribía unos garabatos ilegibles en los que su enfermera iba descifrando las letras. Olga murió con los deberes hechos. Tres días antes de morir, estuvo cinco horas trabajando con su enfermera, Livia Dancea, en su último libro: ‘Alas rotas’. No podía mover un músculo, pero su habitación tenía más actividad que el despacho de un ministro. Además de la asistencia médica y los cuidados que requería su enfermedad, dedicaba tiempo a escribir, llamar por teléfono, leer… y, sobre todo, recibir visitas. “Soy un vegetal muy activo”, decía.
Tenía siempre las puertas abiertas

Por su casa han pasado desde altas personalidades de la política hasta estrellas del deporte o de la canción. Pero, sobre todo, muchos amigos. Su puerta siempre estaba abierta. Así llegó a conocerla, por ejemplo, José Fernández del Cacho, sacerdote pasionista, que fue a visitarla después de leer su libro. “Esta mujer intentó animar a vivir a Ramón Sampedro. Yo soy testigo de que hubo gente que no encontraba una salida y ella les dio una tonelada de ilusión para vivir. Ha dado sentido a la vida de muchas personas. Empezando por mí, porque cuando estaba un poquillo flojo, me ponía a su lado y te transmitía paz, serenidad, ánimo”, recuerda. Cuenta incluso que el testimonio de vida de Olga salvó del suicidio a dos personas.”Es como santa Teresita de Lisieux, patrona de las misiones desde un monasterio. Pues ésta, desde el dolor, es increíble que haya movido a tanta gente. Olga ha hecho una gran labor silenciosa, ha sido un foco de Dios”.

Igual que José, llegó Manuela Álamo, una joven informática madrileña, a la vida de Olga: llamando a su puerta, después de leer sus libros. “El día que la conocí,me emocioné y ella en respuesta me pegó una patada y le escribió a su enfermera con sus garabatos: ‘¡Manoli, no llores que yo no lloro!’. Así era Olga.Valiente, cariñosa, comprensiva, solidaria, con un fino sentido del humor y sobre todo con una confianza en Dios, como no he visto en nadie. Es difícil de entender la razón de tanto sufrimiento, sólo esa confianza en Dios puede darle sentido. Su testimonio ha ayudado a muchas personas a acercarse más a Él y a no dejarse abatir ante las dificultades, porque ella tenía más que nadie. Seguro que al llegar al cielo, le han puesto la alfombra roja y que si su vida fue muy fértil en la tierra, con las incapacidades que tenía, ahora en la otra vida, con todos los deberes cumplidos, va a ser la caña”.

Lidia González la conoció por motivos de trabajo: “Yo ayudaba a Álex Rosal en los inicios de la editorial Libros Libres. Pocos días antes de Navidad llamó su enfermera, para saber cómo iba la edición del libro Alma de color salmón. Como todos los autores, Olga tenía mucha prisa en la edición.Me contó que le quedaba poco tiempo y que en cuanto se lo editásemos Dios la llamaría a emprender el vuelo a otra vida. Con la inquietud que me había dejado, llamé a Álex para contarle lo sucedido y le pedí permiso para llevarme el texto y leerlo en Navidades. Olga nos estaba confiando su mensaje, con la esperanza de que lo publicásemos y lo difundiéramos a los cuatro vientos. Ella me enseñó a confiar en Dios y llegué a experimentar que en las situaciones más dolorosas la Virgen siempre está muy cerca”.

Livia Dancea, su enfermera en los últimos meses, cuenta que éste ha sido el año más bonito y más lleno de su vida profesional. “He aprendido muchísimas cosas con Olga. Era admirable, sabía lo que es un sacrificio. Era una luchadora y me ha enseñado a luchar amí también. En mis momentos malos, en cuanto la veía, seme olvidaba todo.Te daba fuerza, un empujón hacia adelante sin decir nada, sólo al ver cómo luchaba”. Livia, que la atendió ya sin vida, cuenta que “cuando murió, estaba como una muñeca de porcelana, parecía que estaba viva, dormida”.

La muerte como luz, paz y amor infinito En el funeral, al que asistieron multitud de familiares y amigos, el sacerdote apuntó que “en la vida estamos llamados a ser imagen de Dios y Olga fue la imagen de Cristo en la Cruz”. Como ella había pedido, se leyeron fragmentos de sus libros, como éste de Alma de color salmón:

“Descubrí que la muerte no existe: no es otra cosa que nacer a la vida. La muerte es luz, paz, descanso, bienestar y un amor infinito que en esta vida no existe y no se puede explicar”. “Te recordamos inquieta, terca, incluso revolucionaria; desde tu cama has llegado más lejos que mucha gente con movilidad total”, dijeron sus amigas. Su madre se dirigió también a sus seres queridos: “Necesitamos mucho de vuestro cariño y vuestro amor para llenar el vacío tan grande que deja esta mujer, mi hija, en nuestras vidas”, dijo. Como Olga no quería ver tristes a los suyos pidió que terminara con música. Y así fue, a ritmo del Dúo Dinámico, con su canción Resistiré, y de la canción de Natalia, de La Quinta Estación.
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Reportaje publicado en el núm. 207 del semanario ALBA, diciembre de 2008

Lena: De la droga, los robos, el mal y el ateísmo a "intuir las necesidades de los demás y dejarme transformar por Dios"
*"En el momento más oscuro de mi pasado, cuando sentía la soledad más intensa, el mayor vacío y lo absurdo de mi existencia, Dios vino a mi encuentro a través de la Comunidad Cenáculo y me ha salvado, dándome las ganas de vivir."
*"La dificultad más grande fue comenzar a creer en Dios y rezar. Provengo de una tierra donde a causa de la historia política, el pueblo se olvidó de Dios. En mi familia nadie iba a la Iglesia. Mis padres me habían dado mucho afecto pero tenía necesidad de un amor más profundo, que ni siquiera ellos conocían."
13 de junio de 2009.- (Lena / Comunidad Cenáculo) Si algunos años atrás alguien me hubiera dicho que leería la Biblia y que hubiera encontrado la felicidad en Dios, no lo hubiera creído. ¡En cambio hoy, mi alegría está justo allí, en Jesucristo!
Me llamo Lena y estoy extra-feliz de haber descubierto que ¡mi vida es un don precioso y que vale más que cualquier otra cosa en el mundo!
En el momento más oscuro de mi pasado, cuando sentía la soledad más intensa, el mayor vacío y lo absurdo de mi existencia, Dios vino a mi encuentro a través de la Comunidad Cenáculo y me ha salvado, dándome las ganas de vivir.
Hoy tengo la gracia de estar en esta casa de Dios y agradezco a la Comunidad Cenáculo por haberme acogido vacía, así como era, sin pedirme nada.
Entré a los veintiún años después de vivir en la tóxico- dependencia, enojada conmigo misma, con mis padres, con la sociedad. Me sentía cansada y muerta por dentro por todo el mal que había hecho. No había terminado la escuela, estaba enojada, vivía en la falsedad y robaba. Delante de los demás aparentaba ser fuerte, impulsiva y decidida, mientras en el corazón sentía lo contrario: inseguridad, miedos y tantos porqués a los que no les encontraba la respuesta.

