Elige tu idioma

Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

Página web de Escuchar la Voz del Señor

Página web de Escuchar la Voz del Señor
Haz clic sobre la imagen para verla
Mostrando entradas con la etiqueta salesiano. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta salesiano. Mostrar todas las entradas

lunes, 3 de mayo de 2021

Luis Álvarez, 30 años: «Dios me llama al Amor en los jóvenes más necesitados, a la santidad como salesiano consagrado y si Él quiere seré sacerdote. Mi fundamento es Dios»

 


* «A los 19 años me plantee que, si Dios realmente es Amor, solo puede ofrecerme una vocación de amor… En la universidad empecé a encontrar un vacío interior que me llevó a la pregunta: “esta vida que estoy viviendo, ¿es mía?”. Y entonces, el sacerdote que me acompañaba me dijo: “pregúntale a Dios”. Pues así hice y no, no recibí un whatsapp de Dios ni se me presentó en mi casa. Pero vaya que si respondió… En mi vida cotidiana hay dos pilares que, si me faltaran, no sería “yo”. La Eucaristía y la Reconciliación me recuerdan que Dios es siempre más, que yo no soy Dios (¡y menos mal!) y que su Amor es mi santidad. La fe necesita de la comunidad, del prójimo, porque el otro es rostro de Dios. Y en la comunidad, con los demás, encuentro la mejor escuela de vida, donde percibo actitudes que trabajar, convicciones que vivir, cualidades por las que agradecer»

Leer más...