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domingo, 29 de diciembre de 2024

Papa Francisco en el Ángelus, 29-12-2024: «La Sagrada Familia de Nazaret es un modelo porque es una familia que dialoga, que se escucha, que habla y el diálogo es el elemento más importante para una familia»

* «Escuchar es dar importancia al otro, reconocer su derecho a existir y a pensar por sí mismo. Los hijos necesitan esto. Piensenlo bien, ustedes los padres, escuchen, los hijos lo necesitan! Un momento privilegiado para el diálogo y la escucha en la familia es el momento de la comida. Es bueno estar juntos a la mesa y hablar. Esto puede resolver muchos problemas y, sobre todo, une a las generaciones: los hijos hablando con sus padres, los nietos hablando con sus abuelos... Nunca permanecer encerrado en sí mismo o, peor aún, con la cabeza en el teléfono móvil. Esto no está bien…nunca, nunca esto»

   

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «La familia es la célula de la sociedad, ¡la familia es un tesoro precioso que hay que apoyar y proteger! Mis pensamientos están con las numerosas familias de Corea del Sur que hoy están de luto tras el dramático accidente aéreo. Me uno en la oración por los sobrevivientes y por los fallecidos. Y recemos también por las familias que sufren a causa de las guerras: en la martirizada Ucrania, en Palestina, en Israel, en Myanmar, en Sudán, en Kivu del Norte, recemos por todas estas familias en guerra» 


29 de diciembre de 2024.- (Camino Católico)   “¿Saben por qué la Sagrada Familia de Nazaret es un modelo? Porque es una familia que dialoga, que se escucha, que habla. El diálogo es el elemento más importante para una familia”. Este fue el centro de la reflexión del Papa Francisco en sus palabras previas a la oración mariana del ángelus de este domingo 29 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia de Nazareth.

Después de rezar la oración mariana del ángelus el Santo Padre ha elevado sus oraciones por las Familias del mundo, porque la familia es la célula de la sociedad, un tesoro que debemos sostener y proteger. Además, el Pontífice ha pedido por las numerosas familias de Corea del Sur que están de luto tras el dramático accidente aéreo y por las familias que sufren a causa de las guerras. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

PAPA FRANCISCO

ÁNGELUS

Plaza de San Pedro
Domingo, 29 de diciembre de 2024

Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz domingo!

Hoy celebramos a la Sagrada Familia de Nazaret. El Evangelio narra cuando Jesús, de 12 años, al final de la peregrinación anual a Jerusalén, fue perdido por María y José, que lo encontraron más tarde en el Templo discutiendo con los doctores (cf. Lc 2,41-52). El evangelista Lucas revela el estado de ánimo de María, que pregunta a Jesús: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo, angustiados, te buscábamos» (v. 48). Jesús le responde: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?» (v. 49).

Es una experiencia casi habitual de una familia que alterna momentos tranquilos con otros dramáticos. Parece la historia de una crisis familiar, una crisis de nuestros días, de un adolescente difícil y de dos padres que no logran comprenderle. Detengámonos a observar a esta familia. ¿Saben por qué la Familia de Nazaret es un modelo? Porque es una familia que dialoga, que se escucha, que habla. ¡El diálogo es un elemento importante para una familia! Una familia que no se comunica no puede ser una familia feliz.

Es hermoso cuando una madre no empieza con un reproche, sino con una pregunta. María no acusa ni juzga, sino que intenta comprender cómo acoger a este Hijo tan diferente a través de la escucha. A pesar de este esfuerzo, el Evangelio dice que María y José «no entendieron lo que les decía» (v. 50), lo que demuestra que en la familia es más importante escuchar que entender. Escuchar es dar importancia al otro, reconocer su derecho a existir y a pensar por sí mismo. Los hijos necesitan esto. Piensenlo bien, ustedes los padres, escuchen, los hijos lo necesitan!

Un momento privilegiado para el diálogo y la escucha en la familia es el momento de la comida. Es bueno estar juntos a la mesa y hablar. Esto puede resolver muchos problemas y, sobre todo, une a las generaciones: los hijos hablando con sus padres, los nietos hablando con sus abuelos... Nunca permanecer encerrado en sí mismo o, peor aún, con la cabeza en el teléfono móvil. Esto no está bien…nunca, nunca esto. Hablar, escucharse, ¡este es el diálogo que hace bien y que hace crecer!

La familia de Jesús, María y José es santa. Sin embargo, hemos visto que ni siquiera los padres de Jesús comprendieron siempre. Podemos reflexionar sobre esto, y no nos sorprendamos si a veces nos sucede en la familia que no nos entendemos. Cuando nos ocurra, preguntémonos: ¿nos hemos escuchado? ¿Afrontamos los problemas escuchándonos unos a otros o nos encerramos en el mutismo, a veces el resentimiento, el orgullo? ¿Nos tomamos un poco de tiempo para dialogar? Lo que podemos aprender hoy de la Sagrada Familia es la escucha mutua.

