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domingo, 10 de abril de 2022

Homilía del Evangelio del Domingo: Todos, con nuestros pecados, llevamos a Cristo a la Cruz / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.

 

* «¿Cómo se comporta Jesús en la Pasión? Sobrehumana dignidad, paciencia infinita. Ni un solo gesto o palabra que desmienta lo que Él había predicado en su Evangelio, especialmente en las Bienaventuranzas. Él muere pidiendo el perdón para sus verdugos. Con todo, nada hay en Él que se asemeje al orgulloso desprecio del dolor del dolor del estoico. Su reacción al sufrimiento y a la crueldad es humanísima: tiembla y suda sangre en Getsemaní, desearía que el cáliz pasara de él, busca apoyo en sus discípulos, grita su desolación en la cruz: `Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’. Me fascina sobre todo: su silencio: «Jesús callaba» (Mt 26, 63). Calla ante Caifás, calla ante Pilato, quien se irrita por su silencio, calla ante Herodes, que esperaba verle hacer un milagro (Cf. Lc 23, 8). ‘Al ser insultado, no respondía con insultos; al padecer, no amenazaba’, dice de Él la Primera carta de Pedro (2, 23). Sólo un instante antes de morir rompe el silencio y lo hace con aquel ‘fuerte grito’ que lanza desde la cruz y que arranca al centurión romano la confesión: ‘Verdaderamente éste era hijo de Dios’ »

sábado, 1 de mayo de 2010

La nueva exposición de la Sábana Santa aviva el debate sobre su autenticidad

"El mensaje que trae en sí misma va más allá del debate científico sobre su autenticidad", dice un experto; la muestra se expone en la Catedral de Turín del 10 de Abril al 23 de Mayo de 2010 y contará con la visita del Papa

1 de mayo de 2010.- Durante 44 días, la ciudad de Turín vuelve a ofrecer a la cristiandad la contemplación de la Sábana Santa, diez años después de su última aparición pública y autorizada por Juan Pablo II con motivo del Jubileo de 2000. La exposición incluye un recorrido que acompaña al visitante a través de imágenes inéditas y de alta resolución. Durante la Ostensión, el domingo 2 de mayo el Papa Benedicto XVI celebrará una Misa en la plaza San Carlo de Turín.

Con motivo de la muestra, ha vuelto a la actualidad el debate sobre la autenticidad de la Síndone que viene manteniendo la comunidad científica desde finales del siglo XIX y la cristiana desde el XIV. Por todo ello, recogemos a continuación un resumen de las principales investigaciones científicas que se han realizado para intentar datar la pieza y comprobar su autenticidad; enumeramos los principales argumentos que apuntan a su veracidad y recogemos también las recomendaciones a los visitantes de la muestra por parte del presidente de la comisión diocesana de la Síndone, monseñor Giuseppe Ghiberti. También publicamos dos vídeos, uno actual sobre la ostensión y un documental titulado "El Misterio del Santo Sudario" sobre la Sábana Santa. Para zanjar dudas respecto al debate en torno al Santo Sudario, asegura monseñor Ghiberti que
"el mensaje que trae en sí mismo va más allá del debate científico sobre su autenticidad". Leer más y ver vídeos...

domingo, 4 de abril de 2010

Predicador del Papa: “Debería haber una petición de perdón colectiva, del hombre a la mujer” / Autor: Raniero Cantalamessa Ofmcap.

4 de abril de 2010.- Con la cruz, Cristo ha invertido la lógica de la violencia, derrotándola. Sin embargo, ésta sigue dominando en las relaciones humanas, de los poderosos contra los débiles y, por desgracia, entre el hombre y la mujer. Así lo afirmó el predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa, O.F.M. Cap., durante la predicación con motivo del Viernes Santo dirigida en la Celebración de la Pasión del Señor, presidida por Benedicto XVI en la Basílica Vaticana. Cantalamessa insistió en la gravedad de la violencia contra la mujer, y afirmó en que “esta es una ocasión para hacer comprender a las personas y a las instituciones que luchan contra ella que Cristo es su mejor aliado”. En Cristo, “ya no es el hombre el que ofrece sacrificios a Dios, sino Dios quien se sacrifica por el hombre”, explicó. El sacrificio “ya no sirve para aplacar a la divinidad, sino más bien para aplacar al hombre y hacerle desistir de su hostilidad hacia Dios y el prójimo”. Ofrecemos el texto integro de la meditación y un vídeo-síntesis de la predicación. Leer más y ver vídeo....

jueves, 1 de abril de 2010

La Pasión, según la beata Ana Catalina Emmerick, testigo del via crucis

1 de abril de 2010.- Los relatos evangélicos son muy escuetos al relatar la crueldad del tormento infligido a Jesús, quizá porque, escritos a los pocos años de su muerte, se dirigen a un público que los había visto aplicados en Él o en otros, y no precisaba mayor detalle. De ahí el valor de las visiones de la beata Ana Catalina Emmerick, publicadas en 1833 bajo el título La amarga Pasión de Cristo, fuente principal de la que bebió Mel Gibson para presentar al mundo siglo y medio después aquellas terribles horas. Leer más...

viernes, 26 de marzo de 2010

La Crucifixión meditada con las imagenes de la Semana Santa de Murcia

26 de marzo de 2010.- No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Este soneto anónimo nos sitúa perfectamente en el tema que vamos a tratar, el de la crucifixión de Cristo y su representación en la Semana Santa murciana. Leer más y ver vídeo...