Las amistades que construía no eran duraderas porque no se basaban en el amor verdadero sino en el interés. En la droga me parecía que había encontrado la seguridad y la novedad de la vida. En cambio, fue sólo la ilusión de la libertad y me tomó por esclava.
En esta vida equivocada hería a quien me quería, especialmente a mis padres. En mi corazón no había ninguna confianza, sólo duda, frialdad. No creía más ni en mí misma y no esperaba que algún día la vida fuera diferente.
Por esto los primeros meses de Comunidad fueron durísimos; muchas veces quería dejar todo y escapar. Era difícil creer que otros me querían, era muy orgullosa y me justificaba siempre porque temía no ser aceptada por las otras chicas, el miedo a la verdad me paralizaba.
Pero aún en medio de estas dificultades comenzaba a percibir la paciencia y la confianza que la Comunidad tenía conmigo: sentí el amor verdadero que me dio la fuerza para seguir adelante y confiar.
La dificultad más grande fue comenzar a creer en Dios y rezar. Provengo de una tierra donde a causa de la historia política, el pueblo se olvidó de Dios. En mi familia nadie iba a la Iglesia. Mis padres me habían dado mucho afecto pero tenía necesidad de un amor más profundo, que ni siquiera ellos conocían.
En Comunidad me encontré con muchas chicas, de distintas partes del mundo, de diferentes edades, con pasados muy dolorosos… pero que unidas rezaban delante del Santísimo. Aunque no creía, estos momentos me conmovían, ayudaban a “derretir” mi corazón. Después de la oración percibía en las chicas un cambio: estaban más serenas, sonreían más.
La Santa Misa y los momentos compartidos poco a poco fueron acercando la Palabra de Dios a mi historia y en mí se encendió una pequeña luz de esperanza que me hizo abrazarme a Jesús, con toda mi fragilidad. El amor de Dios me hizo experimentar que sólo Él conoce y sana todo lo que tengo en el corazón. Rezando he visto que en el pasado no fui capaz de administrar bien mi libertad, buscando la alegría y el sentido de la vida sin la fe, muchas veces dije “sí” al mal.
Un valor precioso que he recibido en la Comunidad es el de compartir un diálogo profundo y verdadero. En mi casa siempre hablábamos sobre las cosas materiales, sobre lo que faltaba, sobre el dinero que no alcanzaba nunca… y así poco a poco, nos fuimos alejando y las cosas del mundo nos dividieron. Éramos incapaces de mirarnos a los ojos y preguntarnos. “¿Cómo estás hoy?”
Nos juzgábamos y pretendíamos uno del otro, nadie cambiaba y yo escapé a la droga. Hoy el diálogo se ha vuelto una necesidad cotidiana que me ayuda a estar bien y a vivir en paz conmigo misma y con los demás.
Cuando mi mamá hizo una experiencia conmigo pude conocerla mejor, bajo una nueva luz, la de la oración, que me hizo descubrir muchos gestos positivos y muchas cosas buenas que antes no veía en ella. Lo que me ha dado más alegría fue vernos de rodillas, juntas en nuestra capilla, mientras rezábamos: “Ave, o María…”, agradeciendo de corazón a la Virgen porque a pesar que éramos una pequeña familia perdida en el mundo, hoy vamos al encuentro de la misericordia de Dios, Padre de todos.
¡Hoy estoy segura de que el bien existe, que el perdón existe!
¡Gracias a la Comunidad he “tocado” el amor verdadero que es la vida de Jesús entregada gratuitamente y para siempre por nosotros!
Estoy forjando amistades de verdad, mis jornadas son muy ricas de vida, de situaciones que me hacen crecer y madurar y de trabajo amado y bendito, porque me reconstruye y me hace dar más de cuanto hubiera imaginado. Aprender a coser, a tocar la guitarra, a cocinar… para mí es una gran alegría.
¡Intuir las necesidades de los demás y dejarme transformar por Dios me está dilatando el corazón y no quiero perder más ni un minuto de mi vida!
¡Con Dios en el corazón cada día es una novedad, porque Él da sabor a todo!
¡Y yo quiero seguirlo!
Las madres de familia, mujeres ‘invisibles’ para los hombres, llamadas a edificar una obra de amor para Dios
Esta madre de familia, como muchas otras, se siente a veces ‘la mujer invisible’. Pero ha descubierto para Quién trabaja y ya no le importa el aplauso del ‘gran público’.

miércoles, 10 de junio de 2009

P. Kevin P. Kelly, CO: "Atraeremos a la fe a los que amamos cuando irradiamos la alegría que es Cristo"
*"Los que tienen seres queridos alejados de la fe lo mejor que pueden hacer es continuar siendo buenos testigos de Cristo (la mejor forma de que continúen en contacto con Cristo), seguir dando testimonio de su amor en todo. Denles la mejor razón para volver: que han visto el amor de Dios obrando en su vida y desean tener el mismo sentido de gozo, compasión y esperanza. Recuerden las palabras de Sta. Teresa de Ávila: “Un triste santo es un mal santo”. Atraeremos a la fe a los que amamos cuando irradiamos la alegría que es Cristo."
*«Todo lo que pinto es una extensión de mi fe, una participación en la obra creativa de Dios»
10 de junio de 2009.-El Padre Kevin P. Kelly, C.O., se alejó de la fe en su adolescencia. Tras completar sus estudios en el «School of Visual Arts» de Nueva York, se ganó la vida como artista callejero en esa ciudad. También grabó discos e hizo giras en EE.UU. y Europa como miembro de una banda de punk rock. Hoy en día intenta «ver vida radiante en lo que suele parecer bastante mundano. Todo lo que pinto es una extensión de mi fe, una participación en la obra creativa de Dios». Tras volver a la Iglesia y después de un tiempo de discernimiento con trapenses, se unió en 1997 a una comunidad que sería el Oratorio de S. Felipe Neri de New Brunswick (EE.UU).

(M. Lourdes Quinn / InfoCatolica) El padre Kelly ha viajado a Tanzanía y a Kenia y vuelve este mes a El Salvador para su misión anual en la parroquia de Calvario en San Miguel, que incluye dos templos y 12 comunidades en áreas rurales. “Las comunidades son muy pobres pero vibrantes, el centro del amor de la gente, y me han acogido con los brazos abiertos”. Concedió esta entrevista antes de partir:

- ¿Cómo fue su experiencia con la fe católica en su juventud?

“Estaba muy interesado en la música, el arte y en estar de fiesta todo el tiempo con mis amigos. No comprendía que una vida de fe es una comunión vivida con Dios y la Iglesia me parecía un conjunto de reglas arbitrarias. O sea que cuando tenía 12 o 13 años dejé de ir a la iglesia. Estoy seguro que fue un momento difícil para mis padres, pero tampoco querían forzarme la fe. Me educaron lo mejor que pudieron en el contexto de la fe, pero no podían forzarme a creer.”

- ¿Qué influencia tuvieron sus años universitarios en su vida espiritual?

Tenía un sentido de la justicia social por los pobres que me inculcaron desde niño mis padres, que son muy devotos, por su ejemplo… La preocupación por los pobres finalmente abrió mis ojos a la persona de Cristo. Curiosamente, la escena del “punk rock” también ayudó a formar mi fe. En esos tiempos, era muy contracultural y prestaba atención al marginado.

Ahora me interesan los inmigrantes por mi fe, porque deseo conocer y vivir una comunión con más hermanos de la fe (por el punto de vista de Cristo y no de la política). No es sólo cuestión de ver a Cristo en otros, sino cuestión de reconocer que somos de hecho uno como Cristo es uno.

- ¿Qué hizo tras completar sus estudios universitarios?

Trabajando como artista callejero conocí a un carpintero que me contrató para pintar muebles a mano. En ese empleo conocí a Pablo Morera (de Costa Rica), que por el testimonio de su vida me mostró el rostro de Cristo como no lo había conocido antes. Me abrió la puerta a la verdadera fe viva y fue instrumento para cambiar el rumbo de mi vida.

- ¿Qué diría a los que se han alejado de la fe?

Como a mí de joven, la Iglesia les puede parecer con frecuencia aburrida, sin sentido, sin creatividad o alegría. Pero, quizás entonces podemos despertarnos y ver a Cristo de una nueva forma, ver que nos ha dejado la Iglesia y podemos estar con Él en una constante y vigorizante comunión.

Les pediría que pensaran sobre por qué se alejaron, sobre quién es la persona de Cristo y lo que su existencia significa para la raza humana. Les pediría que intentaran reconocer a Cristo por quien es: el Salvador del mundo, la fuente de toda vida y verdad, la fuente de toda compasión y esperanza. Ha venido para alterar radicalmente nuestra relación con Dios, para ofrecernos vida divina. Todo lo que la persona humana busca para ser fundamentalmente feliz se encuentra en Él. Les pediría que consideraran esta verdad, que se mantuvieran abiertos a tener todas sus percepciones y malentendidos hechos pedazos. Les preguntaría si de verdad quieren vivir... ahora y en la eternidad.