Encomendémonos a la Virgen María y pidámosle el don de la escucha para nuestras familias.


Oración del Ángelus:                         


Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…


Ecce ancílla Dómini.

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…


Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…


Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.


Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.


Amen.


Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…


Benedictio Apostolica seu Papalis


Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.


Amen.



Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:


Queridos hermanos y hermanas,

Una cordial bienvenida a todos ustedes, romanos y peregrinos. Hoy dirijo un saludo especial a las familias aquí presentes y a las que están conectadas desde casa a través de los medios de comunicación. La familia es la célula de la sociedad, ¡la familia es un tesoro precioso que hay que apoyar y proteger!


Mis pensamientos están con las numerosas familias de Corea del Sur que hoy están de luto tras el dramático accidente aéreo. Me uno en la oración por los sobrevivientes y por los fallecidos.


Y recemos también por las familias que sufren a causa de las guerras: en la martirizada Ucrania, en Palestina, en Israel, en Myanmar, en Sudán, en Kivu del Norte, recemos por todas estas familias en guerra.


Saludo a los fieles de Pero-Cerchiate, al grupo del decanato de Varese, a los jóvenes de Cadoneghe y San Pietro in Cariano; a los chicos de confirmación de Clusone, Chiuduno, Adrara San Martino y Almenno San Bartolomeo; a los scouts de Latina, Vasto y Soviore. ¡Y saludo a los chicos de la Inmaculada!


Les deseo a todos un feliz domingo y un feliz fin de año en serenidad. Por favor, no olviden rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!


Francisco



Fotos: Vatican Media, 29-12-2024

Homilía del evangelio del domingo: Poner a Dios en el centro de la vida como la Sagrada Familia para que una familia pueda vivir en armonía / Por P. José María Prats

* «La Sagrada Familia no viajaba sola, sino que iba acompañada de otras familias, entre las cuales estaban sus parientes y conocidos. He aquí otra virtud importante: la familia no puede ser una burbuja aislada, sino que ha de integrarse en la comunidad más amplia donde se comparte la fe y el servicio mutuo, con especial atención a los más necesitados»

Sagrada Familia - C


Eclesiástico 3, 2-6.12-14  /  Sal 127  /  Col 3, 12-21  / San Lucas 2, 41-52

P. José María Prats / Camino Católico.- Este domingo que sigue a la Navidad, habiendo revivido el nacimiento de Jesús, la liturgia nos acerca a la intimidad de la familia en que creció y se desarrolló el Hijo de Dios hecho hombre.

Las lecturas que hemos escuchado nos hablan de las virtudes domésticas que han de vivirse en las familias para que reine en ellas la armonía y la paz: la humildad, el respeto mutuo, la dulzura, la comprensión... Todas estas virtudes fueron vividas en plenitud por la Sagrada Familia. En la escena que describe el Evangelio de hoy, vemos algunas de ellas.

Se empieza diciendo que esta Familia solía ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Vemos ya aquí la principal virtud: poner a Dios en el lugar que le corresponde, es decir, en el centro de la vida. Ésta es, sin duda, la virtud más importante para que una familia pueda vivir en armonía: cuando todos sus miembros dejan de mirar al pequeño mundo de sus intereses personales y alzan sus ojos hacia Dios con el deseo de cumplir sus mandamientos y vivir en el servicio a los demás, entonces la vida familiar se convierte en algo maravilloso, como proclama el salmo de hoy: «Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien; tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa».

Vemos también que la Sagrada Familia no viajaba sola, sino que iba acompañada de otras familias, entre las cuales estaban sus parientes y conocidos. He aquí otra virtud importante: la familia no puede ser una burbuja aislada, sino que ha de integrarse en la comunidad más amplia donde se comparte la fe y el servicio mutuo, con especial atención a los más necesitados.

El episodio del Niño Jesús perdido y hallado en el Templo resulta a primera vista un poco extraño, pues parece como si Jesús desobedeciera a sus padres y se mostrara desconsiderado con ellos. En realidad, lo que el evangelista quiere mostrarnos en este pasaje es la manifestación de la identidad y vocación de Jesús, y la reacción que produce en sus padres. Ellos «se quedaron atónitos» y «no comprendieron lo que quería decir»: se les estaba manifestando nada menos que el misterio inefable del Hijo eterno de Dios cuya identidad y vocación es hacer la voluntad del Padre: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?». 

Sin embargo, dice San Lucas que, después, Jesús «bajó con sus padres a Nazaret y siguió bajo su autoridad». De este modo se sometía a la voluntad de su Padre celestial, que ha dado autoridad a los padres sobre sus hijos para que puedan cuidarlos y educarlos durante su infancia y juventud.

