* Medicamente a Adrian le daban un 10% de probabilidades de supervivencia y con secuelas que serían previsiblemente devastadoras. Entre ellas, la pérdida del riñón y el hígado y daños neurológicos más que probables y su madre Izabela Szura dice: «Aunque el equipo médico lo revivió, Adrian experimentó una serie de efectos secundarios potencialmente fatales por el paro cardíaco. Sus riñones e hígado no estaban funcionando, y su cuerpo se hinchó con casi 25 libras de líquido porque sus riñones estaban fallando»