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sábado, 1 de febrero de 2025

Papa Francisco en homilía de la Presentación del Señor, 1-2-2025: «Hay que adorar y en el silencio, en la oración y en la entrega repetir: ‘Aquí estoy, yo vengo para hacer, Dios, tu voluntad’»

* «En el ejercicio de la pobreza, la persona consagrada, con un uso libre y generoso de todas las cosas, se hace para estas mismas, portadora de bendición; porque manifiesta la bondad de ellas en el orden del amor, rechaza todo lo que puede ofuscar su belleza ―el egoísmo, la codicia, la dependencia, el uso violento y con objetivos de muerte― mientras abraza, en cambio, todo lo que la puede enaltecer: la sobriedad, la generosidad, el compartir, la solidaridad. Y Pablo lo dice: ‘Todo es de ustedes, pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios’»     

 

Vídeo de la transmisión en directo de Vatican News, traducido al español, con la homilía del Papa 

* «La castidad consagrada nos muestra —muestra al hombre y a la mujer del siglo veintiuno— un camino de sanación del mal del aislamiento, en el ejercicio de una manera de amar libre y liberadora, que acoge y respeta a todos y no obliga ni rechaza a ninguno. ¡Qué medicina para el alma es encontrar religiosas y religiosos que sean capaces de relacionarse así, con madurez y alegría! Son un reflejo del amor divino»  


1 de febrero de 2025.- (Camino Católico) “Hay que adorar, y en la capacidad de adoración en el silencio, se redescubren las propias fundadoras y a los propios fundadores principalmente como mujeres y hombres de fe, y repitiendo con ellos, en la oración y en la entrega: «Aquí estoy, yo vengo […] para hacer, Dios, tu voluntad»”. Lo ha afirmado el Papa Francisco al final de su homilía en la fiesta de la Presentación del Señor y Jornada Mundial de la Vida Consagrada, al presidir las primeras vísperas en la Basílica de San Pedro, “en un contexto litúrgico caracterizado por el símbolo de la luz”. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la homilía del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente: 


FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

Primeras Vísperas

 HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Basílica de San Pedro

Sábado, 1 de febrero de 2025

«Aquí estoy, yo vengo […] para hacer, Dios, tu voluntad» (Hb 10,7). Con estas palabras, el autor de la Carta a los Hebreos manifiesta la perfecta adhesión de Jesús al plan del Padre. Y las leemos hoy, en la fiesta de la Presentación del Señor, Jornada mundial de la Vida Consagrada, durante el Jubileo de la esperanza, en un contexto litúrgico caracterizado por el símbolo de la luz. Y todos ustedes, hermanas y hermanos, que escogieron el camino de los consejos evangélicos, se han consagrado, como «Esposa ante el Esposo […] envuelta por su luz» (S. Juan Pablo II, Exhort. ap. Vita consecrata, 15); se han consagrado a ese mismo plan luminoso del Padre que se remonta a los orígenes del mundo. Este plan tendrá su total cumplimiento al final de los tiempos, pero se hace visible, ya desde ahora, a través de «las maravillas que Dios realiza en la frágil humanidad de las personas llamadas» (ibíd., 20). Reflexionemos, entonces, en el modo en que, por medio de los votos de pobreza, castidad y obediencia que profesaron, ustedes también pueden ser portadores de luz para las mujeres y los hombres de nuestro tiempo.

El primer aspecto es la luz de la pobreza. Esta tiene sus raíces en la vida misma de Dios, eterno y total don recíproco del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (cf. ibíd., 21). En el ejercicio de la pobreza, la persona consagrada, con un uso libre y generoso de todas las cosas, se hace para estas mismas, portadora de bendición; porque manifiesta la bondad de ellas en el orden del amor, rechaza todo lo que puede ofuscar su belleza ―el egoísmo, la codicia, la dependencia, el uso violento y con objetivos de muerte― mientras abraza, en cambio, todo lo que la puede enaltecer: la sobriedad, la generosidad, el compartir, la solidaridad. Y Pablo lo dice: «Todo es de ustedes, pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios» (1 Co 3,22-23). Esto es la pobreza.