- ¿Qué recomienda a los que tienen seres queridos alejados de la fe?

Lo mejor que pueden hacer es continuar siendo buenos testigos de Cristo (la mejor forma de que continúen en contacto con Cristo), seguir dando testimonio de su amor en todo. Denles la mejor razón para volver: que han visto el amor de Dios obrando en su vida y desean tener el mismo sentido de gozo, compasión y esperanza. Recuerden las palabras de Sta. Teresa de Ávila: “Un triste santo es un mal santo”. Atraeremos a la fe a los que amamos cuando irradiamos la alegría que es Cristo.

- ¿Cómo discernió su vocación al Oratorio de S. Felipe Neri?

Una vez que se despertó la persona de Cristo en mi vida a los 27 años, comencé poco a poco a vivir sólo por Él, a sentir una llamada a vivir este amor, esta relación con Cristo, en comunidad porque nuestra fe es comunitaria (Jesús reunía a gente a su alrededor). [...] Mientras estaba con los trapenses, todas mis oraciones volvían al Oratorio. Era un tirón espiritual gravitatorio.

Me relacionaba con S. Felipe porque es el patrono de la alegría, un ingrediente esencial en la vida espiritual. Necesitamos rechazar el estereotipo de los cristianos severos y sin vida y ser gente de verdadera alegría. Cristo vino para darnos vida divina... no una vida monótona y pesada. S. Felipe lo entendió del todo. Era un hombre de alegría, de compasión, de intensa esperanza en el Señor. También amaba el arte y la música porque comprendía que eran medios para profundizar nuestra experiencia religiosa y senderos hacia Dios. Es un santo para nuestros tiempos.

- ¿Cómo discernió su vocación sacerdotal?

No tenía intención de ser sacerdote, pero me sentí llamado tras servir más de 10 años como Ministro Extraordinario de la Comunión en el hospital, un año como capellán en Oncología Pediátrica. Los enfermos me mostraron un sentido más profundo de la faz de Cristo. Llegué a comprender la naturaleza de su sufrimiento en conexión a nuestra humanidad y, de una manera palpable, que Cristo vino para entrar en todos los aspectos de la condición humana sin restricción. Su cruz no es teórica. Es una realidad viva en la cual el sufrimiento y la muerte son vencidos al final.

- ¿Qué es lo que más le ha impresionado de sus viajes?

La mayoría de los amigos que he conocido son materialmente pobres, pero profundamente ricos en fe, alegría, amor y comunión. No se puede comprar y vender la fe, la esperanza y la caridad. No idealizo a los pobres. Hay muchas dificultades y obstáculos. Hay mucha crisis. Pero, hay una fuerza impulsora de fe que irradia con mayor claridad y fuerza entre los pobres.

- ¿Cómo inició su contacto con El Salvador?

Mi mejor amigo en el seminario (EE.UU.), era un refugiado salvadoreño que huyó una masacre en la que la armada salvadoreña mató a muchos miembros de su familia. Cuando fui a El Salvador por primera vez, conocí al P. Nelson (entonces diácono como yo) en una Misa del 80 aniversario del nacimiento del Arzobispo Óscar Romero. En mi adolescencia había seguido la guerra civil en El Salvador con mucho interés, sin conocer a nadie de allí. Por Divina Providencia, ahora considero ese país mi segundo hogar.

- ¿Quiénes en El Salvador han tenido mayor impacto en su vida?

P. Nelson Santos (llamado por muchos “el sacerdote de los pobres”) por su deseo de santidad y el amor que tiene por su gente. En medio de miles de dificultades y preocupaciones, irradia gozo, una señal exterior de su confianza en Dios. Lo primero que oigo cada mañana en Calvario es al P. Nelson cantando en su habitación mientras se prepara para el día a las 5h.

Nelson Alirio Cruz, un seminarista que conocí en mi primer viaje, ha sido una constante fuente de bondad y uno de los más humildes siervos del Señor que he conocido. Está dispuesto a hacer absolutamente cualquier cosa por cualquiera si les va a ayudar a conocer el amor de Dios con mayor claridad en sus vidas.

Francisco Águila (sacristán en Jocuatique de 33 años, casado y con 3 hijos), es la persona más humilde y santa que he conocido, un hombre de profunda fe y confianza en la Providencia de Dios. Vive en gran pobreza en las montañas. Quedó huérfano a los 8 años cuando toda su familia fue matada por la armada salvadoreña. Pero, como muchos que encontramos en las Escrituras con Jesús: “Su fe le ha salvado”.

- ¿Cómo es la vida en el Oratorio?

Es maravillosa porque la persona de S. Felipe continúa a llenarme de un sentido de alegría y me recuerda que lo lleve a quienes sirvo, que no me tome muy en serio. En el Oratorio puede haber mucha creatividad y grandes cosas porque se anima el uso de dones para beneficiar a todos. Como diría S. Felipe: “Todos en la comunidad deberían ser una cara familiar”. Pero, también es un grupo diverso porque S. Felipe recibía a la gente sin esperar que todos fueran iguales. Esto presenta los desafíos de toda familia. Algunos días son fáciles, otros más difíciles y agotadores. Es vida cristiana.

- ¿Desearía añadir algo?

El sacerdocio ha sido absolutamente el mayor y más entusiasmante don en mi vida. Si hay algún joven discerniendo el sacerdocio y se pregunta cómo sería, usaría estas palabras: sorprendente, constantemente impactante, lleno de gozo, conmovedor, difícil, profundo, radical, misterioso, y que completamente da vida... cuando damos nuestras vidas por completo como Cristo dió su vida por nosotros.

Mi mayor pregunta ahora es si conocemos íntimamente a Cristo. Conocerle es verle en todo y darle radicalmente nuestra conformidad, respondiéndole con total generosidad. Es un cambio en la fe de una obligación a un deseo místico en nuestra vida cotidiana. Espero comprenderlo cada vez mejor y luego compartirlo con el Cuerpo de Cristo.

Muchas gracias por su tiempo y por todo lo que hace por la Iglesia.
Vídeo-testimonio de seminaristas de Buenos Aires: "No podemos callar lo que hemos visto y oido"
Una sola familia cambió la vida de cientos de huérfanos en Palestina: un hogar, en la Tierra de Jesús
10 de junio de 2009.-Samar Sahhar procede de una familia cristiana de Palestina. Sus padres iniciaron un pequeño proyecto para acoger a los niños huérfanos de la zona de Betania en los años 70, proyecto que hoy ha crecido y se ha convertido en la gran esperanza para niños y niñas palestinos sin hogar.

(A. Llamas Palacios / Alfa y Omega) «Nuestra historia en Betania empieza el 1 de mayo de 1971». Éste es el comienzo de un relato que nos lleva hasta Oriente Medio. No son Las Mil y una Noches, aunque también en esta historia suceden cosas extraordinarias.

Samar, en el centro, con algunas de las niñas del Hogar Lázaro de Betania, y una trabajadora del mismo

Samar Sahhar vive en Betania, territorio palestino, y allí lleva a cabo una labor que comenzaron sus padres, de los pocos cristianos del lugar, hace ahora 38 años, cuando llegaron desde Jerusalén, y se encontraron con una población destrozada.
La zona estaba llena de huérfanos, abandonados en las calles, y los padres de Samar decidieron acomodar una habitación para acoger a 10 niños. En poco tiempo, el pequeño proyecto fue aumentando, y cada vez llegaban más niños enviados por los Servicios Sociales. En esta tierra, bendecida por Dios y castigada por los hombres, ni siquiera comprar una parcela es cosa sencilla para una familia cristiana, aplastante minoría. La tierra en territorios palestinos pasa de padres a hijos, por tradición, y se cuidan muy mucho de que otra cultura y religión se haga con un terreno. Quien posee la tierra allí posee muchas cosas, muchas más que en otros lugares del mundo. Por eso, conseguir una parcela, para Samar y sus padres, fue como un milagro. Mucho más cuando vieron que en el registro de la propiedad había unas palabras escritas en árabe: Tierra de Jesús. En este caso, la parcela se encontraba colindando a un convento ortodoxo, donde la tradición decía que Jesús había estado con Marta y María de Betania.

