“Cuando me trajeron a Lillie fue el momento más emotivo de mi vida, tenía muchas ganas de conocerla y aunque nació con el paladar hendido, para mí era perfecta. La abracé, la mimé, la besé…incluso le tomamos las huellas de sus manitas y sus pies para recordarla siempre. Cuando llegó su momento murió en mis brazos. Sé que el aborto parece una solución fácil, pero la sensación de abrazar a tu bebé es el mayor milagro de todos, aunque solo fuera por poco tiempo, no lo cambio por nada en el mundo”
viernes, 30 de diciembre de 2016
Tany Coonan esperaba gemelas y rechazó abortar a la más enferma: “El propósito de mi hija fue vivir 9 meses, 2 horas y 10 minutos”
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