El segundo aspecto es la luz de la castidad. También esta tiene origen en la Trinidad y manifiesta un «reflejo del amor infinito que une a las tres Personas divinas» (Vita consecrata, 21). Su profesión, en la renuncia al amor conyugal y en el camino de la continencia, reafirma el primado absoluto, para el ser humano, del amor de Dios, acogido con corazón indiviso y nupcial (cf. 1 Co 7,32-36), y lo indica como fuente y modelo de cualquier otro amor. Somos conscientes de que vivimos en un mundo frecuentemente marcado por formas distorsionadas de afectividad, en el que el principio de “lo que a mí me gusta” —este principio— impulsa a buscar en el otro más la satisfacción de las propias necesidades que la alegría de un encuentro fecundo. Es cierto, y es lo que genera en las relaciones actitudes de superficialidad y precariedad, egocentrismo y hedonismo, inmadurez e irresponsabilidad moral, por lo que el esposo y la esposa de toda la vida se sustituyen con el compañero o compañera del momento; los hijos, en vez de ser acogidos como un don, se pretenden como un “derecho”, o se eliminan como un “estorbo”.

Hermanas, hermanos, en un contexto de este tipo, frente a «una creciente necesidad de transparencia interior en las relaciones humanas» (Vita consecrata, 88) y de humanización de los vínculos entre los individuos y las comunidades, la castidad consagrada nos muestra —muestra al hombre y a la mujer del siglo veintiuno— un camino de sanación del mal del aislamiento, en el ejercicio de una manera de amar libre y liberadora, que acoge y respeta a todos y no obliga ni rechaza a ninguno. ¡Qué medicina para el alma es encontrar religiosas y religiosos que sean capaces de relacionarse así, con madurez y alegría! Son un reflejo del amor divino (cf. Lc 2,30-32). Pero para ello, es importante que en nuestras comunidades nos preocupemos por el crecimiento espiritual y afectivo de las personas, ya desde la formación inicial, pero aun en la permanente, para que la castidad revele verdaderamente la belleza del amor que se da, y no ganen terreno fenómenos destructivos como el avinagramiento del corazón o la ambigüedad de las elecciones, fuente de tristeza e insatisfacción que provoca, a veces, en los sujetos más frágiles, el desarrollo de verdaderas “dobles vidas”. La lucha contra la tentación de la doble vida es cotidiana. Es cotidiana.

Y llegamos al tercer aspecto, que es la luz de la obediencia. También de ella nos habla el texto que hemos escuchado, presentándonos, en la relación entre Jesús y el Padre, la «belleza liberadora de una dependencia filial y no servil, rica de sentido de responsabilidad y animada por la confianza recíproca» (Vita consecrata, 21). Es precisamente la luz de la Palabra que se hace don y respuesta de amor, signo para nuestra sociedad, que tiene la tendencia de hablar mucho y escuchar poco, en la familia, en el trabajo y especialmente en las redes sociales, donde nos podemos intercambiar cantidad de palabras y de imágenes, sin llegar nunca a conocernos realmente, porque no nos interesamos los unos por los otros. Y esto es interesante. Muchas veces, en el diálogo cotidiano, antes de que uno termine de hablar ya se salta con la respuesta. Y es que no se escucha. Tenemos que escucharnos antes de responder. Acoger la palabra del otro como un mensaje, como un tesoro, incluso como algo que me ayuda. La obediencia consagrada es un antídoto a tal individualismo solitario, promoviendo, en su lugar, un modelo di relación basado en la escucha efectiva, en la que al “decir” y al “oír” sigue la concretización del “actuar”, y esto aun a costa de renunciar a los propios gustos, programas y preferencias. En efecto, sólo de esta manera la persona puede experimentar al máximo la alegría del don, derrotando a la soledad y descubriendo el sentido de la propia existencia en el gran plan de Dios.

Quisiera terminar recordando otro punto: el “regreso a los orígenes”, del que actualmente se habla tanto en la vida consagrada. Pero no un retorno a los orígenes como quien vuelve a un museo, eso no, sino un volver al origen mismo de nuestra vida. A este respecto, la Palabra de Dios que hemos escuchado nos recuerda que el primer y más importante “regreso a los orígenes” de toda consagración, para todos nosotros, es el regreso a Cristo y a su “sí” al Padre. Nos recuerda que la renovación, antes que con las reuniones y las “mesas redondas” –―que se deben hacer, son útiles―, se realiza ante el Sagrario, en adoración. Hermanas, hermanos, nosotros hemos perdido un poco el sentido de la adoración. Somos demasiado prácticos, queremos hacer las cosas, [pero hay que] adorar, y en la capacidad de adoración en el silencio, se redescubren las propias fundadoras y a los propios fundadores principalmente como mujeres y hombres de fe, y repitiendo con ellos, en la oración y en la entrega: «Aquí estoy, yo vengo […] para hacer, Dios, tu voluntad» (Hb 10,7).