La mirada de Jesús en la Pasión espera una mirada interior nuestra

26 de marzo de 2010.- Una mirada. Cuántas cosas se pueden decir con una sola mirada. Y si es la mirada de Dios entonces estaremos hablando del momento en el que Cristo entra en la vida de las personas que se cruzan con Él por el camino. Así ha quedado bellamente representado en algunos de los mejores pasos de nuestra semana santa: la mirada de perdón a Pedro en la negación, la que dirige a las hijas de Jerusalén camino del Calvario, o la mirada perdida de Jesús cuando Judas le besa para entregarlo. Leer más y ver vídeo...

lunes, 17 de marzo de 2008

Meditación sobre el Viernes Santo: la heroica lección de amor / Autora: Chiara lubich

Publicamos la meditación que escribió Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, para los lectores de Zenit con motivo del Viernes Santo del año 2000, jubileo de la encarnación de Jesús.

* * *

Lo había dado todo: una vida al lado de María, en medio de las incomodidades y en la obediencia. Tres años de predicación revelando la Verdad, dando testimonio del Padre, prometiendo el Espíritu Santo y haciendo toda clase de milagros de amor.

Tres horas en la cruz, desde la cual perdona a los verdugos, abre el Paraíso al ladrón, nos da a su Madre y, finalmente, su Cuerpo y su Sangre después de habérnoslos dado místicamente, en la Eucaristía. Le quedaba la divinidad.

Su unión con el Padre, la dulcísima e inefable unión con Él, que lo había hecho tan potente en la tierra, como Hijo de Dios, y aún en la cruz mostraba su realeza, este sentimiento de la presencia de Dios, debía ir desapareciendo en el fondo de su alma, hasta no sentirlo más; separarlo de algún modo de Aquel del que dijo que era una sola cosa con Él: "El Padre y yo somos una sola cosa" (Jn 10, 30). En Él, el amor estaba anulado, la luz apagada; la sabiduría callaba.

Se hacía nada, entonces, para hacernos partícipes del Todo; gusano de la tierra (Salmo 22, 7), para hacernos hijos de Dios. Estábamos separados del Padre. Era necesario que el Hijo, en el que todos nos encontrábamos, probara la separación del Padre. Tenía que experimentar el abandono de Dios para que nosotros nunca más nos sintiéramos abandonados. Él había enseñado que nadie tiene mayor caridad de quien da la vida por los amigos. Él, la Vida, daba todo de sí. Era el punto culminante, la expresión más bella del amor.

Su rostro está detrás de todos los aspectos dolorosos de la vida; cada uno de ellos es Él.

Sí, porque Jesús que grita el abandono es la figura del mudo: ya no sabe hablar.

Es la figura del ciego: no ve; del sordo: no oye.

Es el cansado que se queja.

Roza la desesperación.

Es el hambriento de unión con Dios.

Es la figura del desilusionado, del traicionado, parece haber fracasado.

Es miedoso, tímido, desorientado.

Jesús abandonado es la tiniebla, la melancolía, el contraste, la figura de todo lo que es raro, indefinible, que parece monstruoso, porque es un Dios que pide ayuda. Es el solitario, el desamparado. Parece inútil, un descartado, trastornado. Lo podemos ver en cada hermano que sufre. Acercándonos a los que se parecen a Él, podemos hablarles de Jesús abandonado.

A los que se descubren semejantes a Él y aceptan compartir su suerte, Él se convierte, para el mudo, la palabra; para quien no sabe, la respuesta; para el ciego, la luz; para el sordo, la voz; para el cansado, el descanso; para el desesperado, la esperanza; para el separado, la unidad; para el inquieto, la paz. Con Él, las personas se transforman y lo absurdo del dolor adquiere sentido.

Él había gritado el por qué, al que nadie había dado respuesta, para que tuviéramos la respuesta a cada porqué.

El problema de la vida humana es el dolor. Cualquier tipo de dolor, por más terrible que sea, sabemos que Jesús lo ha hecho suyo y transforma, por una alquimia divina, el dolor en amor.

Por experiencia puedo decir que apenas nos alegramos de un dolor, para ser como Él y luego seguimos amando haciendo la voluntad de Dios, el dolor, si es espiritual desaparece, y si es físico se convierte en yugo suave.
Nuestro amor puro en contacto con el dolor, lo transforma en amor; en cierto modo lo diviniza, casi continuando en nosotros --si así podemos decir-- la divinización que Jesús hizo del dolor.

Y después de cada encuentro con Jesús abandonado, amado, encuentro a Dios de un modo nuevo, más cara a cara, más evidente, en una unidad más plena.

La luz y la alegría vuelven y, con la alegría, la paz que es fruto del Espíritu.

La luz, la alegría, la paz que nacen del dolor amado impactan y conquistan a las personas más difíciles. Clavados en la cruz se es madre y padre de almas. La máxima fecundidad es el efecto.

Como escribe Olivier Clément «el abismo, que por un instante abrió aquel grito, se ve colmado por el gran soplo de la resurrección».

Se anula cualquier tipo de desunión, la separación y las rupturas son sanadas, resplandece la fraternidad universal, da lugar a milagros de resurrección, nace una nueva primavera en la Iglesia y en la humanidad.

Para ver la meditación em video haz click sobre la imagen

Tu Cruz / Video, oración y meditación sobre la muerte de Jesús