Rubin, de 16 años, en la cola para acceder a la plaza de San Pedro / Foto: Victoria Cardiel-EWTN News
Camino Católico.- A las 6:30 de la mañana se han abierto las barreras de la plaza de San Pedro para permitir la entrada de peregrinos a la canonización de Carlo Acutis y de Pier Giorgio Frassati. En medio de las colas interminables, estaba Rubin, de 16 años, para quien poder vivir el momento en el que el Papa León XIV ha pronunciado la fórmula solemne de canonización es un “sueño hecho realidad”.
Ha venido a Roma desde Dublin (Irlanda) en peregrinación con un grupo de chicas de su colegio donde el joven italiano, fallecido en Monza en 2006 a los 15 años, es muy querido. Y es que asegura que la intercesión del primer santo del siglo XXI fue crucial en la curación de una de sus mejores amigas.
“En nuestra escuela aprendemos mucho sobre Carlo Acutis. Para nosotras estar aquí es muy importante porque una amiga nuestra estaba muy enferma de pequeña y le dijeron que nunca se pondría bien”, explica a ACI Prensa, acompañada por su madre, Catherine, y su hermana pequeña, Eme.
Rubin, de 16 años, junto a su hermana y su madre en la cola para acceder a la plaza de San Pedro / Foto: Victoria Cardiel-EWTN News
La amiga de la que habla se llama Rosie O’Connor. Según relata, llegó un momento en el que ni si quiera podía comer de forma autónoma y “tenía una sonda de alimentación”.
“Era una gran deportista, jugaba al fútbol, pero no podía hacer nada de eso. Tuvo que estar postrada en la cama muchos meses. Fue muy duro para todas”, detalla.
Un día un sacerdote la bendijo con unas reliquias dealgunos cabellos del joven y a los pocos meses su situación mejoró inexplicablemente: “Después de ser bendecida con las reliquias de Carlo, volvió a jugar y ahora está completamente recuperada. Incluso le ha ido muy bien en los exámenes y regresó con normalidad a la escuela”, subraya con emoción.
“Mi amiga se curó de una enfermedad degenerativa gracias a él”, declara sin ambages.
La chica beneficiada por el milagro, que aunque no ha sido catalogado como tal por el Vaticano ha marcado para siempre a esta comunidad escolar, también viajó a Roma para la canonización. De hecho, el Papa pudo saludar este sábado tras la audiencia jubilar a su padre y a su abuela tal y como demuestra con una fotografía que enseña con su teléfono.
Para su hermana pequeña, Eme, la canonización de Acutis tiene además un significado personal: en su confirmación eligió al primer santo millenial. “Es mi santo de confirmación”, cuenta con una sonrisa tímida.
Detalle del colgante con la imagen de Acutis que acompaña a esta niña irlandesa / Foto: Victoria Cardiel - EWTN News
La familia había planeado venir a la canonización prevista inicialmente en abril, pero las fechas coincidieron con los exámenes escolares. “Cuando anunciaron la nueva fecha, no lo dudamos y compramos los billetes”, relata a su lado, su madre, Catherine.
El testimonio de esta pequeña peregrina irlandesa refleja cómo la figura de Carlo Acutis, el “ciberapóstol de la Eucaristía”, inspira ya a nuevas generaciones de jóvenes y familias de todo el mundo, convirtiendo la canonización en un acontecimiento de fe viva que trasciende fronteras.
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