Un paso más, con niñas

Construir allí también les costó lo suyo, pero lo cierto es que hoy hay dos grandes edificios: una residencia para huérfanos, donde ya viven unos 800 chicos, y un gran colegio. Sin embargo, había un paso más que dar, y ni a Samar ni a sus padres se les escapaba. Lo dio Samar hace 12 años: «Nos sentíamos culpables porque aceptábamos a los chicos y rechazábamos a las chicas, pues la cultura árabe no permite que niños y niñas puedan estar viviendo juntos. Así que alquilé un piso, y comencé un proyecto para mujeres y para niñas».

En el caso de las mujeres, se trataba de una urgencia social que Samar veía claramente que había que abordar. En Palestina hay un buen número de mujeres que viven en prisión sin haber cometido ningún delito a los ojos de la justicia, pero sí a los ojos de sus familias, o de otras personas. Son mujeres que han sufrido abusos, o que han deshonrado a su familia de alguna manera: su vida corre peligro, y como no tienen ningún lugar a dónde ir, acaban en prisión como única manera de protegerlas. Samar puso en marcha el primer proyecto en Palestina para acoger a este tipo de mujeres: «Tenía muchas llamadas de los Servicios Sociales para acoger y ayudar a estas mujeres. Fui poco a poco acogiéndolas, y les daba trabajo en el hogar de los niños. No está bien visto que se ayude a estas mujeres que han deshonrado a su familia, o que no se han comportado de acuerdo a las costumbres morales. Pero yo siento que el Señor me pide esto, no los seres humanos, así que, si no es bien aceptado, no me preocupa. Yo digo: Si las personas me dais permiso, muy bien. Pero si no me lo dais, da igual, yo tengo el permiso de Dios, y eso es lo único que me importa. No voy a dejar de ayudar a estas mujeres, pase lo que pase».

La historia de las niñas no es menos espeluznante. Samar creó el Hogar Lázaro para niñas, a imitación del orfanato para niños que habían creado sus padres. Allí viven niñas ilegítimas (no reconocidas), procedentes de divorcios (cuando los padres se casan por tercera vez, los niños anteriores no entran en el nuevo matrimonio), o abandonadas.

Las historias están llenas de dolor, como la de la última niña que ha entrado en el hogar. «Tiene tres años -explica- y fue encontrada por la policía abandonada en medio de la carretera, el pasado mes de noviembre. Habían abusado de ella, la habían maltratado. Es el ángel más bonito que he visto nunca, no se puede creer cómo hay gente que pueda hacer esto a los niños -dice Samar, emocionada-. Gracias a Dios fue salvada, pues podía haber sido asesinada, podía haber sido arrollada por un coche, si no fuera porque estaba en manos del Señor».
Respecto al Hogar Lázaro, Samar dice tener dos objetivos muy claros para las niñas: «El primero es la educación. Hay un dicho árabe que dice: Quien educa a una madre, educa a una nación. Creo que la educación es la llave para el futuro, y el hecho de que estas niñas hayan sido maltratadas, no significa que sean menos inteligentes. Tengo la esperanza de que la próxima Presidenta de Palestina sea una de estas niñas -dice muy seria-. El otro objetivo es que vivan en un hogar. No quiero crear para ellas una institución más. Ya hay suficiente tristeza en este mundo. Quiero crear un hogar, donde vivan en familia».

No son los cuentos de Las Mil y una Noches, pero la historia tiene lugar en Oriente, y desde luego que la realidad del amor y la voluntad movida por la fe supera con creces la ficción.

Más información

La ONG Construyendo Puentes está en contacto directo con Samar Sahhar. Pueden encontrar más información en http://www.construyendopuentes.org , o en el teléfono: 915358442.
A sus 95 años, el misionero jesuita Luis Ruiz atiende 145 leproserías en China y diez mil enfermos dependen de él
10 de junio de 2009.-Nació en Gijón, le expulsó de España la Segunda República, impartió clases a Fidel Castro en Cuba, y le encarceló la China comunista. Pero ha sobrevivido a persecuciones y enfermedades siempre al servicio de los demás, salvando a miles de personas de la exclusión social absoluta.

(Pablo M. Díez / ABC) «Tengo sólo 95 años», bromea en su residencia de Macao el padre jesuita Luis Ruiz cuando se le pregunta su edad, que no ha conseguido robarle el sentido del humor. De esos «sólo» 95 años, casi 70 los ha pasado en China, ya que llegó a Shangai en 1940, en plena guerra con los japoneses, tras pasar una temporada estudiando Magisterio en Cuba. Coincidencias históricas, Ruiz fue maestro en el Colegio de Belén, donde asistía a clase un entonces jovencísimo Fidel Castro. Nacido en 1913 en Gijón, el religioso recaló en la isla caribeña después de que el Gobierno republicano disolviera en 1932 la Compañía de Jesús en España y confiscara sus bienes, lo que llevó a muchos de sus miembros al exilio.

Desde Cuba, Ruiz fue enviado a Pekín para estudiar mandarín, un idioma que considera «endiabladamente difícil», pero que habla con fluidez junto al español, inglés, portugués, italiano y cantonés. Durante su época estudiantil, los compases de la Segunda Guerra Mundial le obligaron huir de Pekín y refugiarse en Shangai. Ordenado sacerdote en 1945, estuvo luego impartiendo clases de inglés en la misión de Anking, en la provincia de Anhui, hasta que las tropas comunistas de Mao Zedong vencieron al Ejército del «Generalísimo» Chiang Kai-chek en la guerra civil (1945-50) y prohibieron la religión.

El padre Luis Ruiz fue detenido y, durante su arresto, estuvo a punto de morir, ya que contrajo las fiebres tifoideas y tuvo que ser trasladado a Shangai para curarse. Desde allí, fue expulsado a la entonces colonia portuguesa de Macao, donde se dedicó a ayudar a los refugiados que huían de la China roja. «Llegaban a la isla a nado desde la vecina provincia de Guangdong y no traían nada, así que los atendíamos en el centro de Cáritas con las donaciones que recibíamos del exterior», explica a ABC en la Casa Ricci, sede de la orden jesuita en Macao.

Como Teresa de Calculta

Pero la verdadera labor por la que el padre Luis Ruiz puede ser comparado con la Madre Teresa de Calcuta o Vicente Ferrer es la que empezó a desempeñar a mediados de los 80: la asistencia a los leprosos en China. «Un sacerdote me habló de este grave problema y fuimos a visitar la isla de Taekang, en Guangdong, donde me encontré que los enfermos estaban totalmente abandonados a su suerte y nadie se ocupaba de ellos», rememora el misionero, que gastó «unos dos millones de pesetas de aquella época para mejorarlo todo, arreglar las casas y dotar a la comunidad de agua y electricidad».

Desde entonces, Ruiz dirige ya 145 leproserías donde se asiste a unos 10.000 enfermos que, de otra manera, estarían condenados al rechazo social y a una muerte segura por la falta de atención sanitaria. «Por ser cura, al principio tenía problemas para conseguir el visado de entrada en China, pero luego el Gobierno se dio cuenta de que, en realidad, le estábamos ayudando a resolver este problema y ahora incluso nos da terrenos para construir escuelas para los hijos de los leprosos», razona el misionero, quien recuerda que éstos «vivían en unas condiciones terribles y, cuando les daba cigarrillos, no podían cogerlos porque ya habían perdido todos los dedos de las manos y sólo les quedaban los muñones».
Aunque el padre Ruiz no duda en asegurar que «la China de ahora es muy distinta a la de aquel entonces, cuando no había ni carreteras ni puentes y teníamos que cruzar los ríos en barcazas», también aclara que «la lepra sigue siendo un estigma en este país, donde aún hay persecución religiosa».

