"Yo siempre había dado vueltas a la cuestión de si tenía o no vocación al sacerdocio. La única razón por la que estoy aquí como seminarista es la misericordia de Dios. Cuando entras en el proceso de discernimiento se iluminan todas tus debilidades, así que solo por la misericordia de Dios está alguien cualificado para servirle como sacerdote"
martes, 14 de marzo de 2017
Jaime Maldonado-Avilés, neurobiólogo de Yale es ahora seminarista: el «Washington Post», sorprendido porque hay más casos
Etiquetas:
Amor,
científico,
conversión,
Dios,
Esperanza,
Eucaristía,
Evangelio,
familia,
fe,
Jesucristo,
muerte,
Oración,
perdón,
sacerdocio,
sacerdote,
Testimonio,
vida,
vocación
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario