* «Cristo me curó la herida que tenía en el corazón. Lo que nadie pudo hacer, ni psicólogos, ni terapias, lo hizo Dios. Porque para Dios nada hay imposible… No es un camino fácil, ni de rosas. Pero es el mejor. La cruz aparece. De hecho en mi vida han aparecido, enfermedades, dos cánceres… pero el sufrimiento se lleva de otra manera. Él te da la fuerza y la alegría»
Camino Católico.- María José Estévez nació y fue educada en una familia católica de Granada. A los 17 años su padre falleció y poco después su madre perdió la vida en un accidente de tráfico. Enfadada con Dios, María José dejó la Iglesia y cayó víctima de una depresión durante años. Todo cambiaría después de ver una película muy peculiar, El Exorcismo de Emily Rose.
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