Pero él continúa con su labor. Este mes tiene previsto viajar a Yunnan, en el sur de China, para abrir un nuevo colegio en una colonia de leprosos, donde se han instalado duchas de agua caliente que funcionan con paneles solares. Junto al cuidado de estos enfermos, las religiosas al servicio del padre Ruiz también atienden a pacientes con sida, otro problema sobre el que todavía no está concienciada la sociedad china.
El precio del fichaje de Kaká serviría para que más de 5.000 mileuristas vivieran un año
El Real Madrid, un equipo en quiebra técnica, consigue la financiación para una operación económicamente astronómica mientras que a empresas generadoras de empleo se les niega
10 de junio de 2009.-Alrededor del reciente fichaje del brasileño Ricardo Izecson Dos Santos Leite ‘Kaká’ por el Real Madrid se abren ciertos interrogantes que cabe formularse. Su fichaje va a costar a las arcas del club blanco un total de 65 millones de euros en concepto de traspaso y alrededor de 9 millones por año cobrará el jugador en concepto de ficha.

(Forum Libertas) Si comparamos estas cifras con las del sueldo de un mileurista que gira en torno a los 1.200 euros mensuales, resulta que sólo el traspaso de Kaká suma los sueldos de 4.514 mileuristas durante un año. Es decir, que se podrían realizar 54.166 asignaciones mensuales.

Por otro lado, si comparamos solamente el sueldo que percibirá el jugador por prestar sus servicios en el conjunto blanco –sin contar devengos por patrocinadores, publicidad y diversos conceptos-, los nueve millones de salario dan para que una empresa de 625 empleados pague los sueldos durante un año a sus operarios. Si la comparación es con el total del montante de la operación, ese número de empleados que percibirían su sueldo mileurista durante un año ascendería a 5.138.

Si tenemos en cuenta que el salario mínimo interprofesional español para el 2009 está siendo de 624 euros la comparación resulta todavía más dramática ya que 1.202 personas podrían vivir un año percibiendo ese salario y 120 podrían vivir diez años.

El Real Madrid y los bancos

El desbarajuste económico que cifras de este calibre producen resulta a todas luces inconcebible. Como inconcebible es que en un contexto de crisis financiera y económica el Real Madrid pueda tener los avales bancarios para desembolsar tal cantidad de dinero cuando a empresas generadoras de puestos de trabajos se les niega financiación.

Todavía resulta más disparatado si se analiza el hecho de que el Real Madrid es un equipo –como la mayoría de los clubes de Primera División- técnicamente en fallida. Este hecho se debe a que todos los equipos ponen en el haber el valor de los futbolistas de sus plantillas, un valor que por otro lado no está contrastado ya que está sujeto a las situaciones irregulares del mercado y además desciende cada año. Eso coloca al equipo blanco en una situación de quiebra constante sin que ello condicione su capacidad para que los bancos financien sueldos y traspasos astronómicos.
Kaká, futbolista: “Pertenezco a Jesús”
“Dios guía mi camino y eso me da una tranquilidad y una confianza tremendas para hacer mi trabajo”
10 de junio de 2009.- Kaká lo tiene todo para marcar época en la historia del fútbol. Fortaleza, velocidad, regate, espíritu de equipo y un potente disparo con ambas piernas que le hacen peligroso por ambas bandas del ataque de su equipo. Sus últimos éxitos deportivos nos han hecho descubrir un poco más dónde puede estar el mejor valor de Kaká, y tal vez no hay que buscarlo en una depurada técnica ni en una mente privilegiada para dibujar sobre el césped espacios imposibles, sino en una vida ordenada de oración y coherencia con su fe en Cristo.

(Jesús García / Alba, Núm 137) Fue uno de los héroes de la final de la Liga de Campeones de 2007 en la que su equipo, el Milán, se impuso al Liverpool por dos goles a uno. Nada más terminar el encuentro, mientras sus compañeros rossoneri se abrazaban celebrando el título de campeones de Europa, Kaká se puso de rodillas y elevó sus manos y su mirada al cielo, dando gracias a Dios por el triunfo más importante que le quedaba por conquistar y mostrando una camiseta con un lema escrito: “Pertenezco a Jesús”. Esa misma camiseta ya la había lucido en dos ocasiones: al ganar la liga italiana de 2004 y al ganar el Mundial de 2002 con la selección de Brasil, en Corea y Japón.

Casto hasta el matrimonio

Apenas dos semanas después de su última conquista deportiva, Kaká declaró en la edición italiana de Vanity Fair que llegó casto al matrimonio, siguiendo las enseñanzas de la Biblia: “Para nosotros, la primera noche fue bellísima”, contó.

Nacido en Brasilia el 22 de abril de1982, Ricardo Izecson dos Santos Leite explicó en fechas recientes en una televisión cristiana evangélica -Iglesia a la que pertenece- que su religiosidad es el centro de su vida y el secreto de su éxito: “Dios guía mi camino y eso me da una tranquilidad y una confianza tremendas para hacer mi trabajo”.

Es sabido que su taquilla en San Siro, estadio del Milán, está decorada con salmos de la Biblia y adhesivos con la frase “Dios es fiel”, la misma que la marca deportiva que le patrocina imprime en la lengüeta de sus botas.

En la entrevista a Vanity Fair en la que habla sobre su castidad, cuenta cómo conoció a su esposa, Caroline Celico (los dos en la fotografia de la izquierda): “Ella cumplía 15 años y yo tenía 19, pero en Brasil ya era famoso. En 2002, a la vuelta de la victoria en el Mundial, nos hicimos novios. A los 20 años ya pensaba en el matrimonio, siempre lo he hecho. Pero tuvimos que esperar tres años: uno en Brasil y dos a distancia, pues vine a jugar al Milán y ella era demasiado joven para venir conmigo. Pero ese periodo fue importante, puso a prueba nuestro amor“. Sobre este asunto, Kaká reconoce que no ha sido fácil, ya que”soy un chico normal” y que”Caroline y yo hemos hecho muchos sacrificios”, pero añade que tal vez “si hoy nuestra vida es así de hermosa, creo que es porque hemos sabido esperar”.

En las concentraciones de la selección brasileña, Kaká dirige, allá donde estén, un pequeño grupo de oración y lectura de la Biblia, en el que participan, según el día, los Cicinho, Ronaldinho, Zé Roberto y compañía. Una imagen bastante alejada de la que se tiene de estos jugadores
.

martes, 9 de junio de 2009

Una historia real sobre la cara más cruda del hambre
Este corto, titulado 'Chicken a la Carte', fue premiado en el festival de cine de Berlín. Sus escalofriantes imágenes reales sobre las brutales desigualdades que vivimos, que hacen que unos tiren la comida mientras hay familias pasando hambre, no se olvidan fácilmente.

Tanto amó Dios al mundo…
Inspirado en la película "Most", este vídeo muestra de manera brillante hasta qué punto amó Dios al mundo... También recuerda que la puerta que conduce a la Vida es angosta y que son pocos los que la encuentran.

sábado, 6 de junio de 2009

Manuel Jiménez de Parga, Jurista* : "Dios es para mí lo que da fundamento y sentido a mi existencia"
"Dios es el principio esencial del sistema de ideas y creencias con que me acerco a los hombres y a las cosas"
6 de junio de 2009.-Tiene uno de esos expedientes que quedan pobres si se los trata de comprimir en una ficha como las que acompañan a las entrevistas. Leyéndolo, cualquiera podría caer en el error de pensar que menudo tipo estirado (ha sido número uno de su promoción un montón de veces), pero la verdad es que don Manuel es un andaluz simpático tirando a guasón. Cuando se decida a publicar sus memorias, qué bien va a quedar el libro en las listas de los más vendidos.

