“Cuando me desperté vi a mi esposa llorando y pensé ‘Dios que no sean malas noticias’. El médico, que estaba feliz y tenía una cara de desconcierto, me dio la gran noticia: ‘¡Se ha ido! ¡Tu cáncer no está! Eres un hombre afortunado’. Mi cura es el Padre Pío. Él ha cambiado nuestras vidas para siempre”
viernes, 27 de septiembre de 2019
Anthony Fuina atribuye y agradece al Padre Pio su curación de cáncer de colón
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