Muchas gracias a todos ustedes por su testimonio. Es un fermento para la Iglesia. Gracias.

Francisco



Fotos: Vatican Media, 1-2-2025

Celebración de las Primeras Vísperas de la Fiesta de la Presentación del Señor, 1-2-2025

Foto: Vatican Media, 1-2-2025

1 de febrero de 2024.- (Camino Católico)  Para la fiesta de la Presentación del Señor y Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Papa Francisco preside las primeras vísperas en la Basílica de San Pedro, “en un contexto litúrgico caracterizado por el símbolo de la luz” y acaba su homilía afirmando: “Hay que adorar, y en la capacidad de adoración en el silencio, se redescubren las propias fundadoras y a los propios fundadores principalmente como mujeres y hombres de fe, y repitiendo con ellos, en la oración y en la entrega: «Aquí estoy, yo vengo […] para hacer, Dios, tu voluntad»”. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha toda la celebración.


Papa Francisco en la Audiencia, 1-2-2025: «Cuando sentimos que el Espíritu Santo actúa en nuestro corazón y que el Señor nos llama por nuestro nombre, sabemos distinguir la voz del Maestro»

* «Aprendamos de la esperanza de María Magdalena, que la tradición llamó “apóstola de los apóstoles”. En el nuevo mundo se entra convirtiéndose más de una vez. Nuestro camino es una constante invitación a cambiar de perspectiva. El Resucitado nos lleva a su mundo, paso a paso, con la condición que no pretendamos ya saber todo»

Video completo de la transmisión en directo realizada por Vatican News de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa ha hecho en nuestro idioma

 * «Un yo demasiado seguro y un yo orgulloso nos impide reconocer a Jesús Resucitado… Cada uno puede decir: ¡tengo un lugar, yo soy una misión! Piensen en esto: ¿cuál es mi lugar? ¿Cuál es la misión que el Señor nos da? Que este pensamiento nos ayude a asumir una actitud valiente en la vida»

1 de febrero de 2025.- (Camino Católico En la segunda audiencia jubilar del 2025, el Papa Francisco se ha detenido en el «cambio de rumbo» que nace del encuentro con Cristo. Volviendo la mirada hacia Él, se entra en los «sueños de Dios» y en la esperanza. El ejemplo de María Magdalena, «apóstol de los apóstoles» y ha subrayado: “Cuando sentimos que el Espíritu Santo actúa en nuestro corazón y ue el Señor nos llama por nuestro nombre, sabemos distinguir la voz del Maestro”.

Un «cambio de rumbo» y «de perspectiva», volver nuestros pasos y nuestra mirada hacia Dios y entrar «en sus sueños»: esto es lo que espera el Papa Francisco de cada hombre y mujer que se hace peregrino en la tierra en este Año Santo de la Esperanza. Esperanza que resuena con fuerza en las voces y en los rostros emocionados de unos ocho mil peregrinos de las diócesis campanas de Caserta y Capua, que abarrotaban esta mañana el Aula Pablo VI. Otros dos mil fieles, procedentes de la diócesis de Sulmona-Valva, en los Abruzos, siguieron la Audiencia Jubilar desde la Basílica de San Pedro. Al final, el Pontífice fue a saludarles en persona. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la catequesis traducida al español y la síntesis que el Santo Padre ha hecho en nuestro idioma, cuyo texto completo es el siguiente:

PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA JUBILAR

AUDIENCIA GENERAL

Aula Pablo VI

Sábado, 1 de febrero de 2025

Catequesis - Esperar es voltearse. María Magdalena

¡Queridos hermanos y hermanas!

El Jubileo es un nuevo inicio para las personas y para la Tierra; es un tiempo donde todo es replanteado dentro del sueño de Dios. Y sabemos que la palabra “conversión” indica un cambio de dirección. Finalmente, todo se puede ver desde otra perspectiva y así también nuestros pasos se encaminan hacia nuevas metas. Así surge la esperanza que jamás desilusiona. La Biblia relata esto de muchas maneras. Y también para nosotros la experiencia de la fe ha sido estimulada por el encuentro con personas que han sabido cambiar en la vida y han, por así decirlo, entrado en los sueños de Dios. De hecho, si en el mundo hay tanto mal, nosotros podemos distinguir quién es diferente: su grandeza, que a menudo coincide con su pequeñez, nos conquista.

Por esto en los Evangelios, la figura de María Magdalena surge sobre todas las demás. Jesús la curó con la misericordia (cfr Lc 8,2) y ella cambió: hermanos y hermanas la misericordia cambia, la misericordia cambia el corazón y, a María Magdalena, la misericordia la recondujo a los sueños de Dios y dio nuevas metas a su camino.