(Gonzalo Altozano / Alba) -Usted, que como abogado ha asistido a tantos pleitos, ¿cómo se imagina el Juicio Final?
-Desde luego, no como un juicio oral de esos que se celebran todos los días en los tribunales de justicia.

-¿Por qué no?
-Porque es tal la distancia entre Dios y los hombres -a su lado somos tan pequeños, tan insignificantes- que no me veo debatiendo con Él si en vida hice el bien o hice el mal. No lo puedo imaginar como un juez ordinario.

-¿Qué imagen tiene de Él?
-La del Creador. Dios es para mí lo que da fundamento y sentido a mi existencia, el principio esencial del sistema de ideas y creencias con que me acerco a los hombres y a las cosas.

-¿Cuándo fue consciente de la idea de Dios Creador?
-Siendo estudiante de Bachillerato en los maristas de Granada, en las clases de Filosofía del hermano Pedro Lacunza. Aquel profesor nos insistió mucho en la idea de Dios Creador como aportación esencial del cristianismo a la cultura europea. Ese Dios Creador se convirtió para mí en imprescindible, sin Él no entiendo nada.

-¿Y con Él lo entiende todo?
-Si tuviéramos respuesta para todo, dejaríamos de ser hombres para convertirnos en dioses o en ángeles. Intentar entender las injusticias y desviaciones que se cometen cada día te lleva a una situación de duda para la que sólo encuentras amparo en la divina Providencia. Porque, además de Creador, Dios también es Providencia.

-Siempre habla con cariño de los maristas.
-Estudié doce años con ellos en el colegio de La Inmaculada, donde tuve a grandes profesores que dejaron en mí una huella, una orientación que me benefició mucho en todo lo que hice después. Soy un gran defensor de la enseñanza que se daba en los colegios religiosos de la época.

-¿A pesar de las acusaciones que hacen algunos?
-A pesar de las acusaciones; algunas de ellas injustas, por cierto. Es verdad que fuimos educados en una indudable cerrazón, en una estricta disciplina, pero doy fe de que el de los maristas de Granada era un colegio excelente.

-¿Echa en cara esa cerrazón?
-Ni siquiera. Era algo que respondía a los difíciles años de posguerra.

-¿Y la disciplina?
-Tampoco.Y le diré algo que va a sonar contrario al pensar generalizado, algo políticamente incorrecto, como se dice ahora.

-Diga, diga.
-Estoy muy agradecido por haberme formado en un ambiente de disciplina, en casa y en el colegio. Siempre he defendido la importancia de la disciplina, por eso me preocupa la dejadez en que se educan los jóvenes de hoy; dejadez que va a producir frutos malos.

-¿Le queda alguna devoción particular de sus años de estudiante?
-En mi formación primera se nos inculcó la devoción por la Virgen, que aún me queda, naturalmente.

-¿Reza?
-Todas las noches, con mi mujer, que es muy religiosa. Antes de retirarnos rezamos la oración de san Francisco de Asís, esa que empieza: “Señor, hazme instrumento de tu paz…”.

-Sin embargo, algunas declaraciones suyas han puesto discordia donde antes había paz… o eso dicen sus adversarios.
-Si defender la paz es callarse, entonces yo a eso digo que no. Ante actitudes que nos llevan a caminos peligrosos quiero que quede clara mi postura. Entre una paz más o menos momentánea y la defensa de los grandes valores y principios, me quedo con lo segundo.

-Dicen los británicos que hablar de Dios y de política es de mala educación. Pero usted es un señor muy educado.
-Hombre, muchas gracias. Pues le diré que cuando Isabel, mi secretaria, me dijo que querían entrevistarme para hablar de Dios, pensé : “Vaya asunto delicado”.

-¿Por qué se decidió?
-Porque hablar de Él de vez en cuando está bien, más cuando es con amigos.
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*Esta entrevista fue publicada en ALBA en noviembre de 2007.

miércoles, 3 de junio de 2009

Seis testimonios de esperanza en el amor de Dios ante el dolor
Impactantes historias reales en la Universidad Francisco de Vitoria donde los participantes contaron cómo afrontan el sufrimiento sin perder la paz
3 de junio de 2009.- La principal objeción que ponen muchas personas a la fe es: ‘Si Dios es bueno, ¿Por qué permite el sufrimiento?’ Ese fue el tema de la jornada celebrada en la Universidad Francisco de Vitoria, en la que se puso de manifiesto que el dolor exige un salto de fe, porque plantea siempre un interrogante. No sabemos por qué Dios lo tolera en nuestro camino, pero ese salto de fe no es irracional, parte de una experiencia de amor, aunque esto no anula el misterio. El padre Florencio Sánchez, capellán de la Universidad, apuntó que no podemos buscar un Dios ‘apagafuegos’, porque así no vamos a entender su mensaje. Pero explicó que el dolor vivido cerca de Dios adquiere un nuevo sentido porque, con Alguien dentro de nosotros, lo vivimos y lo valoramos de otra forma: “Dios no lo quita, pero lo transforma, estando contigo. Su silencio nunca es indiferencia”. Además recordó el gran valor que tiene el dolor, unido al de Cristo, que cargó sobre sí nuestros sufrimientos. “‘Mi sufrimiento unido al de Cristo está cambiando y rescatando el mundo’, como dijo el profeta Isaías. Vale muchísimo sufrir con Cristo”, subrayó. Se refirió además a la importancia de hablar a Dios con confianza: “Hay que aprender a coger a Dios por las solapas, decirle lo que piensas y darle tiempo a que responda”.

En la fotografia Pablo y Jorge. Detrás: Mercedes, Mercedes, María P. de A. y María E.

(Sonsoles Calavera / Alba) En el acto participaron personas que no hablan de oídas ni de teorías porque han tenido que mirar al dolor de frente para seguir viviendo. Entre ellas, Ruth, hermana de Sara de Jesús (en la fotografia de la izquierda), que fue directora del instituto John Henry Newman, y falleció en un accidente de montaña el 15 de febrero. Contó que además su padre sufre una grave enfermedad: “En mi familia ahora nos preparamos para perder a mi padre. Pero Dios nos da la fuerza para todo lo que nos pide. Ver cómo llevamos la cruz es un milagro. Sara me enseñó a que jamás dudara del amor de Dios. Yo antes le decía: ‘Ni se te ocurra llevarte a una hermana mía’. Pero un día se llevó a la que estaba más unida, y con una muerte absurda. Desde entonces, sólo puedo decir: ‘Tú sabes más’. Me doy cuenta de que la Providencia lo abraza todo. Todo tiene sentido y todo tiene respuesta. Es como pasar por un túnel, pero saber que va a pasar y que la carretera nos lleva a Dios”. Explicó que la pérdida de su hermana ha supuesto para ella una conversión: “Es sentir la presencia de un Dios que me sostiene y me ama. La respuesta de Dios es que Él está. Los milagros están pasando porque Sara está con el Señor e intercede y cuida de nosotros. Igual que hacía cuando íbamos a la montaña, ahora me habla ‘por el walkie’, y aunque no la pueda abrazar sé que algún día gozaremos juntas de la felicidad eterna”.

Pablo Satrústegui es diabético desde los 21 años. Esta enfermedad ha ido dejando huella en su cuerpo: le han amputado las dos piernas y ha perdido la vista de un ojo. “Dios me ha mandado esto para probarme, pero yo he tenido una vida felicísima, que no me merezco. Cuando me cortaron las piernas lloré amargamente, pero vi que el único que podía comprender mi problema era Dios y le pedí que me ayudara a llevarlo con alegría y aquí estoy: sin las dos piernas, operado de todo y esperando que me operen de lo siguiente, pero no he vuelto a sufrir en la vida. Vivo con total alegría y no tengo ningunas ganas de morirme“. Su fe y el apoyo de su familia, que ha estado siempre muy unida, ha sido todo para él. Su mujer, Mercedes, apuntó que lo más duro ha sido ver sufrir a la persona que más quiere. “Pero Dios te compensa, no he dejado de pedirle ayuda ni un sólo día y Él te escucha. Además, Pablo nos lo hace más fácil con su paz y alegría. Como decía mi hija al ir a verle al hospital: ‘Mamá, cuando entras en este cuarto, papá irradia paz’. Para nosotros ha sido un verdadero ejemplo“.