La virtud de la obediencia y del respeto a los padres es algo muy agradable a Dios. Lo hemos escuchado en la primera lectura: «El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros (...); el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor le escucha». Si Jesús, siendo el mismo Dios, se sometió humildemente a la autoridad de sus padres, cuánto más los niños y jóvenes deben imitarle en esta virtud, siempre que lo que pidan los padres no sea injusto o contrario a la ley de Dios.

Pero también los padres deben ser prudentes y comprensivos con sus hijos. «Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos» –nos ha dicho San Pablo. De hecho, la Virgen María nos da una gran lección en este sentido: Tras el desconcierto producido por el episodio con su Hijo en el Templo, dice el evangelista que Ella «conservaba todo esto en su corazón». Es decir, supo acoger con un profundo respeto y con una actitud contemplativa el misterio de la vocación de su Hijo, aceptando su incapacidad de comprenderla y controlarla.

Estoy seguro de que si fuéramos capaces de imitar esta actitud contemplativa de María hacia el misterio de la identidad y vocación de cada uno de los miembros de nuestra familia, nuestros hogares serían remansos de paz y de armonía.

Que Jesús, José y María bendigan a nuestras familias y a todas las familias del mundo.

P. José María Prats

 

Evangelio

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.

Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: 

«Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando». 

Él les dijo: 

«Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?». 

Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.

Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

San Lucas 2, 41-52

domingo, 31 de diciembre de 2023

Papa Francisco en el Ángelus, 31-12-2023: «Hay que saber asombrarse de la bondad de Dios y de la propia historia de amor porque el Señor nos ha hecho caminar con amor»  

 


* «Hace un año el Papa Benedicto XVI terminó su camino terrenal, después de servir a la Iglesia con amor y sabiduría. Sentimos por él tanto afecto, tanta gratitud, tanta admiración. Desde el Cielo nos bendiga y nos acompañe»       

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «No olvidemos que la familia es la célula fundamental de la sociedad. ¡Hay que defenderla y sostenerla siempre!… Sigamos rezando por los pueblos que sufren las guerras: el atormentado pueblo ucraniano, los pueblos palestino e israelí, el pueblo sudanés y muchos otros. Al final de un año, tengamos el valor de preguntarnos: ¿cuántas vidas humanas se han truncado a causa de los conflictos armados? ¿Cuántos muertos? ¿Y cuánta destrucción, cuánto sufrimiento, cuánta pobreza? Quienes tienen intereses en estos conflictos, escuchen la voz de la conciencia» 

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Impregna tu hogar del suave olor de Cristo, enseña a los tuyos a rezar, bendíceles siempre. Eso hicieron José y María con Jesús / Por P. Carlos García Malo

 


domingo, 26 de diciembre de 2021

Papa Francisco en el Ángelus, 26-12-2021: «Aprendamos a ser una familia cada día. Dios quiere que estemos juntos: agradecidos, unidos, capaces de proteger nuestras raíces»

 


«Cada día, en la familia, hay que aprender a escucharnos y comprendernos, a caminar juntos, a afrontar los conflictos y las dificultades. Es el reto diario, y se gana con la actitud adecuada, con pequeñas atenciones, con gestos sencillos, cuidando los detalles de nuestras relaciones. Y también esto, nos ayuda mucho hablar en familia, hablar en la mesa, el diálogo entre padres e hijos, el diálogo entre hermanos, nos ayuda a vivir esta raíz familiar que viene de los abuelos, el diálogo con los abuelos»

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

«Para preservar la armonía en la familia, hay que luchar contra la dictadura del “yo”.  Cuando el “yo” se infla. Es peligroso cuando, en lugar de escucharnos, nos reprochamos nuestros errores; cuando, en lugar de preocuparnos por los demás, nos centramos en nuestras propias necesidades; cuando, en lugar de hablar, nos aislamos con nuestros teléfonos móviles. Por la noche, después de todo, hagan las paces. Pasemos del “yo” al “tú”. Lo que debe importar más en la familia es el “tú”. Y cada día, por favor, recen un poco juntos, si pueden hacer el esfuerzo, para pedir a Dios el don de la paz en familia»

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Papa Francisco en carta a los matrimonios: «Ser dos en Cristo, un “nosotros” en la comunión del amor con Jesús, vivo y presente en su existencia. Dios los acompaña»


«’¡Qué importante es que los jóvenes vean con sus propios ojos el amor de Cristo vivo y presente en el amor de los matrimonios, que testimonian con su vida concreta que el amor para siempre es posible!’. Los hijos son un regalo, siempre, cambian la historia de cada familia. Están sedientos de amor, de reconocimiento, de estima y de confianza. La paternidad y la maternidad los llaman a ser generativos para dar a sus hijos el gozo de descubrirse hijos de Dios, hijos de un Padre que ya desde el primer instante los ha amado tiernamente y los lleva de la mano cada día. Este descubrimiento puede dar a sus hijos la fe y la capacidad de confiar en Dios»

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Dios quiso nacer en una familia donde reinase el amor, el diálogo, el perdón y la alegría sin fin / Por P. Carlos García Malo