El Evangelio de Juan narra de su encuentro con Jesús resucitado en una manera que nos hace reflexionar. Varias veces se repite que María se dio vuelta. ¡El Evangelista escoge bien las palabras! En lágrimas, María mira primero dentro el sepulcro, luego se voltea: el Resucitado no está en la parte de la muerte, sino en la parte de la vida. Puede ser intercambiado con una de las personas que encontramos cada día. Después, cuando escucha pronunciar su nombre, el Evangelio dice que nuevamente María se dio vuelta. Es así que crece su esperanza: ahora mira el sepulcro, pero no más como antes. Puede secar sus lágrimas, porque ha escuchado su nombre: solo su Maestro lo pronuncia así. Pareciera que el viejo mundo todavía estuviese, pero ya no está. Cuando sentimos que el Espíritu Santo actúa en nuestro corazón y sentimos que el Señor nos llama por nuestro nombre, sabemos distinguir la voz del Maestro.

Queridos hermanos y hermanas, aprendamos de la esperanza de María Magdalena, que la tradición llamó “apóstola de los apóstoles”. En el nuevo mundo se entra convirtiéndose más de una vez. Nuestro camino es una constante invitación a cambiar de perspectiva. El Resucitado nos lleva a su mundo, paso a paso, con la condición que no pretendamos ya saber todo.

Preguntémonos hoy: ¿sé voltearme a mirar las cosas diversamente? ¿Tengo el deseo de conversión?

Un yo demasiado seguro y un yo orgulloso nos impide reconocer a Jesús Resucitado: de hecho, también hoy, su aspecto es aquel de las personas comunes que se quedan fácilmente a nuestras espaldas. Incluso cuando lloramos y nos desesperamos, lo dejamos a la espalda. En vez de mirar en la oscuridad del pasado, en el vacío de un sepulcro, de María Magdalena aprendamos a voltearnos hacia la vida. Allí nos espera nuestro Maestro. Allí es pronunciado nuestro nombre. Porque en la vida real hay un puesto para nosotros, siempre y en todos lados. Hay un lugar para ti, para mí, para cada uno. Es feo, como se dice comúnmente, es feo dejar la silla vacía: “Este lugar es mío; si yo no voy…”. Nadie puede tomárnoslo, porque desde siempre ha sido pensado para nosotros. Cada uno puede decir: ¡tengo un lugar, yo soy una misión! Piensen en esto: ¿cuál es mi lugar? ¿Cuál es la misión que el Señor nos da? Que este pensamiento nos ayude a asumir una actitud valiente en la vida. Gracias.

Francisco


Fotos: Vatican Media, 1-2-2025

Homilía del P. José Aurelio Martín y lecturas de la Misa de hoy, sábado de la 3ª semana de Tiempo Ordinario, 1-2-2025

1 de febrero de 2025.- (Camino Católico) Homilía del P. José Aurelio Martín Jiménez y lecturas de la Santa Misa de hoy, sábado de la 3ª semana de Tiempo Ordinario, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid. 

Santa Misa de hoy, sábado de la 3ª semana de Tiempo Ordinario, 1-2-2025

1 de febrero de 2025.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, sábado de la 3ª semana de Tiempo Ordinario, presidida por el P. José Aurelio Martín Jiménez, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Misterios Gozosos del Santo Rosario desde el Santuario de Lourdes, -2-2025

1 de febrero de 2025.- (Camino Católico) Misterios Gozosos del Santo Rosario correspondientes a hoy sábado, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero.

Palabra de Vida 1/2/2025: «¿Quién es este? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 1 de febrero de 2025, sábado de la 3ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Marcos 4, 35-41:

Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:

«Vamos a la otra orilla».

Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un cabezal.

Lo despertaron, diciéndole:

«Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».

Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar:

«¡Silencio, enmudece!».

El viento cesó y vino una gran calma.

Él les dijo:

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?».

Se llenaron de miedo y se decían unos a otros:

«¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!».

Misterios Gozosos del Santo Rosario en la Parroquia Asunción de Nuestra Señora, Torrelodones, 1-2-2025

1 de febrero de 2025.- (Camino Católico) Misterios Gozosos del Santo Rosario en la parroquia Asunción de Nuestra Señora, Torrelodones, emitido por 13 TV.

San Juan Bosco, fiel hijo de María Auxiliadora, nos mostró que en su amor maternal encontramos fortaleza y esperanza / Por P. Carlos García Malo