Un hijo joven y enfermo

María Esteban es madre de Rafa Cattarini (en la fotografia de la derecha), un chico de 25 años que padece Esclerosis Lateral Amiotrófica, una enfermedad degenerativa de la que no se conoce cura, que lo ha dejado inmóvil y completamente dependiente en plena juventud. “Piensas que tiene que haber algo, una fuerza invisible que hace que no tires la toalla. El dolor no es transferible, pero en todo este camino nos sentimos acompañados. Y te das cuenta de que sigues día a día, y estás contento, y sonríes… porque Dios está detrás. Pero a veces nos lo pone un poco difícil y hay que luchar para no caer en el lado oscuro de la desesperanza. A veces en el Padrenuestro, digo: ‘No me dejes caer en la depresión’, en lugar de ‘en la tentación’. Es una batalla que se libra día a día”. Y cuenta que el ejemplo heroico de coraje de su hijo ha sido un impulso para todos: “Rafa nunca jamás ha manifestado pena, ni dolor, ni ha dicho: ‘¿Por qué yo?’. Por eso, nadie nos hemos permitido el lujo de preguntarlo. Nos ha traído más felicidad que disgustos. A pesar de su distante contacto con nosotros, al final él sonríe y tú también“.

Mercedes ha sufrido una ruptura matrimonial después de 19 años de matrimonio. Contó que para ella formar una familia era lo más importante, por lo que esta ha sido una prueba muy dura, “con el dolor añadido de que repercute en tus hijos, las personas que más quieres”. Pero abandonarse en Dios le dio la paz: “Cuando le das tu mano a Dios y le dices: ‘Hágase tu voluntad’, ves que todo tiene un sentido. Vi que Dios me decía: ‘Confía de verdad’ y recobré la esperanza, algo sin lo que el hombre no puede vivir”.

Jorge Pérez de Leza se quedó parapléjico tras sufrir una caída en los Sanfermines (en la fotografia de la izquierda). “Yo puedo decir que no he sufrido, porque con la familia y los amigos hay salida a ese sufrimiento”, apuntó. Recalcó que lo más importante es el amor de los que te rodean, para aprender “a bailar con lo que tienes”. Y dio una buena receta para superar el propio dolor: “Ayudar a los demás a alcanzar sus sueños”.

María leyó el testimonio de su hermana Sole Pérez de Ayala (en la fotografia de la izquierda), enferma de cáncer, que debido a su enfermedad no pudo asistir al acto. “Prefiero la vida sin cáncer, pero me han puesto en este camino y para hacerlo me han dado un botijo lleno de paz y alegría. Cuando peor me encuentro pienso que alguien necesita algo y que yo estoy ayudando. Si Cristo, mi maestro, ha hecho esto, yo debo ir detrás. Y en la cruz siempre he encontrado a María”, aseguró.

Como apuntó el moderador, José Antonio Verdejo, Secretario General de la UFV, en las conclusiones de la jornada, del dolor no se puede huir, hay que mirarlo de frente. Es un misterio y no se puede evitar, pero sí se puede encontrar en él luz y esperanza y “muchos encuentran respuesta con los pies en la tierra, mirando al cielo”.
Un nuevo grupo de oración nace y se adhiere en Perú a Familia, Evangelio y Vida
Se trata del recién creado Ministerio de la Familia de la Renovación Carismática del Distrito de Ventanilla - Callao en la Ciudad de Lima, Perú
3 de Junio de 2008.- A partir del sabádo día 4 del próximo mes de julio empezará a reunirse dos días al mes un nuevo grupo de oración, a las 8 pm., del Ministerio de la Familia de la Renovación Carismática del Distrito de Ventanilla-Callao en la Ciudad de Lima, Perú. El lugar de reuniòn serà en la casa de la Renovación Carismática Católica situada en la calle 14 s/n Parque Las Hortencias, Ventanilla, Callao, Lima, Perù. Este grupo de oración se ha adherido a los ya existentes de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida, editora de este blog y de la página web "Escuchar la Voz del Señor".
La espiritualidad de este nuevo grupo será de oración de alabanza, que es la que se realiza en los grupos de la renovación Carismática. Los responsables de este grupo y del Ministerio de la Familia del Distrito de Ventanilla-Callao son el matrimonio formado por Arturo Cabizza Gamarra y Marìa Lourdes de Cabizza. Para contactar con ellos pueden escribir al correo electrónico: arturoylourdes@hotmail.com

Arturo y Lourdes explican concisamente en su correo electrónico de adhesión a Familia, Evangelio y Vida, que la finalidad del grupo es "comprometer a la familia a estar màs unida en Dios. Que exista la verdadera conversiòn de sus integrantes."
Con el nacimiento de este nuevo grupo, la Comunidad Familia, Evangelio y Vida cuenta ya con reuniones de oración adheridas en 5 paises: Colombia, España, México, Paraguay y Perú. Cuando terminemos de resideñar nuestra página web para dar un mejor servicio publicaremos un directorio de los grupos adheridos.

Para saber como crear un grupo de oración adherido a la Comunidad Familia, Evangelio y Vida, pincha A Q U Í
Eduardo Verástegui: “Las leyes que permiten el aborto son injustas y mentirosas”
En 3 sábados ha salvado 13 bebés, a las puertas de un centro abortista
3 de junio de 2009.- La vida de Eduardo Verástegui, joven actor y productor mejicano afincado en Los Ángeles, cambió hace 6 años. Tras una determinante conversión personal, dejó atrás su pasado y siguió el camino que le marcaba Dios “para buscar la verdadera felicidad”. Ahora, a través de ‘Metanoia Films’, la productora que ha creado junto con dos socios, y ‘Manto de Guadalupe’, organización sin ánimo de lucro también fundada por él, el actor se dedica a defender al no nacido. ‘Bella’, dirigida por Alejandro Monteverde, es su ópera prima como productor y actor, enmarcada dentro de un tipo de cine que ensalza la dignidad humana. Desde su estreno, el año pasado, ha salvado muchas vidas.

(Elisabeth Pérez Mateo / Delegación de Medios del Obispado Segorbe-Castellón) -¿Qué se puede esperar de un mundo en el que matar a un niño se considera un derecho?

-No quiero generalizar el hecho de que el mundo esté a favor del aborto porque yo creo que el mundo siempre se divide en dos partes…

-Pero parece que la mayoría sí está a favor

-Tal vez no. Quizá algunos grupos que tienen el poder de legalizar el aborto, que no son ni representan a la mayoría, manipulan a la gente. Quiero pensar que algunos, por ignorancia o por una malformación de su conciencia, piensan que abortar está bien porque es lo que les han hecho creer los medios de comunicación, por ejemplo. Te lo digo por experiencia porque he estado en clínicas abortistas ofreciendo información a jóvenes que quieren abortar y cuando se dan cuenta de lo que es, en ese momento, cambian su manera de pensar. Si realmente estuvieran a favor del aborto, les enseñaras lo que les enseñaras, no les harías cambiar.

Aparentemente, parece que es la mayor parte del mundo, que los católicos estamos perdiendo la guerra; pero sólo son batallas que se pierden. La guerra no se perdió. Estamos pasando por momentos difíciles, pero quiero ser optimista. Esto va a ser pasajero, nos vamos a levantar. Tanto México, España, E.E.U.U, como otros lugares del mundo donde ahora el aborto es legal, algún día, celebrarán la vida y se terminarán estas leyes injustas, mentirosas y manipuladoras.

-¿’Bella’ ha disuadido a muchas mujeres de abortar?

