* «En 25 minutos desde que llegué al hospital ya había nacido. La pusieron sobre mi pecho y mi marido la bautizó sin perder un minuto. En seguida llegó el capellán del hospital y al decirle que ya la habíamos bautizado nos dijo que fenomenal, que entonces la confirmaba. Sentí paz y una alegría inmensa porque había tenido otra hija, que está en nuestra existencia y en mi corazón para siempre, nuestra quinta hija, Blanca»

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