* “De la nada dije «Señor, ¿por qué las cosas salen mal?». Y de pronto escuché una voz en mi interior que me dijo: «bota lo que tienes en tu casa y sígueme para que te sanes». Encontré lo que me indicaba en el closet de casa… un muñeco clavado con alfileres y frutas”
* “Cuando dio inició la oración de liberación… mi corazón reventó y no recuerdo que pasó luego. Pero después no podía parar de hablar diciendo a los presentes que pedía perdón a Dios. Me sentía quebrantado y sentí que algo había entrado por la boca y que me había tomado el corazón. ¡Sentí que me sacaron toda la basura!”
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