-Una película tan sutil como Bella ha llegado a cambiar la manera de pensar de muchas mujeres. Eso me da a entender que hay bastante ignorancia en el mundo y yo quiero estar del lado de la esperanza. Tengo voz y la estoy usando; y, al mismo tiempo, invito a la gente a defender la vida. No hay nada más bonito, bello y noble que ser la voz de aquellos que no tienen voz. Es necesario utilizar tu imaginación, tu creatividad, tus talentos…en el área donde tu te encuentres, para proteger la dignidad del ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural.

-Cada sábado se va a una clínica abortista de Los Ángeles, donde vive, e intenta hablar con las jóvenes que van a entrar para que no aborten. ¿Qué les dice?

-Me ayuda mucho que me reconozcan. En estos barrios hay muchas latinas que conocen mi trabajo y puedo acercarme a ellas sin ser un extraño. Cada caso es diferente. Algunas mujeres llegan llorando, otras van buscando una señal, otras no quieren entrar; pero, al mismo tiempo, piensan que es su única salida. Otras muchas van programadas con una mentalidad de no hacerle caso a nadie, ya que las mismas enfermeras de los centros abortistas las preparan, les dicen que ignoren a unos “locos” que se acercarán a ellas para disuadirlas. Cuando esto ocurre, me pongo enfrente de la puerta, intento darles un poco de conversación, hacerlas sonreír para que se distraigan… Una vez he captado su atención y me escuchan, es más fácil. Les enseño “Dura realidad”, un vídeo denuncia sobre el aborto. En estos tres últimos sábados hemos evitado la muerte de 13 bebés que iban a ser abortados. Las futuras mamás ven que estoy hablándoles con el único deseo de ayudarlas y ofrecerles apoyo de todo tipo (económico, moral…), sin juzgar a nadie. Se dan cuenta de que no están solas. Mi organización ‘Manto de Guadalupe’ tiene la misión de protegerlas en todo momento.

-Dicen que México tiene tres amores: la Eucaristía, la Virgen y el Papa. Hace poco, en México D.F se suspendió la Eucaristía durante dos domingos consecutivos a raíz de la gripe porcina. ¿Cómo lo ha vivido?

-Para mí no hay nada más grande en la tierra que la Sagrada Eucaristía. Voy a Misa y comulgo todos los días y es, definitivamente, lo más importante para mí. En cuanto a lo que ocurrió en México, nuestro Señor ve las intenciones. Cerraron las iglesias, pero en este caso, puedes acogerte a la Comunión Espiritual. Al mismo tiempo, son momentos donde nacen los Santos, donde la gente empieza a valorar realmente lo que se está perdiendo. Como cuando de pronto, al pensar que está en riesgo tu vida, sientes la necesidad de recibir el Sacramento de la Penitencia. Si este tipo de acontecimientos nos acercan más a Dios, podrían ser bendiciones para muchos. Si eso va a ser el detonador para una conversión ¡qué bueno!

lunes, 1 de junio de 2009

José Luis Olaizola, escritor: "Lo verdaderamente importante es saber de dónde venimos y adónde vamos. Y eso, o lo haces de la mano de Dios o no lo sabrás nunca."
“La muerte es la única aventura que me queda por vivir”
1 de junio de 2009.- En 1993 publicó Un escritor en busca de Dios, la
crónica de un alma: la suya. En el libro hablaba de sus recuerdos de niño de la guerra; de su paso por las pistas de atletismo de la universidad (iba poco a clase); de cómo su novia (luego su mujer) le puso firme; de su hermano Bibiano; de su entrada en el Opus Dei (ya va para cincuenta años); de cuando ganó el Planeta; de sus hijos… Si la editorial se animara a reeditar el libro, es seguro que Olaizola incluiría un nuevo capítulo: el de Somos Uno, la ONG que ha montado para luchar contra la prostitución infantil en Tailandia.

(Gonzalo Altozano / Foto de arriba a la derecha: Andrea Tarín / Alba)
-¿Entiende la literatura como una actividad evangélica?
-Nunca me la he planteado así, aunque lleve treinta años escribiendo en la hoja parroquial de mi pueblo. Pero mis libros no son sobre los misterios esenciales de la fe: Gracia, Eucaristía, Salvación…

-En ocasiones, en cambio, sí ha escrito sobre personas con un sentido católico de la vida.
-¡Es que a veces me apetece hablar de la buena gente! ¿Es eso apostólico? Pues sí, pero no premeditadamente.

-La buena gente, ¿da para un best seller?
-Aunque se lleve más escribir de la mala gente, a mí me parecen más interesantes los otros, los buenos.

-Ponga un ejemplo.
-El padre Alfonso de Juan, cuarenta años en Tailandia luchando contra los poderosos que abusan de los más débiles. Su vida me parece apasionante.

-Volvamos a Dios y a los libros…
-Hay obras maestras en las que el protagonista es Él. Y a pesar de que hay grandes escritores que se las ingenian para prescindir de Dios en sus novelas, cuando Él no está presente, el relato es una parodia de la vida.

-Sin embargo, decía que no se plantea la literatura como instrumento para la evangelización.
-Aquí de lo que hablo es de unidad de vida, algo que descubrí en el Opus Dei. Es decir, tener presente a Dios no sólo en misa, o cuando hago oración, o en el rosario, sino durante todo el día, incluyendo, por supuesto, las horas que paso delante del ordenador, escribiendo.

-¿Recuerda alguna decisión difícil tomada en presencia de Dios?
-Hace años, yo era directivo en un importante grupo de prensa y desde el poder -en concreto, Fraga- se me pidió que hiciera algo que me pareció una ignominia. No ceder
me costó el puesto. Y a pesar de tener ya nueve hijos, tomé aquella decisión con gran tranquilidad de conciencia.

-¿No se arrepiente?
-Aquello frustró mi carrera de ejecutivo. ¡Sabe Dios la de líos que me he ahorrado! Además, facilitó que me convirtiera en escritor, que es lo que siempre quise ser. O sea, que no me arrepiento.

-Diga algo de lo que se arrepienta, pero que no sea materia de confesión.
-De haber tardado tanto en pasarme de la máquina de escribir al ordenador. ¡Hubiera escrito el doble de mejor!

-Hablemos del Evangelio. ¿Le pone -literariamente hablando- alguna pega?
-Muchas veces, leyéndolo (con gran devoción, eso sí), me digo: “Pues yo esto no lo hubiera escrito así”. Lo cual es un problema…, un problema de orgullo.

-¿Y cómo lo resuelve?
-Diciéndome: “José Luis, cuidado, que el Evangelio está escrito como está escrito porque el Señor lo ha querido así. ¡No quieras enmendarle la plana ni hacer una pieza literaria con su Palabra!”.

-Algún pasaje le parecerá inmejorable.
-El de la mujer adúltera. Sólo por ese pasaje ya me creo el resto del Evangelio. Es tan perfecto… Otro que me atrae mucho es el del nacimiento de Cristo en Belén.

-¿Por qué?
-Porque, en sintonía con mi paisano Pío Baroja, al que tanto admiro, me conmueve profundamente una religión capaz de tener como Dios a un Niño.

-¿A pesar de la Navidad? Lo digo por las compras, los regalos, los grandes almacenes…
-Esos días los hemos convertido en un desastre, en una carrera de obstáculos. Aun así, llega la Navidad… y me sigo enterneciendo.

-¡A su edad! Por cierto, ¿tiene miedo a la muerte?
-Una vez entrevisté a un sacerdote, ya mayor, que me dijo: “Estoy en mi mejor momento porque cada vez estoy más cerca de Dios”. A mí, como a él, la muerte me hace cierta ilusión.

-¿Ilusión?
-Sí, porque es ya la única aventura que me queda por vivir. Eso lo aprendí de mi gran amigo Juan Antonio Vallejo Nágera. Otra cosa es que, llegado el momento, me entre la pataleta.

-Buscar a Dios, ¿es una aventura?
-De proporciones incalculables. Porque lo verdaderamente importante es saber de dónde venimos y adónde vamos. Y eso, o lo haces de la mano de Dios o ya puedes dar las vueltas que quieras que no lo sabrás nunca.